Miércoles, 11 de marzo, 2020

La persistente crisis económica de Líbano ha agravado la situación de los trabajadores y trabajadoras migrantes. Muchos han denunciado que el valor de sus salarios se ha reducido alrededor de un tercio debido a la depreciación de la moneda


El gobierno libanés debe garantizar que se protegen los derechos de la población trabajadora migrante al lanzar hoy (miércoles, 11 de marzo) una nueva consulta sobre el abusivo sistema de patrocinio del país, conocido como kafala, ha manifestado Amnistía Internacional.

La consulta nacional sobre la reforma del sistema de kafala, que vincula la residencia legal del trabajador o trabajadora a su contrato con la entidad empleadora, ha sido organizada por la Organización Internacional del Trabajo, en colaboración con el Ministerio de Trabajo de Líbano. Se celebrará en Beirut a lo largo de los dos próximos días, a partir de un diálogo sobre las medidas necesarias para garantizar mejores condiciones laborales a la población trabajadora migrante.

“Los sucesivos gobiernos libaneses llevan decenios haciendo oídos sordos ante los abusos que sufren los trabajadores y trabajadoras migrantes del sector doméstico en sus lugares de trabajo”, ha afirmado Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

“La persistente crisis económica de Líbano ha agravado la situación de los trabajadores y trabajadoras migrantes. Muchos han denunciado que el valor de sus salarios se ha reducido alrededor de un tercio debido a la depreciación de la moneda.”

“En virtud del sistema de kafala, no pueden cambiar de entidad empleadora sin perder la condición de inmigración válida. La situación es especialmente precaria en el caso de los trabajadores y trabajadoras del sector doméstico, pues el sistema de kafala facilita la comisión de abusos contra ellos.

El gobierno libanés debe aprovechar la oportunidad para reformar con urgencia el sistema de kafala y mejorar la vida de los trabajadores y trabajadoras migrantes.”

Recomendaciones

La consulta ofrece una gran oportunidad para revisar el contrato unificado estándar para el empleo de trabajadores y trabajadoras migrantes domésticos. Amnistía Internacional pide a la ministra de Trabajo, Lamia Yammine, que garantice que el proyecto de contrato revisado incluye disposiciones que aborden las actuales desigualdades y el desequilibrio de poder entre la entidad empleadora y el trabajador o trabajadora, así como otros aspectos restrictivos del sistema de kafala

A fin de abordar las injusticias fundamentales del sistema de kafala, el nuevo contrato debe incluir lo siguiente:

  • El derecho de todos los trabajadores y trabajadoras a despedirse y rescindir su contrato de trabajo a voluntad y sin perder de inmediato la condición de inmigración válida.
  • El derecho de todos los trabajadores y trabajadoras a cambiar de entidad empleadora sin el consentimiento de la que ya tengan y sin perder la condición de inmigración válida.
  • Garantías de que todos los trabajadores y trabajadoras domésticos tienen derecho al salario mínimo nacional, poniendo fin así a la discriminación basada en la nacionalidad del trabajador o trabajadora.
  • Prohibir que las entidades empleadoras confisquen el pasaporte y el documento de identidad a los trabajadores y trabajadoras.
  • La posibilidad de que los trabajadores y trabajadoras domésticos internos salgan libremente de la vivienda durante su periodo de descanso diario y semanal, y la prohibición inequívoca de la práctica de dejarlos encerrados en las casas donde trabajan.

Información complementaria

Líbano acoge a más de 250.000 trabajadores y trabajadoras migrantes domésticos, en su mayoría mujeres, que proceden de países africanos y asiáticos y trabajan en domicilios particulares. Los trabajadores y trabajadoras migrantes domésticos de Líbano se encuentran atrapados en una red tejida por el sistema de kafala, régimen de patrocinio migratorio intrínsecamente abusivo, que aumenta el riesgo de que sufran explotación laboral, trabajo forzoso y tráfico de personas, sin apenas posibilidad de conseguir reparación.

En el informe ‘Their House is my Prison’: Exploitation of Migrant Domestic Workers in Lebanon, publicado en abril de 2019, Amnistía Internacional denuncia abusos constantes sufridos por las trabajadoras migrantes a manos de sus entidades empleadoras, que —entre otras cosas— las obligan a hacer largas jornadas de trabajo, les niegan días de descanso, les retienen o reducen el sueldo, les confiscan el pasaporte, restringen gravemente su libertad de circulación y comunicación, las privan de alimentos y de alojamiento adecuado, las someten a insultos y malos tratos físicos y les niegan la atención de la salud. La organización ha documentado también casos extremos de trabajo forzoso y tráfico de personas.

En abril de 2019, el ministro de Trabajo invitó a Amnistía Internacional a formar parte de un grupo de trabajo que tenía el encargo de presentar un plan de reforma dirigido a desmantelar el sistema de kafala y que estaba coordinado por la Organización Internacional del Trabajo. En junio de 2019, el Grupo de Trabajo presentó al Ministerio de Trabajo un plan de acción en el que se establecían las reformas necesarias para desmantelar el sistema de kafala a corto y medio plazo. Sin embargo, el entonces ministro de Trabajo dimitió poco después del estallido del movimiento de protesta de Líbano y no llegó a aprobar ninguna de las reformas propuestas.