Martes, 23 de mayo, 2023
Las múltiples violaciones de derechos humanos a las que se ha sometido a Mohammad al Halabi demuestran una vez más que el sistema de justicia israelí ayuda a mantener el apartheid
Amnistía Internacional pide la excarcelación inmediata e incondicional de Mohammed al Halabi, preso de conciencia palestino que cumple una condena a 12 años de prisión en Israel. Mohammed, trabajador de ayuda humanitaria de Gaza, pasó seis años detenido en espera de juicio antes de ser declarado culpable de desviar fondos a Hamás en un proceso que adoleció de graves deficiencias.
La vista de apelación de Mohammed al Halabi debía celebrarse hoy, 17 de mayo de 2023, en el Tribunal Superior de Apelación de Israel. No obstante, su abogado defensor se vio obligado a solicitar un aplazamiento porque las autoridades israelíes se negaron a compartir información esencial antes de la vista —como un resumen de las pruebas y argumentos—, lo que destierra cualquier posibilidad de un juicio justo.
Ésta es el último episodio de la pesadilla kafkiana en la que las autoridades israelíes han mantenido atrapado a Mohammed al Halabi durante los últimos siete años.
Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África
“Esta es el último episodio de la pesadilla kafkiana en la que las autoridades israelíes han mantenido atrapado a Mohammed al Halabi durante los últimos siete años. La negativa de las autoridades israelíes a compartir documentos cruciales previos al juicio antes de la vista forma parte de un intento deliberado de obstruir la justicia y prolongar el sufrimiento de Mohammed”, manifestó Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Siete años después de la detención de Mohammed al Halabi, las autoridades israelíes no han presentado ninguna prueba creíble que justifique su encarcelamiento. Israel lo ataca por su labor humanitaria en el contexto de sus esfuerzos en curso para aplastar a la sociedad civil palestina y a las organizaciones de ayuda humanitaria independientes que trabajan en la Franja de Gaza ocupada. Mohammed al Halabi es preso de conciencia y debe ser puesto en libertad de inmediato y sin condiciones, y debe anularse la sentencia condenatoria dictada contra él.”
La Agencia de Seguridad Israelí (conocida como Shabak) usó la reciente “escalada de violencia” en Gaza como pretexto para no compartir material con el abogado de Mohammed, aunque la vista de apelación estaba programada desde hacía meses.
Múltiples violaciones de derechos humanos
Mohammed al Halabi era director de la oficina de Gaza de la entidad benéfica estadounidense World Vision hasta su detención en 2016. Ha dedicado su vida a apoyar y empoderar a los niños y niñas y las personas con discapacidad, dos de los grupos de población más afectados por el bloqueo ilegal de Israel y sus reiteradas ofensivas militares en la Franja de Gaza.
El 15 de junio de 2022, tras pasar seis penosos años bajo custodia, Mohammed fue declarado culpable de desviar millones de dólares a la administración de Hamás, grupo al que Israel considera organización terrorista, tras un juicio plagado de deficiencias. El 30 de agosto de 2022 fue condenado a 12 años de prisión, seis más.
Una investigación independiente realizada por World Vision y otra encargada por el Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio australiano, donante de World Vision, no hallaron indicios de desvío de fondos.
Las autoridades israelíes no han presentado ninguna prueba creíble que justifique el encarcelamiento de Mohammed al Halabi. Israel lo ataca por su labor humanitaria en el contexto de sus esfuerzos en curso para aplastar a la sociedad civil palestina.
Heba Morayef
Mohammed fue enjuiciado en secreto ante el Tribunal de Distrito de Beersheba, que pasó completamente por alto las abundantes pruebas que lo eximían de cualquier actuación indebida. Su declaración de culpabilidad se basó en gran medida en el testimonio de un preso informante condenado por perjurio, así como en “pruebas secretas” a las que ni Mohammed ni su abogado tuvieron acceso.
Las autoridades israelíes no han investigado la denuncia de tortura y otros malos tratos durante un interrogatorio a manos de la Shabak interpuesta por Mohammed al Halabi en 2018.
En una demostración de integridad personal y resiliencia, Mohammed rechazó numerosas ofertas de negociación de cargos que le habrían permitido conmutar su condena a cambio de “confesar” cargos que niega vehementemente.
“La repetida prolongación del sufrimiento de Mohammed es inaceptablemente cruel e injusta, especialmente tras el último ataque israelí a Gaza, donde viven su esposa, Ola, y sus cinco hijos. Imagina que te encierran por un delito que no cometiste, y sabes que tu familia está aterrorizada por las bombas: esta es la realidad del apartheid, afirma Heba Morayef.
“Las múltiples violaciones de derechos humanos a las que se ha sometido a Mohammad al Halabi demuestran una vez más que el sistema de justicia israelí ayuda a mantener el apartheid contra la población palestina.”