Lunes, 13 de agosto, 2018
“Hemos recibido informes de primera mano de personas del campo de Al Mattar que describen los ataques que han sufrido a manos de la milicia durante estos últimos días. Durante la noche, mientras las familias dormían, una milicia armada echó abajo las puertas de sus viviendas improvisadas, tras lo cual robó dinero y enseres domésticos y secuestró a 77 hombres y a un niño de 13 años", declaró Najia Bounaim, directora de campañas de Amnistía Internacional para el Norte de África
Esta mañana una milicia perteneciente a la brigada de Ghnewa atacó el campo para personas internamente desplazadas de Tariq al Mattar, en Trípoli, que alberga a más de 500 familias que fueron desplazadas de la localidad de Tawergha en 2011. El ataque parece ser una represalia a un altercado violento entre varios hombres jóvenes del campo que tuvo lugar hace unas dos semanas y que se saldó con la muerte de un miembro de una milicia armada de la brigada Ghnewa. Najia Bounaim, directora de campañas de Amnistía Internacional para el Norte de África, ha declarado:
“Hemos recibido informes de primera mano de personas del campo de Al Mattar que describen los ataques que han sufrido a manos de la milicia durante estos últimos días. Durante la noche, mientras las familias dormían, una milicia armada echó abajo las puertas de sus viviendas improvisadas, tras lo cual robó dinero y enseres domésticos y secuestró a 77 hombres y a un niño de 13 años. El grupo armado dio a la gente hasta hoy por la tarde para abandonar el campo, y hay excavadoras aparcadas listas para demolerlo todo. Exrresidentes del campo han contado a Amnistía Internacional que ahora el campo está vacío. Las familias han cogido las pertenencias que han podido y no tienen adónde ir.”
“Este ataque aberrante demuestra el grado de intimidación y castigo colectivo impuesto por las milicias a las personas desplazadas del campo de Al Mattar. El clima de impunidad que el gobierno libio ha promovido está envalentonando a las milicias para cometer estos abusos atroces de los que salen impunes.”
“Las autoridades libias deben tomar medidas firmes para reinstaurar el sistema judicial y desarmar y desmovilizar a las milicias, así como para hacer rendir cuentas a quienes perpetran estos abusos. Deben intervenir de inmediato para evitar que los grupos armados desalojen forzosamente a personas del campo, proteger a la población residente del campo frente a otros actos violentos y garantizar la liberación en condiciones de seguridad de los hombres secuestrados en la incursión de esta mañana. Además, es esencial que el Gobierno de Acuerdo Nacional tome las riendas del proceso de posibilitar y garantizar el regreso de la comunidad tawargha a su ciudad natal de Tawergha en condiciones de seguridad, lo cual incluye vigilar el proceso de regreso y asentamiento y la rehabilitación de las viviendas, colegios e infraestructura de la ciudad.”
Información complementaria
El campo para personas internamente desplazadas de Tariq al Mattar alberga a más de 500 familias que en 2011 quedaron desplazadas de la localidad de Tawergha, tras ser ésta utilizada como plataforma de lanzamiento de una ofensiva de fuerzas leales a Gadafi contra la ciudad de Misrata. Como consecuencia, toda la población de Tawergha, unas 40.000 personas, se vio obligada a abandonar la localidad y no ha podido regresar. Desde entonces, la población de Tawergha continua desplazada, viviendo en alojamientos improvisados y en campos desperdigados por todo el país.