Jueves, 25 de octubre, 2018
El pastor Norbert Valley, a quien la policía se llevó durante su servicio dominical para interrogarlo, está acusado de “facilitar la estancia ilegal” de un togolés. Tras la negativa del pastor a pagar una multa de 1.000 francos suizos, la fiscalía decidirá mañana si dicta auto de procesamiento
Las autoridades suizas deben retirar los cargos contra un pastor que ofreció comida y cobijo a una persona cuya solicitud de asilo había sido rechazada. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en vísperas de la decisión que mañana debe tomar la fiscalía respecto a si seguir adelante con el caso y procesar al pastor.
El pastor Norbert Valley, a quien la policía se llevó durante su servicio dominical para interrogarlo, está acusado de “facilitar la estancia ilegal” de un togolés. Tras la negativa del pastor a pagar una multa de 1.000 francos suizos, la fiscalía decidirá mañana si dicta auto de procesamiento.
“La criminalización de este acto de compasión no sólo es absurda, sino que demuestra hasta qué extremos están dispuestas a llegar las autoridades para intentar frenar las actividades humanitarias de quienes quieren ayudar a las personas refugiadas y solicitantes de asilo”, ha manifestado Cyrielle Huguenot, responsable de campañas sobre migración de Amnistía Internacional Suiza.
“Norbert Valley no ha hecho nada malo. Sencillamente mostró misericordia con una persona en una situación difícil, y debería ser alabado por ello, no multado".
El pastor Valley fue interrogado por la policía en febrero, cuando los agentes se presentaron en su iglesia de Le Locle en pleno sermón dominical.
En virtud del artículo 116 de la Ley de Extranjería suiza, fue acusado de “facilitar la estancia ilegal de un ciudadano de Togo, mediante la provisión reiterada de cobijo y alimento”.
De ser acusado, el pastor Valley tendría que enfrentarse a un juicio penal.
“Por desgracia, el del pastor Valley no es un caso aislado, sino únicamente el más reciente de una serie de casos en toda Europa en los que las autoridades han utilizado las leyes sobre inmigración y contra el tráfico de personas para criminalizar actos de solidaridad”, ha manifestado Cyrielle Huguenot.
“Estos casos no tratan únicamente del procesamiento de individuos, sino de la creación de una atmósfera en la que las personas que muestren decencia humana sean estigmatizadas y disuadidas de ayudar a otros seres humanos. El pastor Valley se ha convertido en un símbolo de todas aquellas personas que se niegan a dejarse intimidar para guardar silencio, y los cargos contra él deben ser retirados".