Lunes, 06 de julio, 2020

Dennis Christensen, ciudadano danés que lleva más de 20 años viviendo en Rusia, fue detenido un mes después del fallo del Tribunal Supremo de 2017, y se convirtió en el primer testigo de Jehová detenido en Rusia tras la prohibición. Según los informes ha sufrido el acoso de la administración de la colonia, con amonestaciones injustificadas por presuntas violaciones del régimen penitenciario


El 25 de junio, la Fiscalía recurrió la sentencia judicial del día 23 del mismo mes por la cual se concedía la libertad a Dennis Christensen, ciudadano danés afincado en Rusia. El 26 de junio la administración de la colonia penal le impuso un régimen de confinamiento punitivo por presuntas infracciones menores del reglamento de la prisión, lo cual pone en cuestión la posibilidad de que sea excarcelado. Dennis Christensen es preso de conciencia, perseguido únicamente por sus creencias religiosas, y debe ser puesto en libertad de inmediato y sin condiciones.

Actúen: Redacten su propio llamamiento o utilicen la siguiente carta modelo

Fiscal de la región de Kursk / Prosecutor of Kursk Region

Aleksey Nikolaevich Tsukanov

Prosecutor’s Office of Kursk Region

Ul. Lenina, 21

Kursk, 305000

Federación Rusa

Correo-e: kurskobl@mail.ru

Señor fiscal:

Me dirijo a usted para instarlo a asegurar que la Fiscalía retira su recurso contra la puesta en libertad del testigo de Jehová danés Dennis Christensen, y que no se conculcan sus derechos mientras permanezca bajo custodia.

El 23 de junio, el Tribunal de Distrito de Lgov decidió poner en libertad a Dennis Christensen tras conmutar su pena y ordenarle pagar una multa de 400.000 rublos. El representante de la Fiscalía que se encontraba presente durante el juicio respaldó esta medida. Sin embargo, el 25 de junio, otro fiscal recurrió la decisión del tribunal basándose en los informes negativos de la administración de la colonia penal sobre Dennis Christensen, en los que se afirmaba que tenía un “historial favorable de trabajo y vida pública” en la institución.

Durante la reclusión de Dennis Christensen en la colonia penitenciaria núm. 3, la administración de la misma le ha impuesto en repetidas ocasiones medidas de castigo sin causa justificada. La Fiscalía ha anulado algunas de estas medidas. El 26 de junio, un día después de que la Fiscalía presentase su recurso, Dennis Christensen recibió una nueva amonestación y se le impusieron medidas de confinamiento punitivo por hallarse en la cantina fuera del horario autorizado y por vestir una camiseta, en vez de la chaqueta de su uniforme de presidiario. Dennis Christensen contó a su representante legal que, aunque había más personas con él en el momento en que se presuntamente se cometieron las infracciones, sólo lo mandaron a él a la celda de castigo. En la actualidad, a pesar de su mala salud, Dennis está recluido en condiciones inhumanas y comparte con otro preso una celda de unos seis metros cuadrados que tiene moho y carece de ventilación adecuada. Esto constituye un peligro aún mayor para su salud, ya deteriorada a consecuencia de una neumonía. Su estado de salud lo hace especialmente vulnerable a la COVID-19.

En abril, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos instó a los Estados a que pusieran en libertad a los presos y presas políticos y a las personas que pudieran estar especialmente en peligro de contraer la COVID-19. Dennis Christensen ha sido condenado por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de religión y practicar su fe como testigo de Jehová. Es preso de conciencia y debe ser puesto en libertad de manera inmediata e incondicional.

Teniendo en cuenta la información expuesta en párrafos anteriores, lo insto a asegurar que se retira el recurso contra la puesta en libertad de Dennis Christensen y que no se conculcan sus derechos mientras permanezca bajo custodia.

Atentamente,

[NOMBRE]

Información complementaria

Los Testigos de Jehová sufren persecución y hostigamiento en la Rusia moderna desde 2009, cuando un tribunal de la región de Rostov, en el sur del país, prohibió su organización local y declaró que 34 de sus publicaciones eran “extremistas”. En los años siguientes, diversos tribunales locales declararon “extremistas” a varios grupos de testigos de Jehová de toda Rusia. Su procesamiento se basó en la ambigua definición de “extremismo” contenida en la legislación rusa, y estaba en consonancia con la creciente práctica de aplicarla de manera imprecisa y cada vez más selectiva contra la disidencia no sólo política, sino también religiosa y de otra índole. En abril de 2017, el Tribunal Supremo ruso dictó el cierre de la organización central de los Testigos de Jehová en Rusia, el fin de sus actividades y la confiscación de sus propiedades. Esta decisión supuso la prohibición en la práctica de todos los grupos locales. Desde entonces, toda actividad realizada en nombre de un grupo local de los Testigos de Jehová se considera delito.

