Miércoles, 21 de noviembre, 2018

Según la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), un total de 1.692 civiles han perdido la vida entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año, la cifra más alta de víctimas civiles registrada por este organismo de la ONU


Ante el atentado con explosivos cometido en un acto religioso en Kabul hoy que ha causado la muerte de al menos 40 personas y heridas al menos a 60, el director adjunto de Amnistía Internacional para Asia Meridional, Omar Waraich, ha declarado:

“Este repugnante atentado deja al descubierto una vez más los riesgos crecientes que sufre la población civil en Afganistán, donde un número récord de civiles, muchos de ellos menores de edad, murieron en los primeros seis meses de 2018.

“Cualquier ataque dirigido deliberadamente contra civiles constituye un crimen de guerra según el derecho internacional, pero quienes han muerto hoy en Kabul se convertirán en otra estadística más.

“Los grupos armados deben poner fin inmediatamente a todos los ataques dirigidos contra la población civil y a los ataques indiscriminados, y el gobierno de Afganistán debe hacer de la protección de la vida de las personas civiles su prioridad absoluta.

“Este ataque pone de relieve también, una vez más, la irresponsabilidad de los países de la Unión Europea que afirman que Afganistán es un país seguro al que devolver a las personas refugiadas y solicitantes de asilo”.

Nadie ha admitido aún la autoría de la explosión.

Según la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), un total de 1.692 civiles han perdido la vida entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año, la cifra más alta de víctimas civiles registrada por este organismo de la ONU.