Viernes, 14 de octubre, 2022
Tras el creciente control de los medios de comunicación por parte del gobierno en los últimos años, estas nuevas medidas le permiten censurar y silenciar aún más las voces críticas de cara a las próximas elecciones en Turquía y más allá, con el pretexto de luchar contra la desinformación.
En respuesta a la aprobación en el Parlamento turco de la llamada “ley de desinformación”, que endurece el control del gobierno sobre las plataformas de redes sociales y los sitios web de noticias a la vez que penaliza la difusión de información considerada falsa, Güney Yildiz, investigador regional en Amnistía Internacional, ha manifestado:
Hoy es otro día aciago para la libertad de expresión y de prensa en Internet en Turquía.
“Hoy es otro día aciago para la libertad de expresión y de prensa en Internet en Turquía. Tras el creciente control de los medios de comunicación por parte del gobierno en los últimos años, estas nuevas medidas le permiten censurar y silenciar aún más las voces críticas de cara a las próximas elecciones en Turquía y más allá, con el pretexto de luchar contra la desinformación.”
“De hecho, en lugar de garantizar la seguridad de la información, las disposiciones de la ley, vagamente definidas, facilitan la persecución de quienes supuestamente difunden públicamente ‘información falsa’, que podrían enfrentarse a penas de cárcel de hasta tres años sólo por un retuit.
Esta legislación abre nuevas vías para que las autoridades amplíen su represión draconiana de la libertad de expresión e incrementen el efecto paralizante que produce el miedo al procesamiento penal.
“Si bien los Estados tienen un papel en la regulación de la expresión en línea de acuerdo con el derecho internacional, esta legislación abre nuevas vías para que las autoridades amplíen su represión draconiana de la libertad de expresión y aumenten el efecto paralizante que provoca el miedo al procesamiento penal.”
Información complementaria
La ley establece sanciones. Cualquier persona que difunda públicamente información falsa relativa a la seguridad interior y exterior, el orden público y la salud pública del país con el solo propósito de generar ansiedad, miedo o pánico entre la ciudadanía, de un modo que pueda alterar la paz pública, será condenada a una pena de uno a tres años de prisión.
Si quien comete el delito lo hace ocultando su verdadera identidad o como parte de las actividades de una organización, la pena se incrementará en la mitad.
El 12 de octubre, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa instó a las autoridades turcas a no promulgar esta legislación, a la luz de la opinión urgente de la Comisión de Venecia de octubre de 2022.