Martes, 14 de mayo, 2024
Las autoridades egipcias han intensificado su represión contra manifestantes, trabajadores y trabajadoras en huelga, y quienes expresan en Internet críticas a la gestión de la crisis económica por parte de las autoridades, ha declarado hoy Amnistía Internacional.
Entre enero y marzo de 2024, Amnistía Internacional documentó en tres gobernaciones cuatro casos de detención y reclusión arbitrarias de personas que se habían quejado de la escalada de precios en las redes sociales. Asimismo, las autoridades también interrogaron a decenas de trabajadores y trabajadoras de una empresa pública que habían participado en una huelga en febrero para exigir que se les pagara el salario mínimo; dos trabajadores siguen detenidos arbitrariamente. Las fuerzas de seguridad también dispersaron una manifestación en marzo en la que se culpaba al presidente Abdel Fattah al Sisi de “hacer pasar hambre” a los pobres, y arrestaron a manifestantes.
“El gobierno egipcio está recurriendo una vez más a tácticas represivas para aplastar la más mínima forma de disidencia, ya sean protestas pacíficas, huelgas de trabajadores y trabajadoras, o personas que simplemente descargan su frustración en una publicación en redes sociales. En vez de arrestar a personas por hablar abiertamente del deterioro de las condiciones de vida, las autoridades egipcias deben adoptar medidas eficaces para hacer efectivos los derechos económicos y sociales de la población, incluidos los de las personas más afectadas por la crisis económica”, ha afirmado Sara Hashash, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“Las autoridades egipcias deben respetar el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica, y poner de inmediato en libertad a todas las personas detenidas arbitrariamente únicamente por ejercer esos derechos.”
Gran parte de la indignación por la crisis económica ha ido dirigida contra el gobierno y el presidente al Sisi, quien, en un controvertido discurso pronunciado en septiembre de 2023, dijo que el hambre y la privación eran sacrificios aceptables en aras del desarrollo y el progreso.
Detenciones arbitrarias por publicaciones en redes sociales
Amnistía Internacional documentó los casos de cuatro personas arrestadas arbitrariamente entre enero y marzo de 2024 por realizar publicaciones en redes sociales en las que criticaban la gestión gubernamental de la crisis económica o se quejaban de la escalada de precios.
Según el Frente Egipcio por los Derechos Humanos (EFHR) y un abogado de derechos humanos, las fuerzas de seguridad egipcias arrestaron a cuatro personas en sus domicilios o lugares de trabajo en las gobernaciones de Dacalía, Oriental y Guiza. La Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado (SSSP) abrió investigaciones contra ellas por cargos falsos relacionados con el terrorismo y por publicar “noticias falsas”. En el momento de redactar estas líneas, las cuatro permanecían detenidas en espera de juicio.
Un trabajador de una empresa privada arrestado el 14 de marzo en su lugar de trabajo en Guiza dijo a los fiscales de la SSSP que había sido arrestado únicamente por publicar un vídeo en Facebook en el que se quejaba del elevado precio de los medicamentos para su madre.
Antes de llevar ante la SSSP a las cuatro personas detenidas, las autoridades las sometieron a desaparición forzada durante periodos de entre dos y nueve días en oficinas de la Agencia de Seguridad Nacional de las ciudades de El Mansurá, Zagazig y Seis de Octubre.
En vez de arrestar a personas por hablar abiertamente del deterioro de las condiciones de vida, las autoridades egipcias deben adoptar medidas eficaces para hacer efectivos los derechos económicos y sociales de la población…
Sara Hashash, Amnistía Internacional
Las fuerzas de seguridad arrestaron a uno de los hombres el 11 de febrero en su domicilio, en Dakhaliya, y le infligieron tortura y otros malos tratos mientras estaba sometido a desaparición forzada en una sede de la NSA, según el EFHR. Amnistía Internacional ha revisado los vídeos de TikTok que dieron lugar a su detención. En uno de los vídeos, el hombre criticaba los proyectos nacionales del presidente al Sisi, lo culpaba de que la gente estuviera pasando hambre y se quejaba de la constante subida de precios en los supermercados. El detenido contó a la fiscalía que los agentes de la Agencia de Seguridad Nacional le habían propinado golpes y aplicado descargas eléctricas. Sin embargo, la fiscalía no ha investigado su denuncia ni ha pedido que se le practique un examen forense.
Represión de trabajadores y trabajadoras en huelga
En febrero, el presidente al Sisi estableció el salario mínimo para los trabajadores y trabajadoras del sector público en 6.000 libras egipcias (aproximadamente 125 dólares estadounidenses). El 22 de febrero, miles de trabajadores y trabajadoras de la empresa textil pública El Ghazl en Al Mahala, en la gobernación Occidental, participaron en una huelga para pedir un incremento de la prestación para comidas y el aumento de los salarios para que alcanzaran el nuevo salario mínimo nacional, según la ONG egipcia Centro de Servicios de los Trabajadores y los Sindicatos. El 29 de febrero, los trabajadores y trabajadoras pusieron fin a la huelga después de que el 25 de febrero el ministro del Sector Público Empresarial emitiera un decreto que establecía en 6.000 libras egipcias el salario mínimo en todas las empresas públicas.
El Centro de Servicios de los Trabajadores y los Sindicatos contó a Amnistía Internacional que, durante la huelga, la Agencia de Seguridad Nacional había citado a 28 trabajadores y trabajadoras, los había interrogado sin la presencia de asistencia letrada y los había recluido en régimen de incomunicación durante periodos de entre uno y tres días. Todas estas personas quedaron en libertad, salvo dos trabajadores que fueron llevados ante la SSSP, que abrió investigaciones contra ellos por cargos falsos de “unirse a un grupo terrorista” y publicar “noticias falsas”. En el momento de redactar estas líneas, permanecían detenidos en espera de juicio.
Dispersión de protestas pacíficas
El 15 de marzo, la policía dispersó a decenas de personas que protestaban pacíficamente en Al Dakhilah, gobernación de Alejandría, contra el aumento del coste de la vida, y arrestó a un número desconocido de ellas, según medios de comunicación locales. En X (antes Twitter), circularon vídeos de la protesta que mostraban a manifestantes con pancartas en los que se leía “has hecho que pasemos hambre, Sisi.” La policía trasladó a las personas detenidas a una sede de la Agencia de Seguridad Nacional en Alejandría, según Ahmed Al Attar, director ejecutivo de la Red Egipcia por los Derechos Humanos, un grupo de derechos independiente.
Entre ellas había un suboficial del ejército, que fue sometido a desaparición forzada durante al menos cinco días antes de comparecer ante el tribunal militar de Alejandría. El 23 de abril, el tribunal lo condenó a ocho años de prisión y ordenó su expulsión del ejercito, según fuentes informadas. Los cargos en su contra no se han hecho públicos. Profesionales del derecho que defienden los derechos humanos dijeron a Amnistía Internacional que carecían de información sobre si el resto de los manifestantes arrestados habían sido procesados o puestos en libertad sin cargos.
Información complementaria
La actual crisis económica de Egipto ha agravado las condiciones de vida de decenas de millones de personas que ya vivían en la pobreza o en riesgo pobreza. En febrero, el precio de los alimentos subió un 48,5% en comparación con el mismo mes del año anterior, y la inflación anual llegó al 36%, según la Agencia Central de Movilización de Población y Estadística de Egipto.