Jueves, 08 de noviembre, 2018

Contactos locales en Hudaida dijeron a Amnistía Internacional que el viernes 2 de noviembre, llegaron al hospital del distrito 22 de mayo de la ciudad grupos de combatientes huzíes armados que viajaban en camiones descubiertos Toyota y requisaron una parte del centro antes de colocar a un equipo de combatientes en el tejado. El personal del hospital confirmó que desde entonces van y vienen al hospital combatientes armados


“La población civil de Hudaida, ciudad portuaria del oeste de Yemen, pagará un precio terrible en medio de la batalla en la que está inmersa su ciudad a menos que las partes beligerantes actúen inmediatamente para protegerla de los combates”, ha advertido hoy Amnistía Internacional. 

Preocupa enormemente la noticia de la llegada a un hospital de Hudaida de combatientes huzíes que recientemente han ocupado posiciones en el tejado, lo que pone en grave peligro a las numerosas personas civiles que están dentro del edificio. 

“Es una novedad nauseabunda que podría tener consecuencias devastadoras para el personal médico del hospital y para las decenas de pacientes civiles, muchos de ellos menores de edad, que reciben tratamiento allí”, dijo Samah Hadid, directora de Campañas para Oriente Medio de Amnistía Internacional".

“La presencia de combatientes huzíes en el tejado del hospital viola el derecho internacional humanitario, pero esta violación no convierte al hospital ni a los pacientes y el personal médico en objetivos legítimos de los ataques aéreos de la coalición dirigida por Arabia Saudí y EAU. El hospital está lleno de civiles heridos que no tienen otro lugar al que ir para recibir atención médica vital. Todo el que ataque un hospital en estas condiciones corre el riesgo de ser responsable de crímenes de guerra”. 

Esta militarización deliberada de los hospitales se produce en el contexto de una guerra en la que la coalición dirigida por Arabia Saudí y EAU hacen un uso despiadado y devastador de los ataques aéreos en zonas civiles.

Límites difusos

Contactos locales en Hudaida dijeron a Amnistía Internacional que el viernes 2 de noviembre, llegaron al hospital del distrito 22 de mayo de la ciudad grupos de combatientes huzíes armados que viajaban en camiones descubiertos Toyota y requisaron una parte del centro antes de colocar a un equipo de combatientes en el tejado. El personal del hospital confirmó que desde entonces van y vienen al hospital combatientes armados. 

El hospital está cerca de la calle 50, en la zona oriental de Hudaida, que está afectada por intensos combates desde el fin de semana, lo que pone en peligro el hospital y a todas las personas que están dentro. 

“Las leyes de la guerra exigen que no se utilicen los hospitales con fines militares. Colocar a hombres armados en el tejado de un hospital difumina unos límites que nunca deberían difuminarse. Los hospitales no son un objetivo: las personas enfermas y heridas tienen el derecho absoluto a recibir tratamiento médico en todo momento y en condiciones de seguridad, y se debe permitir que el personal médico haga su trabajo vital”, dijo Samah Hadid.

Los ataques aéreos de la coalición dirigida por Arabia Saudí y EAU

Amnistía Internacional ha documentado una serie de ataques aéreos realizados por la coalición dirigida por Arabia Saudí y EAU en el periodo anterior a la reciente escalada de los combates. 

La organización entrevistó a seis personas testigos y supervivientes de un ataque aéreo de la coalición cometido el 13 de octubre y que afectó Jabal Ras, en la gobernación de Hudaida. Al parecer, el ataque estaba dirigido contra un control huzí en un momento en el que estaban pasando civiles en al menos dos autobuses y otros vehículos. Según testigos presenciales, el ataque podría haber causado heridas a una de las personas que trabajaban en el control, pero también mató al menos a 11 civiles, algunas fuentes afirman que a 17. 

Un testigo contó lo siguiente a Amnistía Internacional: “Partíamos a una umra [peregrinación] y nos pararon en un control. [El encargado del control] nos pidió las tarjetas de identidad y en unos minutos se produjo el ataque. Cayó entre nuestro autobús y otro que estaba cerca de nosotros. De repente, estábamos en medio de una explosión. Había víctimas por todas partes, como mi madre, que murió, y uno de nuestros vecinos. Algunas personas perdieron las manos; otras, las piernas. Todo el mundo estaba herido”.

Según los testigos, en aquel momento no había vehículos militares ni soldados en las proximidades, sólo el control, con una sola persona, a unos 10 metros de los autobuses. Atacar un control en estas circunstancias sería un ataque desproporcionado o indiscriminado contrario al derecho internacional humanitario. 

Amnistía Internacional también ha documentado otros ataques aéreos de la coalición en Hudaida y sus alrededores, incluido uno que causó la muerte de hasta 21 civiles el 24 de octubre, al afectar a un mercado de verduras de Beit al Faqih, en la gobernación de Hudaida. 

Mientras tanto, las fuerzas huzíes han respondido al reciente avance militar sobre Hudaida con fuego de mortero, conocido por su imprecisión y que nunca debería emplearse en zonas pobladas. Está táctica también se está cobrando un número cada vez mayor de vidas de civiles.

Sin escapatoria para la población civil atrapada

Según la Organización Internacional para las Migraciones, más de la mitad de las aproximadamente 600.000 personas que viven en Hudaida ha logrado salir de la ciudad antes de que quedara inmersa en el conflicto, pero quedan muchas que están efectivamente atrapadas. 

Los combates en curso bloquean las vías de escape del sur de la ciudad y las fuerzas huzíes han minado otras vías de salida, dejando sólo libre la carretera del norte. Pero los precios crecientes del combustible y el hundimiento de la moneda yemení —síntomas del conflicto— hacen que esta posible vía de huida no esté al alcance de muchas personas.

La coalición dirigida por Arabia Saudí y EAU está incumpliendo el compromiso alcanzado el 24 de septiembre de crear tres pasillos humanitarios para salir de la ciudad de Hudaida.

“Atrapada por una cruel combinación de líneas de frente cambiantes, campos de minas e informes de ataques aéreos dirigidos a quienes huyen, la población civil de Hudaida afronta un dilema potencialmente mortal mientras la batalla sigue avanzando”, afirmó Samah Hadid.

“La población civil atrapada en Hudaida está totalmente indefensa y sólo puede quedarse allí en espera de su suerte. Sus vidas están en manos de unas partes beligerantes que han mostrado poco o ningún respeto a su obligación de proteger a la población civil”.

Información complementaria

Los combates en la gobernación de Hudaida se suceden desde diciembre de 2017, y en los últimos meses ha habido una intensa escalada en torno a la propia ciudad portuaria. Esto ha desplazado a cientos de miles de civiles y ha provocado el deterioro de la situación humanitaria. 

Los combates terrestres al sur de la ciudad de Hudaida, más los ataques aéreos y el fuego de artillería, han causado cientos de víctimas civiles, la destrucción de viviendas y de infraestructura civiles y el desplazamiento continuo de la población En los últimos días, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU estudia un acuerdo de alto el fuego que incluiría Hudaida, los combates se han extendido a los distritos meridionales y orientales de las afueras de la ciudad. 

El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU ha advertido de que Yemen podría estar en el “punto de inflexión” de una hambruna generalizada a causa de la ofensiva contra Hudaida, el puerto clave del país, a la depreciación del rial y al hundimiento de la economía, y calculaba que puede que pronto hubiera que sumar otros 3,5 millones de personas a los ocho millones que ya sufren inseguridad alimentaria.