Viernes, 30 de agosto, 2019
“Los informes de que a cientos de personas iraquíes internamente desplazadas se las está subiendo a autobuses y llevando a Hawija son sumamente preocupantes, pues gran parte de la ciudad está en ruinas", alertó Lynn Maalouf, directora de Investigación de Amnistía Internacional sobre Oriente Medio
En respuesta a la noticia de que cientos de personas iraquíes internamente desplazadas, en su mayoría mujeres, niños y niñas, han sido devueltas hoy desde un campamento situado en el norte, Hammam Al Alil, a su lugar de origen, Hawija, a pesar de existir grandes motivos de preocupación de índole humanitaria, Lynn Maalouf, directora de Investigación de Amnistía Internacional sobre Oriente Medio, ha declarado:
“Los informes de que a cientos de personas iraquíes internamente desplazadas se las está subiendo a autobuses y llevando a Hawija son sumamente preocupantes, pues gran parte de la ciudad está en ruinas. Muchas de estas personas no tienen una vivienda a la que regresar, tendrán dificultades para acceder a servicios esenciales, tales como la atención sanitaria y la escolarización, y puede que no tengan agua ni electricidad. Hasta que las autoridades creen un marco para garantizar su retorno voluntario y en condiciones de seguridad, el gobierno iraquí debe abstenerse de enviar a nadie de vuelta.
“No cabe duda de que estos retornos son prematuros. Además de la destrucción reinante y la falta de infraestructuras y servicios adecuados, hay otros graves obstáculos a considerar. En los últimos años, las familias que vuelven a su lugar de origen se han visto expuestas a toda una serie de abusos, como desalojos, detenciones, saqueo, abusos sexuales y discriminación. También hay indicios de que las familias desplazadas, especialmente las que se considera que tienen vínculos con el grupo armado autodenominado Estado Islámico, suelen encontrar trabas para obtener o reemplazar sus documentos de identidad. Como consecuencia, muchas personas —en ocasiones familias enteras— carecen de una documentación vital sin la que no pueden trabajar o desplazarse libremente.
“Las autoridades iraquíes siempre han asegurado a Amnistía Internacional que todas las devoluciones que realizan son voluntarias. Este súbito cambio en su política resulta preocupante y es contrario al derecho y las normas internacionales de derechos humanos, así como al derecho internacional humanitario. Instamos a las autoridades a que detengan de inmediato estas devoluciones".