Dennis Christensen, ciudadano danés que lleva más de 20 años viviendo en Rusia, fue detenido un mes después del fallo del Tribunal Supremo de 2017, y se convirtió en el primer testigo de Jehová detenido en Rusia tras la prohibición. El 6 de febrero de 2019, el Tribunal de Distrito de Zheleznodorzny, en Orel, lo declaró culpable de “organizar actividades de una organización extremista” (artículo 282.2.1 del Código Penal ruso) y lo condenó a seis años de prisión. La fiscalía sostuvo que era un organizador del culto local de los Testigos de Jehová, y argumentó como prueba de su “delito” que recibía donativos y organizaba la limpieza del local utilizado para el culto. El Tribunal Regional de Orel confirmó la sentencia el 23 de mayo, y Dennis fue trasladado a la colonia penitenciaria núm. 3 en la región de Kursk, a unos 200 kilómetros de Orel, ciudad del oeste de Rusia donde vivía.

Allí, según los informes, Dennis Christensen ha sufrido el acoso de la administración de la colonia, con amonestaciones injustificadas por presuntas violaciones del régimen penitenciario. Sus anteriores solicitudes de libertad condicional o relajación del régimen penitenciario han sido rechazadas. Aunque no se ha recuperado totalmente de una neumonía que contrajo a finales de 2019, la administración penitenciaria no le presta la atención médica adecuada que necesita, y según los informes, ha “perdido” su historial médico. El 23 de junio, el Tribunal de Distrito de Lgov, en la región de Kursk, falló que Dennis Christensen debía quedar en libertad tras haber conmutado el resto de su pena por el pago de una multa de 400.000 rublos. No obstante, dos días más tarde esta decisión fue recurrida, y en la actualidad Dennis se halla a la espera de que el tribunal fije una fecha para ver el recurso.

En junio de 2017, Dennis Christensen presentó una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por su detención. Posteriormente, Dinamarca se unió a la demanda como tercero en el caso Christensen v. Russia. Se sabe que la demanda ha pasado la fase de comunicación.

Según la información facilitada por la organización de los Testigos de Jehová, las represalias contra sus miembros en Rusia se han intensificado desde la sentencia condenatoria dictada contra Dennis Christensen. A 1 de julio se han emprendido actuaciones penales contra al menos 353 testigos de Jehová por cargos de extremismo, y al menos 170 están detenidos en espera de juicio. Diez personas han sido declaradas culpables. Se ha ordenado el ingreso en prisión de al menos 25 personas, y 24 estaban bajo arresto domiciliario. Al menos 973 viviendas de testigos de Jehová han sido asaltadas desde el fallo del Tribunal Supremo de 2017, 176 de ellas en 2020, incluso durante la pandemia de COVID-19.

Amnistía Internacional considera que la decisión de las autoridades rusas criminaliza las enseñanzas y prácticas de los Testigos de Jehová, medida arbitraria y discriminatoria que constituye una violación del derecho a la libertad de religión. La organización ha pedido a las autoridades que anulen estas decisiones. También ha insistido constantemente en que la legislación rusa contra el extremismo se aplica a menudo arbitrariamente y ha pedido a las autoridades que revisen las leyes y prácticas pertinentes para ajustarlas a las normas internacionales. Amnistía Internacional considera que Dennis Christensen y todos los demás testigos de Jehová privados de su libertad únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de religión son presos de conciencia. Deben quedar en libertad de forma inmediata e incondicional y deben anularse sus sentencias condenatorias y retirarse todos los cargos pendientes en su contra.

Pueden escribir llamamientos en: Ruso

También pueden escribir en su propio idioma.

Envíen llamamientos lo antes posible y no más tarde del: 14 de agosto de 2020

Consulten con la oficina de Amnistía Internacional de su país si desean enviar llamamientos después de la fecha indicada.

Nombre y género gramatical preferido: Dennis Christensen (él)

Enlace a la AU anterior: https://www.amnesty.org/es/documents/eur46/2525/2020/es/