Viernes, 22 de octubre, 2021
Estaremos vigilando la actuación de las autoridades, para denunciar cualquier acto de represión contra quienes se manifiestan
Ante la respuesta negativa del gobierno cubano a las peticiones de la sociedad civil para llevar a cabo la Marcha Cívica por el Cambio, convocada para el 15 de noviembre con la intención de abogar por la liberación de personas activistas detenidas por ejercer sus derechos, incluido desde las históricas protestas del 11 de julio, así como por el respeto a los derechos humanos y la solución de las diferencias a través del diálogo, Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, dijo:
“Grupos de personas de varias provincias del país han estado entregando, en las últimas semanas, solicitudes a los diferentes gobiernos locales para pedir autorización de llevar a cabo marchas pacíficas, organizadas de forma clara y definida en un ejercicio legítimo de su derecho a la libertad de expresión. En lugar de garantizar estos derechos, el gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel ha declarado que estas marchas cívicas son ‘ilícitas’ y ‘anticonstitucionales’, violando nuevamente el derecho a la protesta pacífica en Cuba”.
“Amnistía Internacional ha recibido reportes de detenciones arbitrarias de activistas, hostigamiento, acoso y vigilancia, de parte de agentes de seguridad, hacia quienes se han sumado a la convocatoria organizada por el grupo Archipiélago. Esta respuesta de las autoridades es consistente con la política de represión aplicada durante décadas en Cuba, que criminaliza la protesta pacífica y encarcela y maltrata a personas cubanas de toda condición sólo por expresar sus opiniones. Estaremos vigilando la actuación de las autoridades, para denunciar cualquier acto de represión contra quienes se manifiestan”.
“La comunidad internacional no debe olvidar los cientos de personas que fueron detenidas durante las históricas protestas del 11 de julio pasado, simplemente por ejercer pacíficamente su derecho, así como las seis personas presas de conciencia que Amnistía Internacional nombró poco después de los hechos, como un gesto simbólico hacia los muchos cientos más que seguramente merecen esta designación, que deben ser liberados inmediata e incondicionalmente.”