Martes, 30 de junio, 2020
Kamal Hassan Ramezan Soulo, kurdo sirio recluido arbitrariamente en la provincia iraní de Azerbaiyán Occidental, corre riesgo de ejecución desde hace tres años, porque las autoridades del Ministerio de Inteligencia se niegan a reconocer su identidad real y, en lugar de ello, lo someten a tortura y otros malos tratos para obligarlo a hacer “confesiones” falsas a fin de implicarlo en un ataque armado. Continúan pidiendo su ejecución alegando que es otra persona, a pesar de dos fallos judiciales que confirman su identidad. Debe ser puesto en libertad de inmediato.
Actúen: Redacten su propio llamamiento o utilicen la siguiente carta modelo
Presidente de la Magistratura
Head of the Judiciary Ebrahim Rais
c/o Permanent Mission of Iran to the UN
Chemin du Petit-Saconnex 28, 1209 Geneva, Suiza
Señor Ebrahim Raisi:
Kamal Hassan Ramezan Soulo, kurdo sirio de 30 años, recluido arbitrariamente en la prisión central de Urmía, provincia de Azerbaiyán Occidental, corre riesgo de ejecución arbitraria desde 2017, porque las autoridades del Ministerio de Inteligencia se niegan a reconocer su verdadera identidad. En lugar de ello, lo están sometiendo a tortura y otros malos tratos a fin de que “confiese” que participó en un ataque armado con el que no tuvo nada que ver. Amnistía Internacional ha sabido que la última vez que lo sometieron a tortura y otros malos tratos fue el 13 de junio de 2020, cuando lo trasladaron a un centro del Ministerio de Inteligencia donde lleva ya seis días recluido en régimen de incomunicación.
La autoridades del Ministerio de Inteligencia han afirmado falsamente que Kamal Hassan Ramezan Soulo es la misma persona que “Kamal Soor”, quien fue condenado a muerte in absentia en noviembre de 2011 en relación con un ataque armado que tuvo lugar en julio de 2006 y que las autoridades iraníes atribuyen al grupo kurdo de oposición de Irán Partido por una Vida Libre en Kurdistán (PJAK). Sin embargo, la Sección 1 del Tribunal Revolucionario de Urmía ha fallado dos veces, en septiembre de 2017 y en junio de 2020, que no es “Kamal Soor”. A pesar de ello, las autoridades del Ministerio de Inteligencia continúan pidiendo cruelmente su ejecución. Según información recopilada por Amnistía Internacional, en los últimos tres años las autoridades lo han sometido reiteradamente a reclusión en régimen de incomunicación y a tortura y otros malos tratos, como patatas, puñetazos y azotes con cables, a fin de que “confiese” falsamente que es “Kamal Soor”.
Kamal Hassan Ramezan Soulo fue detenido el 28 de agosto de 2014 en las proximidades de los montes Qandil, cerca de la frontera entre Irán e Irak. En agosto de 2015, la Sección 2 del Tribunal Revolucionario de Urmía lo condenó a 10 años de prisión, reducidos posteriormente a siete años y medio, por delitos contra la seguridad nacional relacionados con su pertenencia al Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), grupo kurdo de oposición de Turquía. En mayo 2017, cuando estaba cumpliendo ya la pena de prisión, los funcionarios de la prisión le dijeron que estaba condenado a muerte, porque las autoridades pensaban que era “Kamal Soor”. Kamal Hassan Ramezan Soulo debía haber sido puesto en libertad en octubre de 2019, tras concedérsele un indulto en la causa por la fue condenado originalmente. Sin embargo, el Ministerio de Inteligencia continúa bloqueando ilegalmente su excarcelación.
Lo insto a dejar a Kamal Hassan Ramezan Soulo en libertad de inmediato, pues se encuentra recluido arbitrariamente, sobre la base de afirmaciones ilegítimas e intencionadamente falsas que ha formulado el Ministerio de Inteligencia sobre su identidad. Hasta que sea puesto en libertad, debe estar protegido contra la tortura y otros malos tratos, incluidas las amenazas de ejecución. Le pido también que ordene abrir de inmediato una investigación independiente e imparcial sobre su presunta reclusión reiterada en régimen de incomunicación y tortura y otros malos tratos y que garantice que se hace rendir cuentas a los responsables.
