Jueves, 30 de noviembre, 2023
En respuesta al denominado “homicidio por honor” de una mujer en Kohistán, Pakistán, cuya muerte fue ordenada por un jirga (consejo tribal) después de que unas imágenes suyas se hicieran virales, Nadia Rahman, directora regional adjunta de investigación sobre Asia meridional para Amnistía Internacional, ha declarado:
“Resulta sumamente preocupante la constante inacción del gobierno de Pakistán para poner fin al poder extrajudicial de los jirgas o consejos tribales, que gestionan sistemas judiciales paralelos que perpetúan impunemente la violencia patriarcal. En ocasiones anteriores, el Tribunal Supremo de Pakistán ha resuelto que el funcionamiento de estos consejos tribales es contrario a los compromisos contraídos por Pakistán en virtud de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer”.
Las autoridades deben poner fin a la impunidad por la violencia y abolir los denominados consejos municipales y tribales que prescriben estos atroces crímenes.
Nadia Rahman, directora regional adjunta de investigación sobre Asia meridional para Amnistía Internacional
“Aunque los reiterados ‘homicidios por honor’ han dado lugar a reformas legislativas y a una indignación social en el país, continúan imparables. No basta con detener a personas después de que se produzcan estos ataques. Las autoridades deben poner fin a la impunidad por la violencia y abolir los denominados consejos municipales y tribales que prescriben estos atroces crímenes.”
Información complementaria
Una mujer de 18 años fue asesinada a tiros por su padre y su tío la semana pasada por orden de los ancianos de un jirga (consejo) tribal en Pakistán. Los denominados “homicidios por honor” son endémicos en Pakistán, donde únicamente en 2022 se registraron 384 casos, según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán. Esos homicidios, que tienen lugar tras la aparición en redes sociales de imágenes posiblemente manipuladas de las víctimas que la familia considera un ataque al “honor familiar”, cada vez son más habituales.
Sin embargo, el índice de condenas en casos de violencia de género sigue siendo bajo, de un 1-2,5% (UNFPA). En Kohistán en concreto ha habido varios incidentes anteriores similares: por ejemplo, en 2011, seis hombres y mujeres fueron asesinados por orden del consejo tribal después de que se difundiera un vídeo en el que se les veía bailando. El hermano de las víctimas fue asesinado siete años después por un familiar por seguir adelante con el caso. A pesar de que el Tribunal Supremo de Pakistán tomó nota del incidente en 2012, los acusados en el caso fueron absueltos este año por falta de pruebas.