Jueves, 22 de junio, 2023
“Los dirigentes mundiales que asistirán mañana a la Cumbre de París deben garantizar que las naciones más ricas se comprometen con un alivio completo de la deuda para las naciones de ingresos más bajos que incluya la cancelación de préstamos y el aumento de la asistencia internacional a Estados vulnerables”, ha declarado hoy Amnistía Internacional.
Amnistía Internacional pide a la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial (PACT) que se asegure de que las naciones más ricas cumplen compromisos financieros anteriores que han incumplido y adoptan otros nuevos que garanticen los derechos de las personas en los países de bajos ingresos.
Los derechos a un nivel de vida adecuado y a la seguridad social están consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, así como en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), ratificado por más de 170 países. El artículo 2 del PIDESC obliga a los Estados a tomar medidas, también por medio de la cooperación y la asistencia internacionales, para ayudar a otros Estados a cumplir sus obligaciones en materia de derechos económicos y sociales.
“Muchos Estados vulnerables, de bajos ingresos, están desbordados por reveses económicos, deudas que no pueden pagar y los efectos del cambio climático: una crisis a la que han contribuido muy poco, pero que está costando caro a la población de esos países. Estos desafíos no tienen precedentes y exigen replantearse cómo se configura la arquitectura financiera mundial”, afirmó Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
El derecho de muchas personas en países vulnerables a acceder a atención médica y a protección social no se cumple ni siquiera en el nivel más básico.
Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional
“El derecho de muchas personas en países vulnerables a acceder a atención médica y a protección social no se cumple ni siquiera en el nivel más básico. Es una necesidad vital proporcionar asistencia económica y técnica a estos países para que puedan ampliar los planes de protección social y garantizar el derecho de las personas a un nivel de vida adecuado.
“Unos niveles de deuda insostenibles pueden tener repercusiones graves para los derechos económicos y sociales. El costo de atender el servicio de la deuda existente puede desviar financiación esencial de gastos sociales fundamentales. Una acción internacional coordinada que ofrezca alivio de la deuda puede transformar la capacidad de los gobiernos para invertir en protección económica y social apoyando su capacidad para proteger los derechos de su población.
Todos los acreedores —Estados, acreedores privados e instituciones financieras internacionales— deben cooperar para garantizar el oportuno alivio de la deuda para todos los países en situación o riesgo de sobreendeudamiento y valorar todas las opciones disponibles, incluidas la reestructuración y la cancelación de la deuda.
Agnès Callamard
“Todos los acreedores —Estados, acreedores privados e instituciones financieras internacionales— deben cooperar para garantizar el oportuno alivio de la deuda para todos los países en situación o riesgo de sobreendeudamiento y valorar todas las opciones disponibles, incluidas la reestructuración y la cancelación de la deuda.
“Todos los Estados deben apoyar y financiar la creación de un fondo mundial de protección social para ayudar a los países que tienen dificultades para proporcionar las protecciones adecuadas, tal y como proponen la Organización Internacional del Trabajo y el relator especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos.
“Es lamentable que muchos Estados y organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales que representan a las comunidades más afectadas por estas crisis no estén representados en la Cumbre. Los Estados más expuestos a los efectos del cambio climático y al endeudamiento nacional deberían poder contribuir a los debates y participar en reformas que pueden lograr justicia climática y seguridad económica.
Es cuestionable si la reunión de París, convocada por el presidente francés Macron fuera del marco habitual de la ONU para los debates, es un foro adecuado para las reformas de fondo necesarias.
Agnès Callamard
“Es cuestionable si la reunión de París, convocada por el presidente francés Macron fuera del marco habitual de la ONU para los debates, es un foro adecuado para las reformas de fondo necesarias.
“No obstante, instamos a los participantes en la Cumbre a que reconozcan la urgencia de esta crisis que se está desencadenando y los animamos a que aprovechen el impulso creciente para el cambio. Es crucial que favorezcan más avances en la cumbre de dirigentes del G20 y en la conferencia sobre el clima (COP28) de este año.”
Financiación climática
Los países de bajos ingresos no pueden razonablemente abandonar de forma gradual los combustibles fósiles, proteger a la población de los daños de la crisis climática y proporcionar una reparación a las personas más afectadas si los Estados más ricos siguen eludiendo sus obligaciones de cooperación y asistencia internacionales contraídas en virtud del derecho de los derechos humanos y de los compromisos adoptados en el Acuerdo de París de 2015 y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de proporcionar financiación climática para los países en desarrollo.
Los países han incumplido la promesa de proporcionar 100.000 millones de dólares estadounidenses anuales para ayudar a los Estados a mitigar el cambio climático y adaptarse a él. Todavía no se ha dotado de financiación al fondo para pérdidas y daños, que aún no está operativo. La reunión sobre el clima celebrada en Bonn este mes se vio afectada negativamente por disputas entre los países ricos y los países en desarrollo sobre la financiación climática.
“Hacen falta compromisos para garantizar un alivio urgente y suficiente para las naciones sobreendeudadas, y más subvenciones, para apoyar a los Estados con dificultades para proteger los derechos de la población frente a los efectos devastadores de la crisis climática y otros desastres”, dijo Agnès Callamard.
Con una subida de la temperatura media global que se prevé superará el aumento de 1,5 ºC sobre los niveles preindustriales previamente acordados, el mundo está al borde de un desastre climático.
Agnès Callamard
“Con una subida de la temperatura media global que se prevé superará el aumento de 1,5 ºC sobre los niveles preindustriales previamente acordados, el mundo está al borde de un desastre climático. Esta cumbre debería ofrecer una oportunidad para que los dirigentes mundiales protejan los derechos de las personas más marginadas del planeta y no sigan desplazando la carga sobre quienes más sufren pero menos contribuyeron a causar esta crisis.”
Reforma tributaria y financiera
El sistema financiero global ha fallado a las personas que más riesgo corren de sufrir una combinación de crisis sin precedentes, y hace mucho que debería haberse emprendido una reforma fundamental para hacerlo más inclusivo, sostenible y equitativo.
Amnistía Internacional comparte muchos de los motivos de preocupación sobre esta cumbre que han expuesto organizaciones de la sociedad civil y algunos países del Sur global, como la ausencia de un debate programado sobre un convenio tributario mundial dirigido por la ONU y la creación de un órgano en materia fiscal en la ONU para establecer una gobernanza tributaria mundial más justa, y sobre el imperativo de alejar las finanzas de los combustibles fósiles y acercarlas a los derechos económicos y sociales.
Información complementaria
La Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial es un evento de dos días de duración convocado el año pasado por el presidente francés Macron que se celebrará en París los días 22 y 23 de junio. Se espera la asistencia de más de 50 jefes y jefas de Estado y de gobierno.
La reunión fue inspirada por la Iniciativa de Bridgetown, marco acordado en 2022 en Barbados para reformar el sistema financiero mundial y abordar las crisis de la deuda, del clima y del coste de la vida.
Amnistía Internacional ha formulado sus recomendaciones para financiar la justicia económica, social y climática.
Los Principios Rectores de la ONU sobre la Deuda Externa y los Derechos Humanos contienen una orientación específica sobre las obligaciones y responsabilidades en materia de derechos humanos de todas las entidades deudoras y prestamistas estatales y no estatales, incluidos los bancos multilaterales de desarrollo.