Lunes, 19 de septiembre, 2022
Las autoridades fiscales y los agentes de los servicios de inteligencia y seguridad iraníes de la provincia de Azerbaiyán Occidental mantienen sometido a desaparición forzada desde julio de 2021 al disidente kurdo de nacionalidad iraní Edris Feqhi, que corre peligro de sufrir tortura u otros malos tratos.
Las autoridades fiscales y los agentes de los servicios de inteligencia y seguridad iraníes de la provincia de Azerbaiyán Occidental mantienen sometido a desaparición forzada desde julio de 2021 al disidente kurdo de nacionalidad iraní Edris Feqhi, que corre peligro de sufrir tortura u otros malos tratos.
Presidente de la Magistratura
Head of judiciary, Gholamhossein Mohseni Ejei
c/o Embassy of Iran to the European Union
Avenue Franklin Roosevelt No. 15, 1050 Bruxelles, Bélgica
Señor Gholamhossein Mohseni Ejei:
Las autoridades fiscales y los agentes de seguridad e inteligencia de la provincia de Azerbaiyán Occidental mantienen a Edris Feqhi, de 36 años y miembro de la disidencia de la oprimida minoría kurda de Irán, sometido a desaparición forzada desde julio de 2021. El 27 de julio de 2021, la Guardia Revolucionaria Iraní informó de una emboscada con armas efectuada contra miembros del grupo kurdo de oposición Partido por una Vida Libre en Kurdistán (PJAK, por sus siglas en kurdo) en Bukán (provincia de Azerbaiyán Occidental). Edris Feqhi fue posteriormente identificado como uno de los hombres contra los que se había disparado. Basándose en la información de los medios de comunicación públicos, su familia pensó al principio que éste había muerto. Sin embargo, en agosto de 2021, unos testigos presenciales informaron a la familia de que Edris Feqhi había sido herido y detenido poco después de escapar del lugar donde había tenido lugar inicialmente el tiroteo en la localidad de Elm Abad. Entre septiembre y noviembre de 2021, dos personas que habían estado detenidas notificaron a la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN, por sus siglas en inglés) que lo habían visto vivo en un centro de detención de la Guardia Revolucionaria Iraní situado en el cuartel de Almahdi, en Urmía (provincia de Azerbaiyán Occidental). Estas personas afirmaron que el activista se encontraba en un estado de salud precario debido a la tortura sufrida y la falta de asistencia médica.
El 29 de septiembre de 2021, tras los denodados esfuerzos realizados por la familia de Edris Feqhi, un funcionario de la Fiscalía de Urmía confirmó verbalmente su detención, pero se negó a develar su paradero y dijo que el activista llamaría por teléfono a su familia cuando finalizase la fase de investigación. Sin embargo, en noviembre de 2021, un alto cargo de la Sección 6 de la Fiscalía de Urmía negó esa información. Este último año, los funcionarios del cuartel de Almahdi decían generalmente a la familia que no podían facilitar información, pero en ocasiones le han aconsejado que solicite la autorización por escrito de la Organización de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria Iraní para realizar una visita familiar, indicando que Edris Feqhi está bajo su custodia. En la oficina de relaciones públicas de la Organización de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria Iraní situada en Urmía, las autoridades han señalado en una ocasión que Edris Feqhi llamará por teléfono a su familia “cuando concluyan los procedimientos administrativos”. Otras veces, han dicho que Edris Feqhi está muerto, proporcionado información contradictoria sobre las circunstancias de su supuesta muerte y entierro, o afirmado que el certificado de defunción se emitirá en breve. A finales de julio de 2022, el Ministerio de Inteligencia citó a la madre de Edris Feqhi después de que ésta publicara un vídeo online en el que pedía apoyo a los grupos de derechos humanos. Los agentes del Ministerio afirmaron primero que Edris Feqhi había muerto, pero luego insinuaron que estaba sometido a procedimientos penales y que la familia debía contratar asistencia letrada. Ese mismo mes, un agente del Ministerio comunicó informalmente a una fuente entrevistada por la KHRN que Edris Feqhi había sido trasladado a un centro de detención de dicho ministerio situado en Urmía.
Lo insto a revelar de forma inmediata la suerte y el paradero de Edris Feqhi y ponerlo en libertad si está bajo custodia del Estado —salvo que haya pruebas suficientes no obtenidas por medio de tortura y otros malos tratos para acusarlo de algún delito común reconocible—, respetar su derecho a un juicio justo y no intentar imponer la pena de muerte. Mientras tanto, lo insto a que lo proteja contra la tortura y otros malos tratos, y le conceda acceso a sus familiares, a asistencia letrada de su elección y a atención médica adecuada. También le pido que ordene realizar una investigación exhaustiva, independiente e imparcial sobre las circunstancias de su desaparición forzada y las denuncias de tortura y otros malos tratos a fin de procesar en juicios justos sin recurso a la pena de muerte a las personas sobre las que existan sospechas razonables de responsabilidad.
