Sábado, 03 de agosto, 2024
Arabia Saudí no cumple los propios requisitos de derechos humanos de la FIFA en su candidatura a la Copa Mundial masculina de 2034, ha declarado hoy Amnistía Internacional tras publicarse el dosier de candidatura del país para el torneo de 48 equipos. También sigue habiendo importantes lagunas en las estrategias de derechos humanos para la Copa Mundial 2030 que se celebrará en Marruecos, Portugal y España.
El análisis de los dosieres de candidatura y las estrategias de derechos humanos para el torneo publicados en la tarde de ayer concluye que Arabia Saudí todavía no se ha comprometido a llevar a cabo la necesaria reforma de su sistema laboral basado en la explotación, ni ha tomado ninguna medida para mejorar la libertad de expresión, poner fin a la represión de las personas activistas de derechos humanos o derogar la legislación que discrimina a las mujeres y las personas LGBTI.
“Pese a que la FIFA estableció normas claras de derechos humanos que todos los países que presentan una candidatura deben cumplir, está claro que la candidatura actual de Arabia Saudí para la Copa Mundial 2034 dista mucho de respetarlas. La estrategia de derechos humanos del país simplemente ignora muchos de los enormes riesgos asociados con la organización de un mega evento deportivo en un país con un historial de derechos humanos tan atroz”, ha manifestado Steve Cockburn, director de Derechos Laborales y Deporte de Amnistía Internacional.
“El plan de derechos humanos de la Copa Mundial de Arabia Saudí no dice nada sobre el brutal amordazamiento de activistas de derechos humanos o la criminalización de las personas LGBTI, ni menciona si pondrá fin en la práctica al abusivo sistema de kafala, que explota a la población trabajadora migrante. Es sorprendente que se omitan con tanto descaro riesgos tan flagrantes.”
Si no se toman medidas urgentes para mejorar la protección de los derechos humanos en Arabia Saudí, es muy probable que la Copa Mundial 2034 esté plagada de casos de trabajo forzoso, represión y discriminación.
Steve Cockburn, director de Derechos Laborales y Deporte de Amnistía Internacional
“Si no se toman medidas urgentes para mejorar la protección de los derechos humanos en Arabia Saudí, es muy probable que la Copa Mundial 2034 esté plagada de casos de trabajo forzoso, represión y discriminación que tendrán un coste humano brutal. Ahora la FIFA debe trabajar con las autoridades saudíes para llegar a acuerdos jurídicamente vinculantes a fin de que el país aborde íntegramente los riesgos para los derechos humanos, o de lo contrario, asuma su descalificación. Además, las autoridades saudíes deben demostrar su compromiso con los derechos humanos dejando en libertad a las personas activistas que han sido encarceladas únicamente por expresar su opinión”.
El “análisis independiente del contexto de los derechos humanos” elaborado por el bufete de abogados AS&H Clifford Chance en el que reposa la candidatura también elude las referencias a numerosas cuestiones de derechos humanos, incluida la prohibición de los sindicatos, la represión de la libertad de expresión, las prácticas ampliamente documentadas de desalojo forzoso o la criminalización de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. En la preparación del documento no se consultó a organizaciones de la sociedad civil ni a titulares de derechos; sólo se incluyeron aportaciones de organismos gubernamentales.
Candidatura de Marruecos, Portugal y España a la Copa Mundial 2030
También sigue sin abordarse una serie de importantes riesgos para los derechos humanos asociados con la celebración de la Copa Mundial de la FIFA 2030 en Marruecos, Portugal y España. Un informe publicado por Amnistía Internacional en junio destacó los desafíos relacionados con la aplicación de la legislación laboral, la discriminación, la vivienda, la función policial y la libertad de expresión.
Hasta la fecha, las estrategias de derechos humanos presentados para el torneo de 2030, elaboradas sin consultar a las organizaciones de derechos humanos ni a los representantes de las aficiones, no formulan compromisos pormenorizados de los riesgos que se abordarán. Por ejemplo, aunque las fuerzas de seguridad han hecho un uso excesivo de la fuerza contra aficionados de los tres países, incluido el uso de balas de goma contra multitudes, no hay planes detallados sobre cómo se evitará este tipo de violaciones de derechos humanos.
En Marruecos, Portugal y España también deben abordarse los riesgos claros para los derechos humanos asociados a la Copa Mundial 2030.
Steve Cockburn
“En Marruecos, Portugal y España también deben abordarse los riesgos claros para los derechos humanos asociados a la Copa Mundial 2030, incluidos el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía contra las aficiones, la aplicación de la legislación laboral y el riesgo de desalojos forzosos. Se necesitan estrategias mucho más específicas para garantizar que el torneo cumple las normas internacionales de derechos humanos, elaboradas en estrecha colaboración con las aficiones, los jugadores, los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil”, manifestó Steve Cockburn.
“La concesión del torneo de 2030 a Marruecos, Portugal y España también debe utilizarse como catalizador en la lucha contra la discriminación racista, sexista y homófoba que con demasiada frecuencia ha empañado el fútbol en los tres países. Entre otras cosas, habría que derogar la legislación discriminatoria y trabajar con los grupos afectados sobre estrategias para prevenir el hostigamiento y promover la inclusión”.
Información complementaria
En junio, Amnistía Internacional publicó un informe exhaustivo (¿Se juega un partido peligroso?) en el que se describían los principales riesgos para los derechos humanos asociados con los posibles anfitriones de las Copas Mundiales de la FIFA 2030 y 2034, y se los comparaba con los criterios de derechos humanos establecidos en el propio reglamento de licitación de la FIFA.
El 31 de julio, la FIFA publicó los dosieres de candidatura presentados por Marruecos, Portugal y España para la Copa Mundial 2030 y el de Arabia Saudí para la edición de 2034. Los dosieres de candidatura iban acompañados de estrategias de derechos humanos y “evaluaciones independientes del contexto de los derechos humanos” en las que supuestamente se mencionaban los riesgos principales.
De acuerdo con el propio reglamento de licitación de la FIFA, que según el propio documento es “jurídicamente vinculante”, para ser aceptadas las candidaturas deben cumplir una amplia gama de normas internacionales de derechos humanos, incluidas las que regulan los derechos laborales, la discriminación, los desalojos forzosos, la libertad de expresión y la labor policial, entre otras cuestiones.
La FIFA procederá ahora a evaluar los dosieres de candidatura antes del congreso extraordinario que celebrará el 11 de diciembre de 2024, en el que deberá tomar la decisión final.
Pueden consultar todos documentos de la Copa Mundial de la FIFA 2030 aquí.