Martes, 01 de octubre, 2019
En el momento de su detención, Vladislav Sharkovsky estaba indispuesto y tenía una fiebre muy alta, pero no recibió la atención médica que necesitaba. Su estado de salud ha seguido empeorando durante la detención en espera de juicio y, posteriormente, en la colonia penal, pero su madre afirma que no ha tenido acceso a servicios médicos adecuados
Vladislav Sharkovsky se halla cumpliendo una condena de 10 años de prisión en una colonia penal para menores de edad por haber cometido un delito menor, no violento, relacionado con las drogas. Su estado de salud viene empeorando desde su detención en marzo de 2018, pero la administración de la prisión le ha negado la atención médica que necesita y lo ha amenazado con represalias si su madre no deja de quejarse de las condiciones de reclusión a las que está sometido. Las autoridades deben proporcionarle la atención médica que necesita y protección contra toda forma de hostigamiento o represalia.
Actúen: redacten su propio llamamiento o utilicen esta carta modelo
General Oleg Matkin
Jefe de la Dirección del Servicio Penitenciario / Head of Penitentiary Directorate
Ministry of Internal Affairs
Brilevskaya Str., 14a
Minsk, 220039, Belarus
Fax: +375 17 215 54 57
Correo-e: pismo_din@mia.by
Señor Jefe de la Dirección del Servicio Penitenciario:
Me preocupa el trato que recibe Vladislav Sharkovsky, que se halla cumpliendo una condena de 10 años de prisión por un delito menor y no violento relacionado con drogas en la colonia penitenciaria número 22 (“Volchie Nory”) situada en Ivatsevichi.
Según la información a la que he tenido acceso, Vladislav Sharkovsky ha tenido complicaciones de salud tras su detención y encarcelamiento, y viene padeciendo de dolores de cabeza, empeoramiento de la tos, visión borrosa y dolor de estómago desde hace 14 meses. Además, ha sufrido un trauma al descubrir el cadáver de otro recluso adolescente que se había suicidado. Pese a las múltiples peticiones presentadas, la administración de la prisión no le ha proporcionado la asistencia médica y psicológica que necesita.
Según su madre, las autoridades penitenciarias presionaron a Vladislav Sharkovsky el 22 de abril de 2019 para que escribiera una nota en la que declarara que no necesitaba atención médica. También se ha sabido que la administración de la prisión lo ha amenazado diciendo que sufrirá represalias si su madre continúa quejándose sobre sus condiciones de reclusión.
Vladislav Sharkovsky tenía 17 años cuando empezó a trabajar para una empresa anónima que funcionaba a través de Internet y le pagaba por recoger y entregar paquetes. Según el acta de acusación formal, Vladislav Sharkovsky distribuía drogas ilegales como parte de un grupo organizado, lo que motivó su condena a 10 años de prisión en aplicación de la parte cuarta del artículo 328 del Código Penal. La sentencia se dictó a pesar de que Vladislav Sharkovsky no conocía la identidad de la empresa para la que trabajaba, y de que esta empresa permaneciera “desconocida” para la acusación. Los niños, niñas y adolescentes que cometen delitos menores y no violentos relacionados con drogas no deben ser encarcelados. En el caso de Vladislav Sharkovsky, que era menor de edad en el momento de cometer el delito, esto significa que debe quedar en libertad de forma inmediata y sus antecedentes penales deben ser eliminados.
Vladislav Sharkovsky ha visto violados su derecho a un juicio justo y los establecidos en la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño. Tras su detención, siendo todavía adolescente, Vladislav Sharkovsky no tuvo acceso a sus familiares ni a asistencia letrada hasta el día siguiente, y en ese tiempo fue obligado a firmar una declaración autoincriminatoria dictada por la persona responsable de la investigación. El hecho de que no se esté proporcionando a Vladislav Sharkovsky la atención médica adecuada puede constituir una pena o trato cruel, inhumano y degradante.
Lo insto a garantizar que Vladislav Sharkovsky recibe la atención médica que necesita y protección contra toda forma de hostigamiento o represalia.
Atentamente,
[NOMBRE]
Información complementaria
El 16 de marzo de 2018, el adolescente de 17 años Vladislav Sharkovsky fue detenido y acusado de pertenecer a un grupo organizado dedicado a la distribución de drogas ilegales. En ese momento, Vladislav trabajaba como mensajero, recogiendo y entregando paquetes para una empresa anónima que operaba a través de Internet. El 4 de septiembre de 2018 fue condenado a 10 años de prisión en aplicación de la parte cuarta del artículo 328 del Código Penal de la República de Bielorrusia. No se conoce la identidad de la persona responsable de la organización del grupo delictivo ni de otros miembros del mismo; Vladislav es el único de ellos que ha sido procesado.
En el momento de su detención, Vladislav Sharkovsky estaba indispuesto y tenía una fiebre muy alta, pero no recibió la atención médica que necesitaba. Su estado de salud ha seguido empeorando durante la detención en espera de juicio y, posteriormente, en la colonia penal, pero su madre afirma que no ha tenido acceso a servicios médicos adecuados. El 8 de marzo de 2019, Vladislav Sharkovsky encontró el cuerpo de un adolescente que se había suicidado en la colonia penal y quedó profundamente traumatizado por el incidente. Desde entonces, no puede dormir bien y tiene pesadillas.
El enfoque de Bielorrusia en materia de drogas se basa en leyes y prácticas muy punitivas. No se dispone de estadísticas oficiales, pero se calcula que miles de niños, niñas y adolescentes cumplen largas condenas por delitos menores y no violentos relacionados con drogas. En algunos casos que han llegado a conocimiento de Amnistía Internacional, los detenidos no han cometido ningún delito por voluntad propia, pero han sido inculpados por no cooperar con las autoridades en materia de lucha contra las drogas, que intentan utilizarlos para que incriminen a otros.
Los niños, niñas y adolescentes acusados de delitos relacionados con las drogas sufren incontables violaciones de derechos humanos desde el momento en que son detenidos y durante la investigación y el juicio, y, una vez condenados, muchos son recluidos en condiciones que violan el derecho y las normas internacionales.
La Convención sobre los Derechos del Niño, en el que Bielorrusia es Estado Parte, establece que la detención y reclusión de niños, niñas y adolescentes sólo debe utilizarse como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda. El Comité de los Derechos del Niño ha pedido reiteradamente a los Estados que eviten tratar a los niños, niñas y adolescentes como delincuentes por el consumo o posesión de drogas, y ha recomendado a los Estados que no los sometan a procesos judiciales por consumir drogas. Además, el Comité ha recomendado a los Estados que estudien alternativas a la penalización cuando se trata de niños, niñas y adolescentes acusados de haber cometido delitos menores y no violentos relacionados con drogas.
Pueden escribir llamamientos en: Ruso
También pueden escribir en su propio idioma.
Envíen llamamientos lo antes posible y no más tarde del: 8 de noviembre de 2019
Consulten con la oficina de Amnistía Internacional de su país si desean enviar llamamientos después de la fecha indicada.
Nombre y género gramatical preferido: Vladislav Sharkovsky (masculino)