Jueves, 14 de marzo, 2019
La campaña “Nunca más desoídas: Las mujeres que configuran el futuro de Siria” describe los múltiples abusos y violaciones de derechos humanos que sufren las mujeres a manos de las autoridades sirias y otras partes en el conflicto desde el comienzo de la crisis de Siria en 2011, como detención arbitraria, desaparición forzada, secuestro y violencia de género
Las mujeres de Siria deben tener un papel activo en la construcción del futuro del país; así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional con motivo del lanzamiento de una campaña para poner de relieve las violaciones de derechos humanos que han sufrido las mujeres en razón de su género durante el conflicto, así como su exclusión de los debates y las decisiones sobre el futuro.
La campaña “Nunca más desoídas: Las mujeres que configuran el futuro de Siria” describe los múltiples abusos y violaciones de derechos humanos que sufren las mujeres a manos de las autoridades sirias y otras partes en el conflicto desde el comienzo de la crisis de Siria en 2011, como detención arbitraria, desaparición forzada, secuestro y violencia de género.
La nueva campaña, cuyo lanzamiento tendrá lugar el Día Internacional de la Mujer, propone enviar un mensaje de solidaridad a las mujeres de Siria pidiendo representación igualitaria y efectiva en el proceso político. El objetivo de la campaña es amplificar las voces de las mujeres que tienen un papel protagonista como miembros activos de la sociedad siria al convertirse en activistas, manifestantes pacíficas, organizadoras de la ayuda humanitaria y fundadoras de organizaciones y centros comunitarios.
“Ocho años después del estallido de la crisis, las mujeres sirias, lejos de rendirse, se han convertido en valientes heroínas en el día a día a pesar del tremendo sufrimiento que han experimentado a lo largo del conflicto. Son activistas políticas y denuncian los abusos que cometen quienes ejercen el poder. Muchas de estas mujeres son las únicas proveedoras de ingresos de su familia y arriesgan la propia vida por alzar la voz", ha afirmado Samah Hadid, directora de Campañas de Amnistía Internacional para Oriente Medio.
“La participación de las mujeres en los procesos políticos es fundamental para alcanzar la igualdad de género y derechos humanos para todas las personas. La comunidad internacional —en particular Irán, Turquía y Rusia— debe presionar al gobierno y los grupos armados de oposición de Siria para que pongan fin a la discriminación y la violencia sexual y de otra índole basada en el género. Asimismo debe consultar a las mujeres y garantizar su representación efectiva en negociaciones y conversaciones de paz, en la redacción de la Constitución y en otros procesos de consolidación de la paz".
Amnistía Internacional entrevistó a 12 mujeres activistas que habían huido del conflicto y buscado seguridad en países vecinos y otros lugares. Las mujeres contaron a la organización que habían sido detenidas arbitrariamente, secuestradas y recluidas en precarias condiciones, con acceso limitado a los servicios básicos. También explicaron que sus familias las habían rechazado tras su liberación y que habían sufrido acoso y amenazas de muerte por su activismo humanitario y político, así como por intentar conocer el paradero de familiares sometidos a desaparición forzada o secuestro.
“Las mujeres de Siria deben ser incluidas en los debates sobre el pasado y el futuro del país en todos los niveles, local, regional e internacional. Acabar con la discriminación por motivos de género es imprescindible para garantizar rendición de cuentas y una sociedad justa en Siria”, ha manifestado Samah Hadid.
Las mujeres con las que habló Amnistía Internacional expresaron su preocupación por su escasa representación en los procesos de decisión sobre el futuro de Siria. Dijeron que en algunos casos sólo se incluye en esos debates a las mujeres que representan al gobierno o a la oposición.
Información complementaria
Desde 2011, Amnistía Internacional ha documentado violaciones de derechos humanos a mujeres en razón de su género por parte del gobierno y los grupos armados de oposición sirios.
Según las conclusiones de la organización, las mujeres detenidas por las autoridades sirias sufren invasivos controles de seguridad a su llegada a los centros de detención, que en algunos casos constituyen violación. Mujeres bajo custodia denunciaron haber presenciado o sufrido acoso sexual o agresión sexual a manos de guardias. También han sido recluidas junto a hombres y custodiadas por guardias varones, y se les ha denegado el acceso a tratamiento médico de enfermedades crónicas.
Amnistía Internacional ha documentado igualmente cómo los grupos armados han violado el derecho internacional humanitario en Idlib y Alepo secuestrando a mujeres para obligarlas a trabajar en las cocinas de los centros de detención informales dirigidos por ellos. También las han sometido a castigos corporales, como lapidación y flagelación, por supuestos delitos como tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.