Martes, 18 de febrero, 2025

Amnistía Internacional Malasia ha visto con gran alarma que la ejecución del malasio Pannir Selvam Pranthaman en Singapur se ha programado para el jueves, 20 de febrero.

Dadas las violaciones de salvaguardias de derechos humanos que se han visto en su causa, su ejecución sería arbitraria e ilícita con arreglo al derecho y las normas internacionales. Nos sumamos a su familia y otras muchas personas para pedir a las autoridades de Singapur que suspendan de inmediato la ejecución prevista, y al gobierno de Malasia que haga todo lo posible para intervenir y ayudar a salvar la vida de Pannir Selvam Pranthaman. 

Chiara Sangiorgio, experta de Amnistía Internacional sobre pena de muerte, ha manifestado: “El alarmante ritmo de ejecuciones en Singapur desde octubre refleja la escalofriante determinación del gobierno de continuar con los ahorcamientos, incluso por delitos que no deberían estar penados con la muerte de acuerdo con las restricciones internacionales sobre el uso de la pena capital, como el transporte de drogas en el caso de Pannir. Esto supera lo intolerable y sitúa a Singapur en un reducido grupo de países donde se sabe que ha habido ejecuciones por delitos de drogas en los últimos años.”

“Pedimos al gobierno de Singapur que ponga fin de inmediato al uso ilícito de la pena de muerte y declare sin demora una suspensión de todas las ejecuciones como primer paso fundamental hacia su abolición.”

“Asimismo, instamos a la comunidad internacional a intensificar la presión sobre el gobierno de Singapur y ayudar a impedir otra ejecución ilícita. Todavía hay tiempo para cambiar de rumbo y evitar esta ejecución cruel y sin sentido.”

Pannir Selvam Pranthaman fue declarado culpable de introducir en Singapur 51,84 gramos de diamorfina (heroína) y condenado a pena de muerte preceptiva en 2017. La autoridad judicial concluyó que Pannir actuaba de “correo” y sólo había participado en el transporte de la sustancia prohibida. Aun estando condenado a muerte en Singapur, Pannir ha demostrado gran resiliencia y ha canalizado su energía hacia la creatividad, escribiendo sentidos poemas y canciones sobre la angustia, la esperanza y las oraciones de los condenados a muerte, muchos de los cuales se han difundido públicamente a través de la ONG Sebaran Kasih, fundada por su hermana, Angelia Pranthaman.

Uso de la pena de muerte ilícito y arbitrario según el derecho y las normas internacionales

Si bien nos oponemos a la pena de muerte incondicionalmente, en todos los casos y circunstancias, vemos con profunda preocupación que, dadas las numerosas violaciones de las salvaguardias de derechos humanos presentes en la causa de Pannir, su ejecución sería arbitraria e ilícita con arreglo al derecho y las normas internacionales de derechos humanos. Fue condenado a muerte por delitos relacionados con drogas, que no se encuentran entre “los más graves delitos” a los que debe limitarse ese castigo según el derecho y las normas internacionales. Además, se dictó pena de muerte preceptiva —en contravención del derecho y las normas internacionales—, lo que significaba que la autoridad judicial podía no tener en cuenta las circunstancias del delito o los antecedentes de Pannir. 

Debido a un aspecto singular del sistema de Singapur, la autoridad judicial no pudo hacer otra cosa que dictar pena preceptiva de ahorcamiento —a pesar de haber concluido que Pannir sólo era un “correo”— porque la fiscalía no había expedido un certificado de ayuda sustancial para él. Este proceso vulnera el derecho a un juicio con las debidas garantías, pues la decisión de condenarlo o no a muerte queda en manos de la acusación, que no es parte neutral y no debería tener esa facultad, y porque elimina la separación clara que debe existir entre la fiscalía y el tribunal.

Además, la declaración de culpabilidad se basó en una presunción legal de que el acusado conocía la existencia de las drogas en virtud de la Ley sobre Uso Indebido de Drogas. Cuando se invocan estas presunciones legales, la carga de la prueba se traslada a la persona acusada para ser rebatida según la norma jurídica más elevada del “mayor grado de probabilidad”. La presunción legal de culpabilidad vulnera el derecho a la presunción de inocencia, norma esencial del derecho internacional consuetudinario, así como otras garantías procesales en virtud del derecho internacional de los derechos humanos que ordenan que la carga de la prueba recaiga en la acusación. 

Urgen las intervenciones desde Malasia para detener la ejecución

Al reunirnos hoy en el Parlamento para poner de relieve el caso de Pannir, reflexionamos sobre los numerosos defectos y la arbitrariedad de la pena capital, y sobre la carga adicional que supone para quienes proceden de entornos desfavorecidos. Estos argumentos se hacen eco de los que dominaron el debate sobre la derogación de la pena de muerte preceptiva en este mismo edificio hace sólo dos años y activaron un proceso que ha transformado el uso de esta pena en nuestro país. Debemos aprovechar este avance hacer campaña contra el uso de esta pena cruel en todas partes; la pena de muerte no nos ofrece mayor seguridad.

El gobierno de Malasia, país que actualmente preside la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y al que unen fuertes lazos con Singapur, debe intervenir con urgencia en el caso de Pannir. Cuando en la práctica apenas quedan dos días para la ejecución, el gobierno no debe escatimar esfuerzos para detener esta ejecución ilícita y arbitraria como primer paso fundamental.

Amnistía Internacional ha recopilado llamamientos de todo el mundo en favor de Pannir Selvam. En los últimos cuatro meses, Amnistía Internacional Malasia ha reunido más de 1.000 peticiones firmadas por miembros de la sociedad civil y ciudadanos corrientes para que el gobierno malasio intervenga con urgencia y garantice la conmutación de la pena de muerte a Pannir Selvam.

Las ejecuciones continúan implacables

Del 1 de octubre de 2024 al 7 de febrero de 2025, las autoridades de Singapur ejecutaron a nueve personas, ocho de ellas condenadas por tráfico de drogas. Singapur es uno de los únicos cinco países en los que Amnistía Internacional confirmó ejecuciones relacionadas con las drogas en 2023.

Hasta la fecha, 113 países han abolido la pena de muerte para todos los delitos y 144 son abolicionistas en la ley o en la práctica. Reiteramos nuestro llamamiento a las autoridades de Singapur para que detengan de inmediato la ejecución de Pannir y declaren la suspensión oficial de todas las ejecuciones como primer paso fundamental hacia la abolición plena de la pena de muerte.