Jueves, 24 de enero, 2019
Robert Schellenberg, ciudadano canadiense, fue condenado a muerte tras ser declarado culpable de tráfico de drogas en un nuevo juicio. Detenido por primera vez en 2014, fue declarado culpable y condenado a 15 años de cárcel por el Tribunal Popular Municipal Intermedio de Dalian el 20 de noviembre de 2018. Schellenberg apeló el fallo y el 14 de enero de 2019, en el nuevo juicio, fue declarado culpable de un delito de narcotráfico más grave y condenado a muerte. Que se anuncie la pena de muerte al mismo tiempo que se conoce el fallo es algo sin precedentes, según Mo Shaoping, socio del bufete de abogados que representa a Schellenberg
Zhang Jun
Fiscal General / Prosecutor General
147 Beiheyandajie,
Dongcheng Qu, Beijing Shi, 100726
República Popular China
Correo-e: web@spp.gov.cn
Señor Fiscal General:
Le escribo para expresarle mi honda preocupación por el caso de Robert Lloyd Schellenberg, ciudadano canadiense condenado a muerte por narcotráfico el 14 de enero de 2019.
Robert Schellenberg fue detenido el 3 de diciembre de 2014, y el 20 de noviembre de 2018 fue condenado a 15 años de cárcel por narcotráfico. Schellenberg recurrió la sentencia y la pena. El Tribunal Popular Superior de Liaoning vio el recurso el 29 de diciembre de 2018 y tomó en cuenta nuevas pruebas. Ordenó un nuevo juicio completo por considerar que la pena de 15 años era demasiado leve. El Tribunal Popular Municipal Intermedio de Dalian volvió a juzgar el caso de Schellenberg el 14 de enero de 2019 y ese mismo día lo declaró culpable y lo condenó a muerte. Es muy poco habitual que un tribunal anuncie una condena a muerte al concluir un juicio, no en una fecha posterior.
Los delitos relacionados con drogas no alcanzan el umbral de los “más graves delitos” a los que debe limitarse el uso de la pena de muerte según el derecho internacional, pero en los medios de comunicación chinos e internacionales es habitual que haya noticias de condenas a muerte y ejecuciones por delitos relacionados con drogas.
La rapidez con que se llevó a cabo el nuevo juicio de Schellenberg, unida a los informes según los cuales el juez interrumpió frecuentemente a su abogado durante la vista, además de limitar el número de preguntas que este último podía formular a cada testigo sobre diversos temas, suscita preocupación sobre las garantías procesales.
Lo insto a:
- dejar inmediatamente de solicitar la pena de muerte en este caso y en cualquier otro;
- garantizar que todas las actuaciones se ajustan plenamente a las normas internacionales sobre juicios justos y que, hasta que la pena de muerte sea abolida por completo, el uso de este castigo queda restringido a “los más graves delitos”, fórmula que alude a los homicidios intencionales.
Información complementaria
No se ha hecho pública la sentencia dictada en el juicio de Schellenberg en primera instancia, ni en el juicio de Mai Qingxiang, otra persona implicada en el caso. El derecho internacional establece que toda sentencia será pública “excepto en los casos en que el interés de menores de edad exija lo contrario, o en las acusaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores”.
Robert Schellenberg fue juzgado por primera vez en 2016 y posteriormente condenado a 15 años de cárcel en 2018. Al ver el recurso, el Tribunal Superior Popular Provincial de Liaoning ordenó que se repitiera el juicio alegando que la pena impuesta originalmente había sido demasiado leve. Según abogados chinos que se ocupan de la defensa de casos penales, al ver un recurso, por lo general, los tribunales revisan los documentos escritos relativos al caso, y es poco frecuente que un tribunal de segunda instancia celebre una vista judicial.
Los medios de comunicación nacionales y extranjeros fueron invitados a asistir al nuevo juicio, de un día de duración, en el que, según informaron algunos, el abogado de Schellenberg fue interrumpido con frecuencia por el juez cuando intentaba impugnar las nuevas pruebas contra su cliente. Además, con frecuencia al letrado le fue limitado el número de preguntas que podía hacer a los testigos sobre cada asunto.
Según uno de los socios del bufete que representa a Robert Schellenberg, se tardó casi cuatro años en dictar la primera sentencia sobre el caso, y el Tribunal Popular Intermedio de Dalian pidió asesoramiento al Tribunal Supremo Popular sobre cuál era la adecuada después del primer juicio. El abogado de Schellenberg afirmó que las nuevas pruebas suplementarias aportadas por la acusación no modificaban sustancialmente los hechos relativos al delito juzgado.
El informe de Amnistía Internacional sobre el uso de la pena de muerte en el mundo en 2017 mostraba que China utiliza ampliamente este castigo para delitos no violentos, como los delitos relacionados con drogas, en un momento en el que sólo se sabía de cinco países en el mundo donde estos delitos se castigaran con la muerte. Sin embargo, estos delitos no se encuentran entre “los más graves delitos” a los que el derecho internacional restringe la imposición de la pena de muerte.
Una investigación en profundidad publicada por Amnistía Internacional en abril de 2017, China’s Deadly Secrets, demuestra que, a pesar de que China afirma que está avanzando hacia una mayor transparencia en el sistema de justicia penal, las autoridades aplican un elaborado sistema de hermetismo para disfrazar la magnitud de la cifra de ejecuciones. En esta investigación se halló que cientos de ejecuciones de las que se informa en los medios de comunicación no figuran en una base de datos judicial de sentencias online a nivel nacional, aunque según la normativa del país deben registrarse en ella.
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos y bajo cualquier circunstancia, por considerarla una violación de la vida y el exponente máximo de pena cruel, inhumana y degradante. La organización lleva más de 40 años haciendo campaña en favor de su abolición total.
Pueden escribir llamamientos en: Inglés, chino
También pueden escribir en su propio idioma.
Envíen llamamientos lo antes posible y no más tarde del: 6 de marzo de 2019
Consulten con la oficina de Amnistía en su país si van a enviar llamamientos después de la fecha límite.
Nombre y pronombre preferido: Robert Lloyd Schellenberg (él)