Martes, 12 de junio, 2018

“Estamos recibiendo informes terribles de Derna, que, debido a un prolongado asedio e intensos combates, está al borde de una catástrofe humanitaria. Se están utilizando tácticas de bloqueo para causar sufrimiento innecesario a hombres, mujeres, niños y niñas, personas corrientes que se encuentran rodeadas, con cada vez menos alimentos, agua y material médico y sin forma de escapar de esta situación desesperada”, ha manifestado Heba Morayef, directora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África


Ante los informes sobre una intensificación de la crisis humanitaria en la ciudad libia sitiada de Derna, Amnistía Internacional pide al líder del Ejército Nacional Libio, general Khalifa Haftar, y a todas la partes combatientes que abran con urgencia corredores humanitarios para proporcionar asistencia imparcial y salvar la vida a la población civil que continúa atrapada allí mientras el ejército avanza.

La población de Derna se prepara para la batalla sangrienta que se va a librar en las calles de la ciudad mientras el Ejército Nacional Libio avanza para afianzar su control. Las personas que continúan allí afirman que no se atreven a intentar huir de la ciudad, porque es bien sabido que el Ejército Nacional Libio detiene arbitrariamente y somete a desaparición a quienes, por ajustarse a determinados perfiles, consideran sus enemigos, en especial sin son hombres jóvenes.

“Estamos recibiendo informes terribles de Derna, que, debido a un prolongado asedio e intensos combates, está al borde de una catástrofe humanitaria. Se están utilizando tácticas de bloqueo para causar sufrimiento innecesario a hombres, mujeres, niños y niñas, personas corrientes que se encuentran rodeadas, con cada vez menos alimentos, agua y material médico y sin forma de escapar de esta situación desesperada”, ha manifestado Heba Morayef, directora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

“Con la intensificación del asalto del Ejército Nacional Libio a la ciudad, todas las partes tienen la obligación, en virtud del derecho internacional humanitario, de facilitar el acceso sin restricciones a asistencia humanitaria imparcial, incluidos material médico y alimentos, y permitir a la población civil huir de los combates sin temor a sufrir detención arbitraria, hostigamiento, intimidación ni homicidios ilegítimos.”

Derna, ciudad portuaria del este de Libia, se encuentra sitiada desde julio de 2017. Los combates se han intensificado desde mediados de mayo, pues el Ejército Nacional Ligio intenta consolidar su poder y expulsar a la Fuerza de Seguridad de Derna, como se conoce ahora al grupo armado llamado hasta hace poco Asamblea Consultiva de Derna. La ciudad ha sufrido también intensos bombardeos aéreos y de artillería y feroces combates terrestres que han llegado hasta el centro urbano.

Las comunicaciones dentro de la ciudad son limitadas, y en los informes de la ONU, incluida la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), se califican las condiciones humanitarias de extremas. En su última actualización, del 30 de mayo, la OCAH informó de una grave escasez de alimentos, agua y material médico. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó el 9 de junio de que el número de personas desplazadas de Derna ascendía ya a 2.183.

Estos informes coinciden con los relatos de personas de Derna con las que Amnistía Internacional ha hablado. Con alarmantes testimonios, esas personas han informado a la organización de que el Ejército Nacional Libio está bloqueando deliberadamente la entrada de toda ayuda humanitaria en Derna, así como la salida de quienes solicitan permiso para marcharse a fin de recibir asistencia fuera de la ciudad.

El hospital principal de Derna advierte de grave escasez de material médico, y Amnistía Internacional ha sido informada por profesionales de la salud de que están al máximo de su capacidad para prestar cualquier asistencia que no sea para salvar la vida y que, a este ritmo, pronto no podrán hacer ni siquiera esto si no reciben la ayuda médica que tanto necesitan.

“El mes pasado, las fuerzas del Ejército Nacional Libio que supervisan el bloqueo se negaron a permitir la entrada de ocho contenedores llenos de material médico. El hospital principal de Derna sólo puede ofrecer asistencia en los casos en que es necesario estabilizar al paciente para salvarle la vida, por lo que los casos no urgentes se están derivando a centros médicos privados”, ha comunicado a Amnistía Internacional un funcionario del hospital.

Personas que viven en Derna y que han hablado con Amnistía Internacional han explicado que quienes resultan heridos a causa de los combates tienen que negociar individualmente, por medio de sus contactos tribales, el permiso para salir de la ciudad a fin de recibir atención médica fuera.

"Amnistía Internacional pide a las fuerzas del Ejército Nacional Libio que dejen de obstaculizar las operaciones de ayuda humanitaria. Todas las partes deben facilitar la entrada de los suministros de ayuda humanitaria y el trabajo de las agencias humanitarias a la vez que garantizan la salida en condiciones de seguridad de las personas civiles que deseen abandonar la ciudad. Se debe permitir que observadores independientes supervisen las operaciones de ayuda humanitaria y la evacuación de la población civil que quiera salir."

“Derna tiene más de 120.000 habitantes, [y] nos están castigando a todos. Nos libramos del Estado Islámico sólo para caer en otra situación [terrible]. Sólo queremos volver a nuestra vida normal”, explicó a Amnistía Internacional una persona residente en Derna.

“Se debe poner fin a los ataques indiscriminados y los bombardeos de zonas densamente pobladas. Todos los bandos deben esforzarse por proteger a la población civil y cumplir con las obligaciones que les impone el derecho internacional humanitario o se arriesgarán a tener que asumir la responsabilidad de crímenes de guerra”, ha afirmado Heba Morayef.

La población de Derna se prepara para una posible batalla sangrienta e interminable en las calles de la ciudad, similar a la campaña de Ejército Nacional Libre en Bengasi, que se cobró decenas de víctimas, muchas de ellas civiles, en Ganfouda en marzo 2017. El Ejercito Nacional Libio es conocido por utilizar tácticas atroces contra civiles, incluidas ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y ataques indiscriminados que han matado y herido a civiles y que en algunos casos constituyen crímenes de guerra.