Sábado, 05 de noviembre, 2022
La abogada Hoda Abdelmoniem lleva cuatro años detenida arbitrariamente y está siendo juzgada por un Tribunal de Seguridad del Estado para el estado de excepción por cargos falsos relacionados con su trabajo de derechos humanos.
La abogada Hoda Abdelmoniem lleva cuatro años detenida arbitrariamente y está siendo juzgada por un Tribunal de Seguridad del Estado para el estado de excepción por cargos falsos relacionados con su trabajo de derechos humanos. Las autoridades egipcias siguen negándole acceso a su familia y atención médica adecuada, a pesar de sus graves problemas de salud, tales como fallo renal y cardiopatía, y de su historial de hospitalizaciones. Hoda Abdelmoniem debe ser puesta en libertad de inmediato y sin condiciones.
Actúen: redacten su propio llamamiento o utilicen la siguiente carta modelo
Presidente Abdel Fatah al Sisi / President Abdelfattah al-Sisi
Office of the President, Al Ittihadia Palace
Cairo, República Árabe de Egipto
Fax: +202 2391 1441
Correo-e: p.spokesman@op.gov.eg
Twitter: @AlsisiOfficial
Excelencia:
La abogada de derechos humanos Hoda Abdelmoniem lleva cuatro años detenida arbitrariamente, debido sólo a su trabajo en favor de los derechos humanos. Tras pasar 35 meses detenida en espera de juicio, la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado la remitió a juicio ante un Tribunal de Seguridad del Estado para el estado de excepción. Hoda Abdelmoniem está acusada de unirse, financiar y apoyar a un “grupo terrorista” y de difundir noticias en las redes sociales para incitar a la violencia contra las instituciones del Estado por haber acusado a las fuerzas de seguridad de violaciones de derechos humanos en una página de Facebook llamada “Coordinación Egipcia por los Derechos y las Libertades”. Las actuaciones de los Tribunales de Seguridad del Estado para el estado de excepción —tribunales especiales que se establecen cuando entra en vigor un estado de excepción— son intrínsecamente injustas y sus sentencias no son apelables. El derecho de Hoda Abdelmoniem a una defensa adecuada también se ha violado, pues no se le permite reunirse con su abogado si no es en el tribunal. El juicio, que comenzó el 11 de septiembre, aún continúa. El 15 de octubre, durante una sesión del juicio, Hoda Abdelmoniem le habló brevemente a su marido sobre el empeoramiento de sus condiciones de detención, pero no pudo darle más detalles.
La primera vez que el marido y las hijas de Hoda Abdelmoniem pudieron visitarla en la cárcel desde su detención fue el 23 de agosto de 2022. La visita, que duró 25 minutos, tuvo lugar en presencia de funcionarios de seguridad, y ella no pudo hablar libremente. Hoda Abdelmoniem padece cardiopatía, fallo renal, trombosis arterial e hipertensión, y en octubre de 2021 dijo al tribunal que un médico de la cárcel había recomendado que se le practicara un cateterismo cardíaco. A pesar de ello, las autoridades de la prisión de mujeres de Al Qanater, donde está encarcelada, siguen negándose a que sea trasladada a un hospital para recibir tratamiento, y a que sus familiares accedan a su expediente médico, lo cual incrementa su preocupación por su salud.
En vista de todo lo anterior, le insto a que ponga en libertad de inmediato y sin condiciones a Hoda Abdelmoniem y que retire todos los cargos contra ella, ya que ha sido detenida y procesada únicamente por su trabajo de derechos humanos. Le pido que, hasta que quede en libertad, se asegure de que se le proporcionan los medios necesarios para comunicarse periódicamente con su familia y sus abogados, que puede acceder a atención médica adecuada —si es necesario, fuera de la cárcel— y que se le proporciona su historial médico.
Atentamente,
[NOMBRE]
Información complementaria
El 1 de noviembre de 2018, a la una y media de la madrugada, fuerzas de la Agencia de Seguridad Nacional irrumpieron en la casa de Hoda Abdelmoniem en El Cairo, la saquearon, y, tras vendarle los ojos, se llevaron a la abogada. Hoda Abdelmoniem estuvo tres semanas sometida a desaparición forzada, al cabo de las cuales fue presentada ante la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado para ser investigada. Luego volvieron a llevarla a un lugar desconocido. Su familia la vio de nuevo brevemente el 24 y el 28 de noviembre de 2018 en las dependencias de la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado. Volvió a estar en desaparición forzada entre el 2 de diciembre de 2018 y el 14 de enero de 2019, pues las autoridades se negaron a revelar su paradero a sus familiares y abogados.
