Jueves, 30 de noviembre, 2023
“Los líderes y lideresas que asisten a la cumbre del clima COP28 en Emiratos Árabes Unidos (EAU) deben poner los derechos humanos en el centro acordando eliminar gradualmente y con rapidez los combustibles fósiles, garantizar la participación plena y libre de la sociedad civil en la reunión, y presionar al gobierno de EAU para que excarcele a las personas disidentes”, ha declarado Amnistía Internacional en vísperas de la participación en la Conferencia de su secretaria general, Agnès Callamard.
“En este momento de agitación extrema, cuando nuestras ideas se centran en responder eficazmente al sufrimiento de la población en Gaza e Israel, Sudán y demasiadas partes del mundo más, podría ser tentador retrasar el afrontamiento de la crisis climática. Sería un error. La inacción, cuando nuestro clima se calienta a un ritmo sin precedentes y están en juego los derechos de miles de millones de personas, no es una opción”, dijo Agnès Callamard.
“Los líderes y lideresas que asisten a la COP28 deben enfrentarse al lobby de los combustibles fósiles y alejarnos del empeoramiento de la catástrofe climática y de derechos humanos. La única forma segura de evitar esta calamidad es que los Estados que asisten a la COP28 acuerden poner fin con rapidez a la producción y uso de combustibles fósiles, ayudar a recuperarse de pérdidas y daños a las personas más afectadas por el cambio climático, y acelerar una transición justa a energías renovables.”
Los líderes y lideresas que asisten a la COP28 deben enfrentarse al lobby de los combustibles fósiles y alejarnos del empeoramiento de la catástrofe climática y de derechos humanos.
Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional
“Defender los derechos a la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación es esencial para alcanzar estos objetivos en el contexto de una cumbre del clima inclusiva. Estas son también obligaciones cruciales de EAU en el ámbito de los derechos humanos.”
“Pedimos a todos los participantes que presionen a Emiratos Árabes Unidos para que garantice la participación plena, libre y justa de la sociedad civil, y lleve a cabo reformas significativas en materia de derechos humanos más allá de la COP28. Estas reformas deben incluir también excarcelar a todas las personas disidentes de EAU, poner fin a la detención arbitraria y a los juicios injustos, detener toda la vigilancia digital ilegítima y despenalizar las relaciones entre personas del mismo sexo.”
Pedimos a todos los participantes que presionen a Emiratos Árabes Unidos para que garantice la participación plena, libre y justa de la sociedad civil, y lleve a cabo reformas significativas en materia de derechos humanos más allá de la COP28.
Agnès Callamard
A Amnistía Internacional le preocupa que el sector de los combustibles fósiles, que proporciona una enorme riqueza a relativamente pocas personas, intente obstaculizar un progreso significativo en la COP28. El presidente de la cumbre, Sultan al Jaber, también dirige ADNOC, la empresa petrolera estatal de EAU, lo que aumenta la preocupación de que la COP28 haya sido tomada por los intereses de los combustibles fósiles antes de empezar siquiera. Al Jaber debe renunciar a su función en ADNOC, que constituye un conflicto de intereses descarado y menoscaba la credibilidad de la cumbre.
El sector de los combustibles fósiles y muchos Estados quieren que todo siga como si no ocurriera nada y tienen la intención de hacernos creer que la respuesta al calentamiento global son unas soluciones técnicas no probadas con potencial de causar daños en el medioambiente, como la captura y el almacenamiento de carbono.
Muchas de las mayores empresas de petróleo y gas, con el apoyo de gobiernos de todo el mundo, planean ampliar la producción sobre la premisa de que estas soluciones no probadas eliminarán mágicamente el problema en algún momento del futuro. Hay que resistirse a esto. Los gobiernos tienen la obligación de comprometerse con medidas significativas para proteger nuestros derechos humanos, no con unas estrategias mal planteadas para proteger los beneficios de la minoría rica que más se beneficia del sector de los combustibles fósiles.
Seguir explotando el petróleo, el gas fósil o el carbón calentará aún más nuestro sobrecalentado planeta, cansando más devastación y prolongando el sufrimiento. Todos los recursos de combustibles fósiles actualmente sin explotar deben permanecer para siempre bajo tierra; hacen falta medidas urgentes para hacer una transición equitativa a fuentes sostenibles de energía. La COP28 debe asimismo reafirmar su compromiso de intentar limitar el aumento de la temperatura global este siglo a 1,5 ºC para evitar las peores repercusiones del cambio climático.
Caos climático y pérdidas y daños
El año 2023 va camino de ser, con diferencia, el año más caluroso del que se tiene registro. Los daños del calentamiento global son cada vez más evidentes y causan un aumento de la frecuencia y la gravedad de fenómenos meteorológicos extremos e intensifican fenómenos de aparición lenta como las sequías, la desertificación y la subida del nivel del mar.
