Viernes, 03 de mayo, 2019
El reglamento de excepción reformado entró en vigor el 29 de abril de 2019, tras la matanza del domingo de Pascua, que se cobró la vida de más de 250 personas en atentados contra tres iglesias y tres hoteles. Desde los atentados, la pequeña comunidad musulmana de Sri Lanka se viene preparando para una reacción violenta contra ella
En respuesta al reglamento de excepción de Sri Lanka que prohíbe las prendas de ropa que oculten el rostro, la directora adjunta de Amnistía Internacional para Asia meridional, Dinushika Dissanayake, ha manifestado:
“En un momento en que muchas personas musulmanas de Sri Lanka temen una reacción violenta contra ellas, imponer una prohibición que afecta específicamente a las mujeres que se cubren el rostro con un velo por razones religiosas podría estigmatizarlas. Se las expulsará de los espacios públicos y se verán obligadas a quedarse en casa, sin poder trabajar, estudiar ni acceder a servicios básicos. La prohibición viola su derecho a no sufrir discriminación y a la libertad de expresión y religión.
“Cuando haya motivos legítimos de preocupación en materia de seguridad, las autoridades pueden llevar a cabo controles de identidad si es objetivamente necesario. Es importante que el Estado adopte medidas que respeten los derechos humanos. Las mujeres tienen derecho a decidir cómo vestir, cualesquiera que sean sus creencias. Obligarlas a quitarse el velo es una medida coercitiva y humillante.”
Información complementaria
El reglamento de excepción reformado entró en vigor el 29 de abril de 2019, tras la matanza del domingo de Pascua, que se cobró la vida de más de 250 personas en atentados contra tres iglesias y tres hoteles. Desde los atentados, la pequeña comunidad musulmana de Sri Lanka se viene preparando para una reacción violenta contra ella, y turbas intransigentes han atacado a personas refugiadas procedentes de entornos musulmanes o de países de mayoría musulmana.