El 1 de noviembre de 2018, el día en que Hoda Abdelmoniem fue detenida, las autoridades egipcias hicieron una serie de redadas en las que detuvieron al menos a 31 activistas y abogados y abogadas de derechos humanos, 10 mujeres y 21 hombres. La represión estuvo dirigida en particular contra Coordinación Egipcia por los Derechos y las Libertades, organización que documenta las desapariciones forzadas y el uso de la pena de muerte y presta asistencia jurídica a víctimas de violaciones de derechos humanos. En una declaración publicada el 1 de noviembre de 2018, en la que anunciaba la suspensión de su trabajo de derechos humanos, esta organización calificó la situación en Egipto de incompatible con el trabajo de derechos humanos y pidió la intervención del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
El 30 de noviembre de 2020, la familia de Hoda Abdelmoniem supo por los familiares de otras presas que Hoda había sido hospitalizada en la cárcel y luego trasladada a un hospital fuera de la prisión debido a un fuerte dolor. Aunque las autoridades de la cárcel niegan a sus seres queridos el acceso a su historial médico, y por tanto éstos no saben cuál es exactamente su estado de salud, las familias de otras reclusas les dijeron que Hoda Abdelmoniem tenía un riñón inutilizado y que el otro le funcionaba mal. El 1 de diciembre de 2020, el Ministerio del Interior anunció que se le había facilitado atención sanitaria y que su estado de salud no revestía gravedad.
El 23 de agosto de 2021, la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado remitió a Hoda Abdelmoniem, al defensor de los derechos humanos y fundador de Coordinación Egipcia por los Derechos y las Libertades Ezzat Ghoniem, a Aisha al Shater, hija del líder de la Hermandad Musulmana Shairat al-Shater, y al abogado Mohamed Abu Horira, así como a otros 27 acusados, para que fueran juzgados por un Tribunal de Seguridad del Estado para el estado de excepción. La Fiscalía presentó varios cargos contra ellos, como pertenecer a un grupo terrorista (la Hermandad Musulmana), difundir a través de una página de Facebook —llamada “ Coordinación Egipcia por los Derechos y las Libertades”— noticias falsas sobre abusos contra los derechos humanos cometidos por las fuerzas de seguridad, financiar a un grupo terrorista y estar en posesión de folletos en los que se promovían los objetivos del grupo terrorista. En una vista celebrada el 11 de octubre de 2021, Hoda Abdelmoniem dijo a los jueces que el médico de la cárcel había determinado que necesitaba someterse a un cateterismo cardíaco y había pedido que quedara en libertad por razones médicas. Además, les informó de que el médico le había dicho que los traslados a centros hospitalarios externos se habían suspendido por la COVID-19. Amnistía Internacional sabe que otros presos y presas han sido trasladados a centros hospitalarios fuera de la cárcel desde que comenzó la pandemia de COVID-19, entre ellos la propia Hoda Abdelmoniem, a quien trasladaron brevemente el 30 de noviembre de 2020 para recibir tratamiento por un posible fallo renal.
El 25 de octubre de 2021, el presidente Abdel Fatah al Sisi anunció que no ampliaría el estado de excepción, vigente desde 2017, que permitía la creación de Tribunales de Seguridad del Estado especiales para dicho estado. El artículo 19 de la ley que rige el estado de excepción dispone que los juicios en curso continuarán incluso cuando el estado de excepción ya no esté vigente. En los tres meses previos a la decisión de no renovar el estado de excepción, las autoridades egipcias remitieron a juicio ante tribunales de excepción al menos a 20 defensores y defensoras de los derechos humanos, activistas y figuras políticas de la oposición.
Los procedimientos en los Tribunales de Seguridad del Estado para el estado de excepción son intrínsecamente injustos. A las personas acusadas se les niega el derecho a apelar contra su sentencia y contra su condena ante un tribunal superior. El presidente es el único que tiene la facultad de autorizar, anular o conmutar condenas u ordenar un nuevo juicio. Otras violaciones documentadas de las debidas garantías en los juicios afectan al derecho de la persona acusada a contar con tiempo e instalaciones adecuadas para la preparación de la defensa, a comunicarse con un abogado de su elección y a que la vista sea pública. Además, los jueces de los Tribunales de Seguridad del Estado para el estado de excepción deniegan sistemáticamente a los abogados el permiso para fotocopiar los expedientes, que en algunos casos superan las 2.000 páginas, y les indican que deben examinarlos en la sede judicial. Los fiscales y jueces tampoco entregan copia del auto de procesamiento a las personas acusadas y a sus abogados, lo que menoscaba su derecho de ser informados de la naturaleza exacta y la causa de los cargos formulados.
Hoda Abdelmoniem trabajaba como asesora voluntaria para Coordinación Egipcia y participaba activamente en la labor de documentación de violaciones de derechos humanos, incluidos casos de desaparición forzada. Fue miembro del Consejo Nacional de Derechos Humanos y del Colegio de Abogados de Egipto. Tenía prohibido viajar fuera de Egipto desde finales de 2013, sin que estuviera acusada de ningún delito. El 27 de noviembre de 2020, el Consejo de los Colegios de Abogados de la Comunidad Europea otorgó su Premio de Derechos Humanos 2020 a Hoda Abdelmoniem y otros seis abogados y abogadas detenidos en Egipto.