El mundo podría estar en un punto de inflexión en el que las sequías van seguidas de incendios forestales que liberan grandes cantidades de dióxido de carbono que, de otro modo, permanecerían en el medioambiente, calentando aún más la atmósfera. La calidad del aire se deteriora y la contaminación atmosférica ligada directamente a los combustibles fósiles mató a 1,2 millones de personas en 2020.
Esto afecta a cosechas y ecosistemas, y al aumento de la escasez de alimentos y de agua, lo que contribuye a una mayor competición por los recursos y al desplazamiento, la migración y los conflictos. Decenas de millones de personas sufren, y los derechos humanos de miles de millones están amenazados.
La campaña global Escribe por los Derechos de Amnistía Internacional apoya a Uncle Pabai y Uncle Paul, líderes comunitarios de la nación Guda Maluyligal en el estrecho de Torres (la parte más septentrional de Australia), cuyas islas y medios de subsistencia está destrozando el cambio climático.
Las consecuencias del cambio climático son devastadoras para personas como Uncle Pabai y Uncle Paul, y para los ecosistemas de los que dependen muchas comunidades vulnerables como la suya. Se están destruyendo medios de subsistencia, así como estilos de vida y la cultura de comunidades de todo el mundo.
La COP del año pasado acordó establecer un fondo de pérdidas y daños para ayudar a reparar los daños infligidos a en las personas más afectadas por el cambio climático. Desde entonces, el debate sobre la gestión del fondo se prolonga mientras aumenta el sufrimiento que iba a aliviar.
Este mismo mes, los Estados alcanzaron finalmente un esbozo de acuerdo que incluye hacer del Banco Mundial la sede provisional del fondo durante cuatro años, lo que deberá ser ratificado o debatido en la COP28.
Agnès Callamard ha declarado: “Instamos al Banco Mundial a que aclare si puede comprometerse con las salvaguardias recién acordadas, pues todos los Estados en desarrollo y las comunidades afectadas deben poder acceder al fondo, algo que no permiten las condiciones habituales, más restrictivas, del Banco Mundial.”
“También pedimos que los Estados industrializados que tienen la mayor responsabilidad histórica de las emisiones, así como otros, como los países de altos ingresos productores de combustibles fósiles, aporten con rapidez fondos a la escala necesaria para que el Fondo de Pérdidas y Daños pueda empezar a ayudar a las personas en situación de necesidad urgente.”
Justicia climática
Para la supervivencia de la humanidad es esencial un futuro sin combustibles fósiles. No obstante, muchos Estados siguen siendo esclavos de las empresas de combustibles fósiles e incluso las subvencionan. Hay que dejar de dar subvenciones estatales a un sector que está destrozando vidas y hacer una inversión mucho mayor a acelerar la transición a las energías renovables.
Las naciones “desarrolladas”, que son históricamente las mayores emisoras de gases de efecto invernadero, se habían comprometido a aportar 100.000 millones de dólares estadounidenses al año antes de 2020 para ayudar a las naciones que carecen de recursos suficientes a adaptarse a los impactos del cambio climático y mitigarlos. Este compromiso se ha cumplido finalmente años demasiado tarde, por lo que las naciones industrializadas y los Estados de altos ingresos productores de combustibles fósiles que asisten a la COP28 deben presentar un plan claro que no sólo compense el déficit existente, sino que también aumente sustancialmente sus contribuciones futuras y lo hagan principalmente mediante subvenciones y no préstamos.
Si las delegaciones tienen la visión y la determinación de enfrentarse al lobby de los combustibles fósiles, la COP28 podría poner rumbo a acabar rápidamente con el uso de los combustibles fósiles y a ayudar que haya una transición justa a unas energías renovables accesibles para todas las personas.
Un planteamiento basado en los derechos humanos, que respete y aplique el derecho a un medioambiente limpio, saludable y sostenible, salvará incontables vidas y evitará una crisis global que no respeta las fronteras nacionales. Mejorará la salud y los derechos a la vida, a la educación y a la salud. Las delegaciones que asisten a la COP28 deben aprovechar esta oportunidad para contribuir a una acción climática eficaz protegiendo los derechos humanos.
Información complementaria
La COP28 se celebra del 30 de noviembre al 12 de diciembre y reúne a más de 190 Estados y otras partes para abordar la crisis climática. Amnistía Internacional ha publicado un informe formal de trabajo de incidencia para la COP28. Agnès Callamard estará en la COP28 del 1 al 6 de diciembre como parte de la delegación de Amnistía Internacional que estará asistirá durante el evento.