Viernes, 01 de julio, 2022
- Ex jefe de seguridad sustituye a Carrie Lam como jefe del Ejecutivo el 1 de julio
- Lee ha anunciado planes de introducir leyes más represivas en la ciudad
- El presidente chino Xi conmemorará en Hong Kong el 25 aniversario de la entrega de Reino Unido
- La ONU analiza esta semana el desempeño de Hong Kong en materia de derechos humanos
“John Lee, el nuevo jefe del Ejecutivo de Hong Kong, debe cambiar radicalmente su enfoque para que la ciudad no se hunda aún más en el colapso de los derechos humanos”, ha declarado Amnistía Internacional con motivo de la toma de posesión de Lee en presencia del presidente chino Xi Jinping el viernes.
El ex jefe de seguridad de Hong Kong, que supervisó la represión policial de las protestas multitudinarias de 2019 y la aplicación de la represiva ley de seguridad nacional de la ciudad, tomará el relevo de la anterior lideresa, Carrie Lam.
“El historial de represión de John Lee hace que este sea un momento preocupante para los derechos humanos en Hong Kong. Como jefe de seguridad de la ciudad, dirigió el asalto contra activistas, figuras políticas de la oposición y la sociedad civil en aplicación de la ley de seguridad nacional, y elogió a la policía, que había usado fuerza excesiva contra manifestantes en 2019”, afirmó Erwin van der Borght, director regional de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía.
“Un nuevo gobierno es siempre una oportunidad para romper con el pasado, pero el futuro de las libertades de Hong Kong depende de que el gobierno de Lee cambie de rumbo y se desvíe de la actitud inflexible que ha causado tanto sufrimiento en la ciudad. En concreto, debe comenzar defendiendo la ley de forma que cumpla estrictamente las normas internacionales de derechos humanos”.
Xi presenciará la toma de posesión del líder elegido a dedo
El 1 de julio se cumplen 25 años de la fecha en que Gran Bretaña entregó Hong Kong a China. También se cumplen dos años de la aprobación por Hong Kong de una ley de seguridad nacional que entró en vigor justo antes de la medianoche del 30 de junio de 2020 y que, desde entonces, menoscaba las libertades de expresión, de reunión pacífica, de asociación y otros derechos humanos en la ciudad.
Como jefe de seguridad de Hong Kong entre 2017 y 2021 y miembro del Comité de Seguridad Nacional de la ciudad, Lee fue una autoridad clave responsable de hacer cumplir la ley, lo que ha permitido una represión generalizada de la disidencia.
Figuras políticas de la oposición, activistas y periodistas han sido objeto de detenciones y enjuiciamientos so pretexto de la ley, redactada de forma imprecisa. Desde que se promulgó, alrededor de cien organizaciones de la sociedad civil se han visto obligadas a disolverse o marcharse de la ciudad.
La ley de seguridad nacional fue impuesta por el gobierno central chino del presidente Xi, que visita Hong Kong por primera vez desde el 20 aniversario de la devolución, el 1 de julio de 2017.
“El presidente Xi vuelve a un Hong Kong radicalmente distinto del que visitó la vez anterior, hace cinco años. La ciudad se ha transformado rápidamente merced a la draconiana ley de seguridad nacional promulgada por el gobierno de Xi en 2020”, dijo Erwin van der Borght.
“Xi supervisa la toma de posesión de un nuevo líder elegido por las autoridades de Pekín en un territorio donde la ley —y su aplicación represiva— recuerda cada vez más a las de la China continental”.
John Lee: historial de represión
Como secretario de Seguridad de Hong Kong, Lee dirigió en 2019 la represión del movimiento de protesta multitudinaria, en su mayor parte pacífico, durante la cual Amnistía Internacional documentó tortura y otros malos tratos de manifestantes a manos de la fuerza policial de Hong Kong, entre otras violaciones de derechos humanos. Como mando superior, fue responsable de no prevenir e investigar efectivamente el uso por la policía de fuerza innecesaria y excesiva.
Posteriormente fue responsable de funciones policiales cuando las autoridades de la ciudad utilizaron la ley de seguridad nacional impuesta por Pekín para aplastar todas las formas de disidencia. Amnistía Internacional ha documentado múltiples violaciones de derechos humanos perpetradas en virtud de la ley.
Lee ya ha indicado sus planes de impulsar nuevas leyes represivas como jefe del Ejecutivo, incluso mediante la introducción del célebre artículo 23 de la Ley Fundamental de la ciudad. La legislación, que fue cancelada debido a las protestas multitudinarias cuando el gobierno trató de aprobarla hace dos decenios, establece que el gobierno de Hong Kong debe promulgar sus propias leyes para prohibir la traición, la secesión, la sedición y “la subversión contra el gobierno central”, entre otras infracciones.
Lee y otros altos cargos han declarado también que el nuevo gobierno impulsará facultades aún mayores en virtud del régimen legal de la seguridad nacional, incluidas leyes sobre los secretos de Estado, la ciberseguridad y las “noticias falsas”.
“El Consejo Legislativo de Hong Kong, purgado de la oposición en aplicación de la ley de seguridad nacional, dará de hecho el visto bueno a las propuestas de Lee, que probablemente reflejarán leyes similares de China continental”, prosiguió Erwin van der Borght.
“La definición sumamente general de estas leyes facilita su aplicación arbitraria, lo que crea aún más incertidumbre y temor entre la ciudadanía de Hong Kong”.
Revisión de la situación de los derechos humanos en la ONU
Esta semana, el Comité de Derechos Humanos de la ONU analizará el desempeño del gobierno de Hong Kong en materia de derechos humanos por primera vez desde la implementación de la ley de seguridad nacional.
El gobierno de Hong Kong ha afirmado que sus esfuerzos para salvaguardar los derechos humanos están abiertos al examen público. Sin embargo, Amnistía Internacional ha documentado datos según los cuales se ha disuadido a ciertos grupos de participar en esta revisión de la ONU por temor a ser acusados de “connivencia con fuerzas extranjeras” en virtud de la ley de seguridad nacional.
El panorama de la sociedad civil de Hong Kong ha cambiado de forma radical desde la última vez que la ONU revisó formalmente la situación de los derechos humanos en Hong Kong en 2018. Muchos grupos locales que facilitaban la participación de la sociedad civil en los mecanismos de derechos humanos de la ONU se disolvieron en 2020 y varios de sus dirigentes están actualmente detenidos en espera de ser juzgados por cargos de seguridad nacional, mientras otros se han visto obligados a exiliarse.
“La próxima revisión por la ONU de Hong Kong pondrá de manifiesto los descomunales fallos del gobierno en el respeto, la promoción y la protección de los derechos humanos de la ciudadanía en los últimos años”, añadió Erwin van der Borght.
“El nuevo gobierno puede empezar a abordar esto garantizando que toda nueva legislación es sometida, antes de su adopción, a un escrutinio público y político auténtico y significativo. Las nuevas leyes deberán estar definidas con claridad y precisión, e incluir salvaguardias contra los abusos, en estricto cumplimiento de las leyes y normas internacionales de derechos humanos”.
Amnistía Internacional ha presentado una información al Comité de Derechos Humanos de la ONU con motivo del próximo informe periódico sobre Hong Kong.