Atentamente,
[NOMBRE]
Información complementaria
El 27 de julio de 2021, la Guardia Revolucionaria Iraní anunció en una declaración difundida por los medios de comunicación públicos que había “identificado y aniquilado […] un equipo de terroristas de la zona de Bukán, formado por tres personas y cuya misión era llevar acabo acciones de carácter destructivo y contra la seguridad”. La declaración agregaba que dos miembros del equipo habían resultado muertos y otro estaba herido. El 6 de agosto de 2021, el Partido por una Vida Libre en Kurdistán (PJAK) emitió una declaración en la que se identificaba a los dos hombres muertos como Edris Feqhi y Mohsen Ghaderi. Por consiguiente, la familia de Edris Feqhi celebró su funeral sin cuerpo presente. Según un testigo entrevistado por Amnistía Internacional, unos agentes del Ministerio de Inteligencia irrumpieron en el funeral, interrogaron a varios familiares que estaban de luto, y detuvieron a uno de ellos durante varios días. En agosto de 2021, la familia de Edris Feqhi viajó desde Sanandaj (provincia de Kurdistán), donde reside, a Elm Abad y otras localidades de los alrededores (provincia de Azerbaiyán Occidental) para obtener más información sobre las circunstancias del homicidio notificado de Edris Feqhi y Mohsen Ghaderi. Los familiares también se dirigieron a varias oficinas gubernamentales y bases militares situadas en la zona de búsqueda del cadáver de Edris Feqhi. En el proceso, se enteraron por varios testigos presenciales de que Mohsen Ghaderi había sobrevivido al tiroteo y huido de Irán, y que a Edris Feqhi lo habían detenido, llevado al hospital Arefian de Urmía y después trasladado a un lugar desconocido. En el hospital Arefian, el personal médico les dijo que no estaba autorizado a facilitar información. La familia intensificó su búsqueda después de que la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN) denunciara en septiembre de 2021 que una persona que había estado detenida había visto a Edris Feqhi en un centro de detención de la Guardia Revolucionaria Iraní situado en el cuartel de Almahdi, en Urmía. Los familiares acudieron en varias ocasiones a ese cuartel a solicitar información, pero los agentes de la Guardia Revolucionaria Iraní les decían que Edris Feqhi no estaba recluido en el cuartel o les aconsejaban que solicitaran la autorización por escrito de la Organización de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria Iraní conocida como “Número 114” o de la Sección 6 de la Fiscalía, ambas con sede en Urmía, para realizar una visita. En noviembre de 2021, la familia consiguió por fin reunirse con el investigador principal (bazpors, en persa) de la Sección 6 de la Fiscalía, que negó haber confirmado en septiembre de 2021 la detención de Edris Feqh y afirmó que las autoridades fiscales carecían de información sobre éste.
El 21 de febrero de 2022, los familiares de Edris Feqh se reunieron pacíficamente delante de la Número 114. A lo largo del día, los agentes de la Guardia Revolucionaria Iraní les presentaron diversas explicaciones contradictorias sobre la suerte y el paradero de Edris Feqhi. Al principio, pidieron un número de teléfono de los familiares y dijeron que llamarían una hora más tarde. Luego, prometieron que les proporcionarían un certificado de defunción. Varias horas más tarde, afirmaron que no era posible proporcionar un certificado de defunción, pero que podían mostrarles una fotografía del cadáver de Edris Feqhi. También dijeron que la Guardia Revolucionaria Iraní había abatido a Edris Feqhi y lo había enterrado en un lugar sin especificar que calificaron de “la’nat abad” (una expresión despectiva que en persa significa “tierra maldita” y que las autoridades llevan utilizando desde 1979 para referirse a sitios remotos de sepultura donde las víctimas de ejecuciones de motivación política son enterradas en fosas comunes o individuales sin nombre). Por la tarde de ese mismo día, los agentes volvieron a cambiar de discurso y afirmaron que no estaban involucrados en el caso de Edris Feqhi y que éste había muerto durante un enfrentamiento armado que había tenido lugar entre dos grupos armados de oposición kurdos. Angustiada con esas explicaciones contradictorias, la madre de Edris Feqh amenazó con inmolarse. Entonces, los agentes de la Guardia Revolucionaria Iraní llevaron a ésta y al hermano de Edris Feqhi al interior de la Número 114, y les dijeron que habían abatido a Edris Feqhi y Mohsen Ghaderi se había llevado después el cadáver y lo había enterrado en un lugar sin identificar. Luego, metieron a la madre y el hermano de Edris Feqhi en un automóvil y los llevaron a una comisaría policial cercana donde los presionaron para que firmaran una declaración en la que se comprometían a no reunirse de nuevo delante de la Número 114. También llevaron a la comisaría a los demás familiares que seguían frente a la Número 114 y los presionaron para que firmaran el mismo compromiso. En respuesta a la insistencia continuada de los familiares de Edris Feqhi en pedir información, un agente de la Guardia Revolucionaria Iraní se les acercó en la comisaria y les dijo —sin que los demás agentes pudieran oírlo— que Edris Feqhi estaba detenido en el cuartel de Almahdi.
Amnistía Internacional ha tenido conocimiento de que Edris Feqhi llevaba muchos años siendo activista medioambiental y de la sociedad civil en la provincia de Kurdistán. Una declaración emitida por el PJAK el 6 de agosto de 2021 parece indicar que, ante la intensificación de los ataques contra activistas de la sociedad civil, Edris Feqhi decidió incorporarse al brazo político de ese grupo y trasladarse al norte de Irak. El PJAK tiene un brazo político y otro armado. Quienes se incorporan al brazo político pueden portar armas, incluso cuando cruzan a Irán para realizar tareas de reclutamiento u organización política, pero no deben efectuar ataques armados contra organismos estatales. En agosto de 2021, un periodista local que investigaba las circunstancias del tiroteo que tuvo lugar el 24 de julio de 2021, lo que incluía hablar con testigos locales, contó a la KHRN que Edris Feqhi y Mohsen Ghaderi no estaban armados en el momento de la emboscada. Según el periodista, la Guardia Revolucionaria Iraní identificó a los hombres después de que la persona que los alojaba en Irán los denunciara. El derecho a la libertad de expresión incluye el derecho a defender pacíficamente cualquier visión política siempre que las ideas propugnadas no promuevan el odio ni inciten a la discriminación, el odio o la violencia. El derecho a la libertad de expresión está amparado por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que Irán ha ratificado.