Martes, 16 de abril, 2019

El ciclón Idai tocó tierra la noche del 14 de marzo, dejando un rastro de destrucción por los tres países del sur de África. Si bien aún está por determinar todo el impacto del ciclón, infraestructuras vitales tales como escuelas, hospitales, carreteras, instalaciones de saneamiento y redes de comunicación, han quedado dañadas


Un mes después de que el devastador ciclón Idai, considerado uno de los peores desastres naturales que ha golpeado el África Austral, azotara Malawi, Mozambique y Zimbabue, dejando a su paso más de 1.000 víctimas mortales y muchas más personas aún desaparecidas que se teme que también hayan muerto, además de cientos de miles de personas sin hogar, la comunidad internacional debe hacer más para ayudar a las personas afectadas, ha dicho hoy Amnistía Internacional.

El ciclón Idai tocó tierra la noche del 14 de marzo, dejando un rastro de destrucción por los tres países del sur de África. Si bien aún está por determinar todo el impacto del ciclón, infraestructuras vitales tales como escuelas, hospitales, carreteras, instalaciones de saneamiento y redes de comunicación, han quedado dañadas.

Miles de hectáreas de cosechas próximas a la recolección han quedado destruidas, y se teme que en los meses venideros haya una grave inseguridad alimentaria.

“El ciclón Idai ha dejado un rastro de sufrimiento y sus secuelas han generado aún más caos. Mientras los organismos internacionales de ayuda y los gobiernos, tanto los extranjeros como los afectados, libran una batalla contra el tiempo para salvar a más gente, se necesitan muchos más recursos económicos y técnicos para garantizar que las personas tengan acceso a los servicios esenciales que necesitan”, ha dicho Deprose Muchena, director para el África Austral de Amnistía Internacional.

Aunque la respuesta humanitaria gubernamental continúa incrementándose en los tres países afectados, sigue existiendo un gran déficit de fondos para organizar la respuesta necesaria. De los aproximadamente 390 millones de dólares estadounidenses necesarios, sólo se han recibido 88 millones.

“Está claro que Malawi, Mozambique y Zimbabue no pueden enfrentarse solos a estas devastadoras secuelas. Aunque la comunidad internacional está enviando ayuda, no es suficiente para abordar el devastador impacto del ciclón. Es imprescindible proporcionar más ayuda para proteger los derechos humanos”, ha dicho Deprose Muchena.

Se ha informado de miles de casos de cólera con víctimas mortales en los tres países desde el paso del ciclón Idai, ya que la gente bebe agua contaminada debido a la interrupción del tratamiento habitual del suministro de agua. Miles de personas han recibido tratamiento, y ya hay un programa de vacunación en marcha. También ha habido informes de miles de casos de malaria, más de los habituales.

“Miles de personas siguen luchando para cubrir sus necesidades básicas, ya que, a consecuencia de los daños en las infraestructuras, continúa habiendo escasez de comida, peligros para la salud y falta de acceso a agua no contaminada. Es necesaria más ayuda internacional para garantizar que la gente no se queda sin cosas esenciales, tales como alimentos, agua potable y suministros médicos”, ha dicho Deprose Muchena.

“Esta situación demuestra que los derechos de la gente están en peligro y es necesario protegerlos urgentemente, no sólo ahora, sino también en los meses venideros, durante los que seguirán notándose los efectos del ciclón.”

El ciclón Idai fue una tormenta inusualmente agresiva y prolongada. Se prevé que este tipo de fenómenos atmosféricos graves —a cuyo impacto son más vulnerables las personas que viven en la pobreza y las que están marginadas o discriminadas, pues es más probable que tengan menos recursos y opciones— aumenten debido a los efectos del cambio climático.

Amnistía Internacional pide también a las autoridades de los países afectados y de los que tienen más responsabilidades y capacidad para actuar sobre el impacto del cambio climático que incrementen su capacidad para la gestión del riesgo de futuros desastres, centrándose especialmente en reforzar la capacidad de recuperación de las personas que más lo necesitan debido a pautas preexistentes de exclusión y discriminación. Esto será esencial para minimizar el impacto de los desastres sobre los derechos humanos.

Información complementaria

Hasta la fecha, el ciclón Idai ha afectado a más de cinco millones de personas en Malawi, Mozambique y Zimbabue, tres países vulnerables a desastres tales como inundaciones y sequías, que los han devastado reiteradamente a lo largo de los años.

Los niños y niñas son los más afectados por el desastre. Según estimaciones de UNICEF, hay más de 1,5 millones de niños y niñas cuyas vidas están pendientes de un hilo en los tres países afectados.

Este organismo ha expresado su “preocupación por la propagación de enfermedades transmitidas por el agua debido a las condiciones actuales, en las que hay aguas estancadas, fuentes de agua contaminadas, falta de higiene, cadáveres en descomposición y hacinamiento en refugios temporales”.