Lunes, 30 de noviembre, 2020
Amazon se enfrenta a un escrutinio creciente por el trato a su personal; pedimos a la empresa que reaccione y asuma plenamente su obligación de respetar los derechos de trabajadores
Las personas que trabajan para Amazon están corriendo grandes riesgos en materia de salud y seguridad desde el inicio de la pandemia de COVID-19, pero su capacidad de denunciar y negociar colectivamente está sometida a presiones por parte del gigante del comercio electrónico minorista; así lo ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
Con motivo del Black Friday, uno de los periodos de mayor actividad de Amazon, Amnistía Internacional ha publicado un nuevo material titulado Amazon, Let Workers Unionize, en el que documenta el trato que recibe el personal por parte de la empresa en Estados Unidos, Francia, Polonia y Reino Unido.
Según ha descubierto el equipo investigador, Amazon ha socavado intentos de su personal de sindicarse y negociar colectivamente, incluso a través de una vigilancia exhaustiva en Estados Unidos y de amenazar con acciones judiciales en Reino Unido, y no ha abordado asuntos clave de salud y seguridad en Polonia y Francia.
“Durante toda la pandemia, los trabajadores y trabajadoras de Amazon han estado arriesgando la salud y la vida para garantizar la llegada de bienes esenciales hasta nuestras casas, ayudando a Amazon a generar unos beneficios sin precedentes. En este contexto, es alarmante que Amazon haya tratado de forma tan hostil sus intentos de sindicarse; cabía esperar otra cosa de una de las empresas más influyentes del mundo”, ha manifestado Barbora Černušáková, investigadora y asesora de Amnistía Internacional sobre derechos económicos, sociales y culturales.
“Ahora que se acerca el periodo de mayor actividad de Amazon con el Black Friday y las fiestas de Navidad, pedimos a la empresa que respete los derechos humanos de todo su personal y acate las normas laborales internacionales, que establecen claramente el derecho de sindicación de trabajadores y trabajadoras. Amazon debe abstenerse de violar el derecho a la privacidad de su personal, y dejar de tratar la actividad sindical como una amenaza.”
Se restablecen los objetivos de productividad
En marzo de 2020, Amazon suspendió sus estrictos objetivos de productividad para el personal ante la preocupación de que fueran incompatibles con las medidas de salud y seguridad que había que adoptar para evitar contagios de COVID-19. Sin embargo, en octubre, con vistas a la temporada vacacional de fin de año, Amazon anunció el restablecimiento de estos objetivos a sus trabajadores y trabajadoras de Estados Unidos, Reino Unido y otros países.
Personal de Amazon en Reino Unido comunicó la recepción de un mensaje de texto que decía: “A partir del 21 de octubre reanudaremos los informes sobre desempeño y productividad en el reparto a fin de estar preparados para atender a nuestros clientes en las próximas semanas”.
Amenazas y medidas disciplinarias a sindicatos
El derecho y las normas internacionales de derechos humanos establecen con claridad que todo trabajador o trabajadora tiene derecho a fundar sindicatos y afiliarse a ellos, a tener unas condiciones laborales seguras y a que se respete su derecho a la privacidad.
Aunque Amazon afirme que respeta el derecho de sus trabajadores y trabajadoras a unirse y formar sindicatos, ha socavado sistemáticamente la capacidad de actuación de estas asociaciones. Amazon no sólo señaló la presencia de sindicatos como un factor de “riesgo” en sus informes anuales de 2018 y 2019 sino que, además, en un vídeo de formación de 2018, aconsejaba al personal directivo estar atento a las “señales de alarma” sobre actividad sindical.
En marzo y abril hubo un estallido de indignación en Estados Unidos cuando Amazon despidió personal que había denunciado públicamente sus condiciones de salud y seguridad en el trabajo durante la pandemia.
