Miércoles, 07 de diciembre, 2022
- Más personas mayores asesinadas y heridas que de otros grupos
- Personas mayores viven en casas dañadas y en condiciones peligrosas
- Debido a la invasión de Rusia, miles de personas mayores desplazadas viven en instituciones estatales desbordadas
“Durante la invasión de Rusia, ha sido desproporcionado el número de muertes y heridas entre personas de más edad, que no pueden acceder a viviendas en igualdad de condiciones con otras personas tras ser desplazadas”, ha declarado hoy Amnistía Internacional en un nuevo informe.
El informe, titulado ‘I used to have a home’: Older people’s experience of war, displacement, and access to housing in Ukraine, documenta cómo las personas de más edad se quedan a menudo en zonas afectadas por el conflicto o no pueden huir de ellas, lo que las expone a sufrir perjuicios y a condiciones de vida peligrosas en viviendas gravemente dañadas. Gran parte de las que huyen no pueden pagar un alquiler, y miles han tenido que quedarse en instituciones estatales desbordadas que no tienen personal suficiente para proporcionar el nivel de cuidados necesario.
La invasión rusa de Ucrania, que tiene un impacto devastador en civiles de todas las edades, amenaza la integridad física de las personas más mayores y ha expulsado a millones de sus casas. En última instancia, la forma más oportuna de proteger los derechos de la población civil de más edad en Ucrania es que Rusia ponga fin a su guerra ilegítima.
La devastadora invasión rusa está teniendo un impacto desproporcionado en las personas de más edad en Ucrania.
Laura Mills, investigadora temática de Amnistía Internacional
“La devastadora invasión rusa está teniendo un impacto desproporcionado en las personas de más edad en Ucrania, donde muchas se quedan atrás, en zonas donde a menudo están en peligro de sufrir los incesantes ataques por tierra y por aire”, ha declarado Laura Mills, investigadora de Amnistía Internacional sobre personas de edad avanzada y personas con discapacidad.
“Las personas de edad avanzada suelen vivir en casas inseguras o, cuando pueden huir, terminan en refugios que no tienen recursos suficientes para atender sus necesidades, sobre todo si tienen discapacidades. Desde ahí, corren el riesgo de ser internadas en instituciones estatales. Ahora que se endurece el invierno, la comunidad internacional debe actuar con urgencia para reforzar el apoyo a este grupo de personas.”
El gobierno ucraniano ha hecho esfuerzos significativos para evacuar a la población de las zonas afectadas por el conflicto, incluso con el anuncio de la evacuación obligatoria de alrededor de 200.000 personas de la región de Donetsk en julio.
Sin embargo, el coste y la logística de garantizar alojamiento a las personas de más edad desplazadas por la guerra no debe recaer sólo en Ucrania. Amnistía Internacional pide a otros países que faciliten la evacuación de estas personas —prestando especial atención a las que tienen discapacidades— a alojamientos accesibles en el extranjero cuando sea posible.
Las organizaciones internacionales deben tomar más medidas para apoyar económicamente a las personas de más edad para que puedan alquilar una vivienda y, trabajando junto con las autoridades ucranianas, incluirlas entre las que tienen prioridad para ser ubicadas en alojamientos de nueva construcción.
Riesgos desproporcionados
En Ucrania, las personas mayores de 60 años representan casi una cuarta parte de la población. Las personas de más edad son desproporcionadamente vulnerables a los ataques: según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), que recaba datos sobre víctimas civiles en Ucrania, las personas mayores de 60 años son el 34% de la población civil que ha muerto violentamente desde febrero hasta septiembre de 2022 para casos en los que se registró la edad.
Las personas mayores, que tienen con más frecuencia problemas de salud, corren también un riesgo mayor en las zonas ocupadas, donde las fuerzas rusas han restringido severamente el acceso a la ayuda humanitaria, en flagrante violación del derecho internacional.
Svitlana*, de 64 años, que estaba en un pueblo ocupado por Rusia cerca de Járkov, dijo que su hermano de 61 años tuvo un ictus en abril de 2022. Fue hospitalizado, pero el hospital no tenía electricidad ni agua corriente. Le dieron de alta al día siguiente.
“No podían hacer nada, no podían hacer electrocardiogramas, no podían hacer electroencefalogramas, no tenían medicamentos”, dijo Svitlana. Menos de una semana después, su hermano murió por un segundo ictus, según el certificado de defunción que vio Amnistía Internacional.
Desplazamiento y aumento de la institucionalización
Muchas personas mayores desplazadas tienen dificultades para encontrar un alojamiento adecuado. Expulsadas del mercado privado por los precios cada vez más altos del alquiler y unas pensiones muy por debajo de los niveles de subsistencia, muchas de ellas corren un riesgo mayor de perder por completo el acceso a una vivienda.
Nina Silakova, de 73 años, que fue desplazada de la región de Luhansk, fue desalojada dos veces de un apartamento de alquiler: una en agosto, después de sufrir un ataque al corazón, cuando la propietaria temió tener que cuidarla, y de nuevo en octubre. A Nina le preocupaba no poder encontrar un tercer apartamento. “No hay lugares por ese precio en la ciudad porque hay muchas [personas desplazadas] […] No sé adónde ir […] ¿Y si salgo a la calle y le pregunto a la gente? La gente se limitará a pasar creyendo que soy una abuela enferma.”
