Martes, 02 de mayo, 2017
Ante el voto de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa un favor de reabrir el proceso de vigilancia completa del "funcionamiento de las instituciones democráticas" en Turquía, Andrew Gardner, investigador sobre Turquía de Amnistía Internacional, ha declarado:
"Esta decisión, que acogemos con satisfacción, envía el mensaje claro y contundente de que debe poner fin a su represión de los derechos humanos".
"Con esta votación, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa ha dejado claro a las autoridades que no se puede pisotear los derechos humanos sin estar sometidos a una vigilancia ni atenerse en última instancia a las consecuencias".
“Transmite a la sociedad civil, a los y las periodistas y a las víctimas de abusos contra los derechos humanos de Turquía la enérgica señal de que el Consejo de Europa está dispuesto a usar todas las herramientas disponibles para que Turquía cumpla los compromisos que firmó cuando se incorporó a la organización.”
El 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, Amnistía Internacional centrará la atención en el trato que reciben los profesionales de la prensa en Turquía, pidiendo su libertad de la detención en espera de juicio.
Información complementaria
El 25 de abril de 2017, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) adoptó por una amplia mayoría una resolución en la que pide procedimientos de vigilancia completa en Turquía a fin de garantizar el respeto a las libertades fundamentales, el Estado de derecho y la democracia. Antes de esta votación, Turquía estaba sometida únicamente a un “diálogo posterior a la vigilancia”, una versión más suave de vigilancia que sólo aborda un número limitado de cuestiones.
La PACE ha pedido también la libertad de todos los profesionales de la prensa y defensores y defensoras de los derechos humanos detenidos, y ha condenado cualquier medida encaminada a reinstaurar la pena de muerte.
Desde la violenta tentativa de golpe de Estado del pasado verano, se han clausurado más de 160 medios de comunicación, hay más de 120 periodistas y trabajadores de medios de comunicación de sexos encarcelados y se ha despedido a más de 100.000 empleados y empleadas del sector público, entre ellos una cuarta parte del poder judicial. Igualmente, se han cerrado cientos de ONG en la aplicación del estado de excepción, que este mes se ha renovado por otro periodo de tres meses.
El 16 de abril se convirtió en una serie de reformas constitucionales que conceden al presidente Erdogan nuevos y amplios poderes.
Foto por Orlok