En Reino unido se amenazó repetidamente a sindicalistas de GMB con mandamientos judiciales por “entrada ilegal” cuando intentaron acceder a las instalaciones de Amazon para reclutar miembros. Por otra parte, avisos legales enviados a sindicalistas en 2018 y 2019 demuestran que Amazon vigila a sindicalistas en sus cuentas de redes sociales, ya que se adjuntaban capturas de pantalla como prueba de las manifestaciones “planeadas”.
En Polonia, el sindicato Iniciativa de Trabajadores denunció que se habían adoptado medidas disciplinarias contra sus miembros, entre ellos una mujer que fue amonestada por reclutar sindicalistas en horas de trabajo.
Vigilancia
Otro motivo de preocupación es la vigilancia del personal de Amazon. En septiembre, Vice News informó de que Amazon había publicado anuncios para cubrir puestos de analista de inteligencia con el cometido de detectar riesgos como “amenazas de organización sindical contra la empresa”. Amazon retiró posteriormente los anuncios y declaró que se habían publicado por error.
El mismo mes, Vice News publicó detalles de documentos internos de Amazon que demostraban que la empresa había estado vigilando y analizando en secreto grupos privados de repartidores de Amazon Flex en Facebook para detectar planes de huelga o protesta, entre otros objetivos.
El 21 de septiembre de 2020, Amnistía Internacional se dirigió por escrito a Amazon para pedirle aclaración de su postura sobre las acusaciones de recopilación de datos y vigilancia indebidas sobre sus trabajadores y trabajadoras. En su respuesta, fechada el 12 de octubre de 2020, Amazon no contestaba a las preguntas específicas sobre tales prácticas. Pero sí afirmaba que Amazon concede un “gran valor a mantener conversaciones diarias con cada persona asociada a la empresa. La relación directa con nuestro personal es una parte importante de nuestra cultura laboral”.
Según documentos internos que se filtraron e hicieron públicos en octubre de 2020, Amazon utiliza la tecnología presuntamente para vigilar a su personal en Estados Unidos, lo que incluye rastrear sus cuentas en redes sociales para detectar señales o planes de huelga o protesta.
En octubre, el sitio de noticias Recode informó de que, según una comunicación interna filtrada, Amazon planeaba invertir cientos de miles de dólares en vigilar las “amenazas” sindicales mediante un nuevo sistema tecnológico denominado “geoSPatial Operating Console”.
“Esta clase de conducta siniestra al estilo Gran Hermano es totalmente inaceptable y atenta contra la libertad de expresión de trabajadores y trabajadoras y su derecho a organizarse", ha manifestado Barbora Černušáková.
Falta de colaboración con los sindicatos en materia de salud y seguridad durante la pandemia
Dado que todavía se contagian de COVID-19 cientos de miles de personas cada día, la salud y la seguridad del personal de Amazon siguen siendo motivo de gran preocupación.
En Polonia, Iniciativa de Trabajadores contó a Amnistía Internacional que, en marzo de 2020, Amazon se negó a debatir motivos de preocupación sobre salud y seguridad con este sindicato. En Francia, el sindicato Solidaires emprendió acciones judiciales ante los tribunales que obligaron a la empresa a detener temporalmente sus operaciones e introducir medidas más rigurosas de salud y seguridad.
Los sindicatos también han planteado motivos de preocupación relacionados con los complementos salariales de peligrosidad. Aunque en Europa y América del Norte se aprobaron complementos de peligrosidad adicionales para el personal de Amazon, a finales de mayo se retiraron en casi todos los países, a pesar de que continuaba la pandemia.
“Este periodo festivo es la culminación de un año largo y difícil para los trabajadores y trabajadoras de Amazon, que tienen que han tenido que luchar por el reconocimiento de sus derechos laborales en medio de una pandemia", ha dicho Barbora Černušáková.
"Amazon se enfrenta a un escrutinio creciente por el trato a su personal; pedimos a la empresa que reaccione y asuma plenamente su obligación de respetar los derechos de trabajadores y trabajadoras.”