Atentamente,
[NOMBRE]
Información complementaria
El 20 de mayo de 2017, Kamal Hassan Ramezan Soulo fue citado inesperadamente por las autoridades de la prisión, que le dijeron que estaba condenado a muerte. Previamente se habían sucedido una serie de acontecimientos que ponen de manifiesto las graves deficiencias del sistema de justicia penal de Irán, entre ellas la impunidad con que actúan los organismos de inteligencia y seguridad para privar arbitrariamente a las personas de sus derechos humanos, incluidos los derechos a la vida, a la libertad y a la seguridad. En 2015, tras varios enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de Irán y el PJAK, las autoridades iraníes formularon nuevos cargos penales contra dos altos cargos de este grupo, identificados como “Kamal Soor” y “Rahman Haji Ahmadi”, y pidieron la ayuda de Interpol para localizarlos y detenerlos. El 12 de noviembre de 2011, la Sección 3 del Tribunal Revolucionario de Urmía declaró a ambos culpables de “enemistad con Dios” (moharebeh) in absentia y los condenó a muerte por un ataque armado llevado a cabo contra una comisaría de policía de Erbilan, localidad próxima a Urmía, el 26 de julio de 2006 y que las autoridades iraníes atribuyeron al PJAK. Tras la formulación de nuevos cargos contra los dos hombres en 2015, la fiscalía solicitó también información sobre su paradero a la Guardia Revolucionaria y al Ministerio de Inteligencia. En su respuesta, el segundo afirmó que la verdadera identidad de “Kamal Soor” era Kamal Hassan Ramezan Soulo, quien estaba ya en prisión. Sobre esa base, el 28 de julio de 2016 la fiscalía sometió a Kamal Hassan Ramezan Soulo a investigación por “enemistad con Dios” (moharebeh) en relación con el ataque de julio de 2006.
Kamal Hassan Ramezan Soulo no supo que las autoridades del Ministerio de Inteligencia afirmaban falsamente que era “Kamal Soor” y querían atribuirle la sentencia condenatoria y la condena a muerte dictadas in absentia contra “Kamal Soor” hasta el 20 de mayo de 2017, cuando las autoridades de la prisión le proporcionaron copia de una carta que la Oficina de Aplicación de Condenas había remitido al director de la prisión central de Urmía con fecha de 17 de mayo de 2017. En la carta se afirmaba que “Kamal Hassan Ramezan Soulo (Kamal Soor) había sido condenado a muerte por la Sección 3 del Tribunal Revolucionario de Urmía el 12 de noviembre de 2011 por moharebeh [enemistad con Dios]”. También se decía en ella que “la condena era definitiva y debía comunicársele al condenado.”
El abogado de Kamal Hassan Ramezan Soulo presentó entonces una denuncia ante la fiscalía, comunicando que lo ocurrido en el caso de su cliente iba contra la ley y que se había negado a éste la oportunidad de defenderse ante el tribunal y presentar pruebas de que no era “Kamal Soor”. La Oficina de Aplicación de Condenas, que pertenece a la fiscalía, remitió entonces el caso a la Sección 3 del Tribunal Revolucionario para pedirle consejo. El 22 de agosto de 2017, el tribunal determinó que no cabía aplicar a Kamal Hassan Ramezan Soulo la condena a muerte impuesta a “Kamal Soor” en 2011 hasta que no se llevaran a cabo nuevas investigaciones para aclarar si los dos nombres se referían a la misma persona. El tribunal señaló en su sentencia que, de acuerdo con la Guardia Revolucionaria, no se trataba de la misma persona y que “Kamal Soor” seguía en libertad.
En los meses siguientes, el abogado de Kamal Hassan Ramezan Soulo presentó pruebas a la fiscalía y a la Sección 1 del Tribunal Revolucionario de Urmía, que conocía de la nueva causa abierta contra “Kamal Soor” en 2015. Entre las pruebas figuraban documentos de identidad que confirmaban que Kamal Hassan Ramezan Soulo había nacido en Ras al Ayn, localidad de la gobernación siria de Al Hasakah, mientras que en el caso de “Kamal Soor” se había determinado que había nacido en Mardin, Turquía. Los documentos establecían además que Kamal Hassan Ramezan Soulo había nacido el 1 de enero de 1990, por lo que tenía 16 años en el momento del ataque de 2006, lo cual contradecía la información presentada por las autoridades del Ministerio de Inteligencia, según la cual “Kamal Soor” era un miembro de alto rango del PJAK. Basándose en estas pruebas, que corroboraba también la Guardia Revolucionaria, la Sección 1 del Tribunal Revolucionario de Urmía determinó en septiembre de 2017 que Kamal Hassan Ramezan Soulo y “Kamal Soor” no eran la misma persona, y sacó al primero de la nueva causa que seguía pendiente contra el segundo. A pesar de ello, las autoridades del Ministerio de Inteligencia han seguido negándose a reconocer la verdadera identidad de Kamal Hassan Ramezan Soulo y piden todavía su ejecución. El 2 de marzo de 2020, su abogado presentó una nueva denuncia ante la fiscalía. Tras reiterados seguimientos, la denuncia se remitió a la Sección 1 del Tribunal Revolucionario de Urmía. A principios de junio de 2020, el tribunal confirmó una vez más que Kamal Hassan Ramezan Soulo y “Kamal Soor” no eran la misma persona y ordenó a la fiscalía localizar al segundo. Sin embargo, Kamal Hassan Ramezan Soulo continúa recluido arbitrariamente.
Pueden escribir llamamientos en: Persa e inglés
También pueden escribir en su propio idioma.
Envíen llamamientos lo antes posible y no más tarde del: 7 de agosto de 2020
Consulten con la oficina de Amnistía Internacional de su país si desean enviar llamamientos después de la fecha indicada.
Nombre y género gramatical preferido: Kamal Hassan Ramezan (masculino)
Enlace a la AU anterior:
https://www.amnesty.org/download/Documents/MDE1389562018SPANISH.pdf