Amnistía Internacional halló que los refugios eran muchas veces físicamente inaccesibles para las personas de más edad con discapacidad y que no tenían personal suficiente para ayudarlas. Como consecuencia, a menudo estas personas no tenían más remedio que vivir en una institución estatal. Según declaraciones del Ministerio de Política Social de Ucrania, solamente entre febrero y julio de 2022, al menos 4.000 personas de edad avanzada vivían en instituciones estatales tras perder su casa durante el conflicto.
No pueden pagar alquilar una vivienda, pagar los suministros, comer. Así que tenemos que enviarlas a residencias de ancianos.
Olha Volkova, que dirige un refugio para personas mayores con discapacidad desplazadas en Dnipró
Olha Volkova, que dirige un refugio para personas mayores con discapacidad desplazadas en Dnipró, dijo: “Casi el 60% de la gente [es enviada a instituciones]. No pueden pagar alquilar una vivienda, pagar los suministros, comer. Así que tenemos que enviarlas a residencias de ancianos.”
Amnistía Internacional visitó siete instituciones para personas mayores y personas con discapacidad en Ucrania y halló que estos centros no podían proporcionar el nivel de cuidados necesario —sobre todo para personas mayores con movilidad limitada— en parte porque no tienen personal suficiente para atenderlas. Entidades de observación ucranianas independientes informaron de que estas condiciones eran habituales antes de la invasión, que sólo ha exacerbado la escasez de personal.
Estamos abandonados aquí.
Liudmyla, de 76 años, que vive en una institución en la región de Járkov
“Sólo me dan la vuelta una vez cuando me cambian el pañal por la mañana, una vez cuando me cambian el pañal por la noche […] Estamos abandonados aquí”, dijo Liudmyla, de 76 años, que vive en una institución en la región de Járkov.
“En una residencia de ancianos no hay básicamente rehabilitación”, dijo Olha Volkova. “La persona está allí tumbada hasta que se muere.”
Mientras la guerra de Rusia contra Ucrania continúa, la infraestructura civil y los servicios están sometidos a una intensa presión. Sin embargo, el gobierno ucraniano debe hacer todo lo posible para garantizar que las entidades de observación pueden acceder a instituciones estatales y que las personas mayores que viven en ellas están entre las que tienen prioridad para recibir una vivienda alternativa en cuanto se disponga de una.
Viviendas peligrosas
Algunas personas mayores han decidido quedarse atrás, en su casa. Otras dijeron a Amnistía Internacional que no podían huir porque la información sobre evacuaciones era menos accesible para ellas.
Liudmyla Zhernosek, de 61 años, vive en Chernígov con su esposo, de 66 años, que usa una silla de ruedas. Contó: “Veía todos los días a personas más jóvenes caminando con mochilas junto a mi edificio. No me enteré hasta más tarde, por otras personas de la escalera, que iban al centro de la ciudad, había evacuaciones desde allí. Pero se tarda 40 minutos a pie, yo no podía llegar allí con mi esposo. Nadie nos dijo nada de evacuaciones, siempre me enteraba después.”
Nadie nos dijo nada de evacuaciones, siempre me enteraba después.
Liudmyla Zhernosek, de 61 años, que vive en Chernígov
Amnistía Internacional también ha documentado casos de personas mayores que viven en casas sin electricidad, gas o agua corriente. Las ventanas o tejados dañados durante el conflicto ya no proporcionaban protección de la lluvia, la nieve o el frío.
Cuando Amnistía Internacional entrevistó a Hanna Selivon, de 76 años, en Chernígov, sólo tenía techo el cuarto de año, donde personas voluntarias habían puesto un colchón en la bañera para que pudiera dormir.
Hanna dijo: “Todo el mundo en nuestra calle se marchó. Sólo quedamos yo y otras dos mujeres mayores […] Una tenía una discapacidad. Simplemente no teníamos adónde ir. Yo me escondía en un agujero en el sótano […] El 29 de marzo cayeron muchas bombas y cuando salí [del sótano] vi sólo que volaban las llamas […] que [mi casa] se estaba quemando. Mis piernas no se movían.”
Amnistía Internacional pide a los gobiernos y a las organizaciones internacionales que aumenten la ayuda a las personas mayores en Ucrania facilitando su evacuación voluntaria al extranjero, garantizando que tienen prioridad para recibir ayuda en efectivo y apoyando la creación de alojamientos físicamente accesibles para las que tienen una discapacidad.
La gente mayor debe ser evacuada a refugios accesibles, y debe darse prioridad a la reparación de sus casas.
Laura Mills
“Ahora que han llegado los gélidos meses del invierno, la gente mayor debe ser evacuada a refugios accesibles, y debe darse prioridad a la reparación de sus casas”, concluyó Laura Mills.
Metodología
Amnistía Internacional entrevistó a 226 personas para este informe, incluso en visitas personales a siete instituciones estatales. La investigación se llevó a cabo entre marzo y octubre de 2022, e incluyó un viaje de cuatro semanas a Ucrania en junio y julio de 2022.
Rendición de cuentas por crímenes de guerra
Amnistía Internacional documenta crímenes de guerra y otras violaciones del derecho internacional humanitario cometidos en la guerra de agresión de Rusia en Ucrania. Encontrarán toda la documentación producida por Amnistía Internacional aquí.
Amnistía Internacional ha pedido reiteradamente que se haga rendir cuentas a los miembros de las fuerzas rusas y a las autoridades responsables de la agresión contra Ucrania y de violaciones del derecho internacional, y ha recibido con satisfacción la investigación en curso de la Corte Penal Internacional en Ucrania. La rendición de cuentas exhaustiva en Ucrania requerirá los esfuerzos concertados de la ONU y de sus órganos, así como iniciativas en el ámbito nacional en aplicación del principio de jurisdicción universal.