Martes, 16 de octubre, 2018

Lanzaban gas lacrimógeno sin cesar y disparaban desde los tejados y los vehículos blindados [...] Nos llovían los tiros [...]  Vi cómo disparaban a la gente a la cabeza y el pecho.”  - Manifestante que presenció la matanza de Rabaa del 14 de agosto de 2013


Una investigación de Amnistía Internacional publicada hoy revela que vehículos blindados para transporte de personal suministrados por Francia fueron utilizados por las fuerzas de seguridad egipcias con efectos letales para reprimir las protestas y aplastar la disidencia.

El informe, titulado Egypt: How French Arms Were Used to Crush Dissent (Egipto: Cómo se utilizaron armas francesas para aplastar la disidencia) se basa en el análisis de más de 20 horas de imágenes de vídeo de acceso público, cientos de fotos y 450 gigabytes de otro material audiovisual proporcionado por medios de comunicación y grupos de derechos humanos locales. Hay claros indicios del uso de vehículos Sherpa y MIDS suministrados por Francia durante algunos de los incidentes más sangrientos de la represión interna.

“Es terrible que Francia haya seguido suministrando a Egipto equipo militar después de que éste se utilizara en uno de los ataques contra manifestantes más mortíferos del siglo XXI”, ha declarado Najia Bounaim, directora de Campañas de Amnistía Internacional para el Norte de África.

“El hecho de que estas transferencias se realizaran —y hayan seguido realizándose— a pesar de que las autoridades egipcias no han dado ningún paso hacia la rendición de cuentas y ni introducido ninguna medida que señale el fin de su constante de abusos, pone a Francia en peligro de ser cómplice en la crisis de derechos humanos que se desarrolla en Egipto.”

Entre 2012 y 2016, Francia suministró más armas a Egipto que en los 20 años anteriores. Sólo en 2017, envió equipo militar y de seguridad por valor de más de 1,4 mil millones de euros.

El 14 de agosto de 2013, las fuerzas de seguridad egipcias utilizaron en El Cairo vehículos blindados Sherpa suministrados por Francia para dispersar varias acampadas que tenían lugar en la ciudad. En lo que se conoce como las matanzas de Rabaa y Nahda, las fuerzas de seguridad egipcias mataron a un total de hasta 1.000 personas, la mayor cifra manifestantes muertos en un solo día de la historia moderna de Egipto. Según manifestantes entrevistados por Amnistía Internacional, las fuerzas de seguridad dispararon fuego real contra las personas que se manifestaban desde vehículos suministrados por Francia, lo cual otorga a estos vehículos un papel central en los homicidios.

La transferencia de vehículos blindados parece una flagrante violación de la Posición Común de la UE de 2008 que rige el control de las exportaciones de equipo y tecnología militar.

“Las normas de la Unión Europea exigen legalmente a Francia y al resto de los Estados de la Unión que denieguen una licencia de exportación cuando exista un riesgo manifiesto de que la tecnología o el equipo militar que se vayan a exportar puedan utilizarse con fines de represión interna”. En el caso de las transferencias a Egipto, este riesgo era evidente”, ha afirmado Najia Bounaim.

“En numerosas ocasiones hemos planteado a las autoridades francesas la cuestión del aparente ‘uso indebido’ del equipo militar suministrado por Francia, y hemos tratado de aclarar el volumen y el carácter exacto de estas transferencias, incluidos sus usuarios finales previstos. Hasta ahora, las autoridades francesas no nos han dado una respuesta adecuada.”

Las autoridades francesas informaron a Amnistía Internacional de que sólo han emitido licencias para la transferencia de equipo de estas características al ejército egipcio como parte de la “lucha contra el terrorismo” en Sinaí, no para operaciones de aplicación de la ley.

Sin embargo, en los vídeos y fotos de las operaciones que analizó Amnistía Internacional, el distintivo de las Fuerzas de Operaciones Especiales y de las Fuerzas de Seguridad Central está pintado en la carrocería de los vehículos suministrados por Francia. Asimismo, en las placas de matrícula de los vehículos desplegados para realizar labores de aplicación de la ley en El Cairo se ve claramente la palabra “Policía”.

Un funcionario francés reconoció a Amnistía Internacional que, si bien el equipo de seguridad francés estaba previsto para ser utilizado por el ejército egipcio, las autoridades egipcias desviaron algunos vehículos blindados para que los utilizaran las fuerzas de seguridad internas.

Amnistía Internacional también ha documentado violaciones perpetradas por el ejército egipcio, como el uso de aviones F-16 de fabricación estadounidense para desplegar bombas de racimo en Sinaí del Norte este año. La organización también ha documentado cómo el ejército egipcio mantuvo retenidos al menos a dos hombres desarmados en vehículos blindados estadounidenses Humvee antes de matarlos a tiros el año pasado.

La Secretaría General de la Defensa y la Seguridad Nacional de Francia declinó responder a las preguntas planteadas por Amnistía Internacional Francia respecto al volumen exacto de las transferencias y al carácter de las exportaciones, amparándose en la legislación sobre secretos oficiales y afirmando que los vehículos blindados MIDS no están sometidos a controles de exportación, ni como equipo militar ni como productos de doble uso. Sin embargo, el fabricante de los vehículos Sherpa y MIDS ha declarado que la exportación de todos los vehículos está sometida a los controles de exportación del Ministerio de Defensa.

“Como Estado Parte en el Tratado sobre el Comercio de Armas, Francia no debe autorizar transferencias de armas cuando haya un riesgo sustancial de que sean utilizadas para cometer o facilitar graves violaciones del derecho internacional de los derechos humanos”, ha dicho Najia Bounaim.

“Francia, junto con otros Estados suministradores, debe suspender la transferencia de todas las armas que haya riesgo de que se utilicen en violaciones de derechos humanos hasta que las autoridades egipcias demuestren de forma fidedigna que han investigado su uso indebido en el pasado. Al hacerlo, no sólo evitarán ser cómplices de graves violaciones de derechos humanos, sino que enviarán a las autoridades egipcias el  mensaje claro e inequívoco de que la represión implacable de la disidencia y la impunidad no serán toleradas.”

Dado el contexto de violaciones de derechos humanos sistemáticas y graves en Egipto, Amnistía Internacional pide a Francia que detenga de inmediato las transferencias de armas cuando haya un riesgo sustancial de que se utilicen para cometer o facilitar graves violaciones de los derechos humanos en ese país. Esta suspensión debe seguir en vigor hasta que Egipto realice investigaciones independientes y efectivas sobre los graves crímenes perpetrados por las fuerzas de seguridad y exija que sus responsables rindan cuentas.

Información general

En las conclusiones del Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea de agosto de 2013, los Estados miembros de la Unión Europea acordaron por unanimidad suspender las licencias de exportación a Egipto de equipo empleado para la represión interna. Sin embargo, casi la mitad de los Estados miembros pueden haber incumplido una suspensión de las transferencias de armas a Egipto que afecta a toda la Unión Europea. Los Estados de la UE que han suministrado desde 2013 a Egipto, mediante exportaciones o intermediación, armas del tipo que podría ser utilizado para la represión interna  son: Alemania, Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, España, Francia, Hungría, Italia, Polonia, Reino Unido, República Checa y Rumania.

El equipo que incluye armas pequeñas, porras, gas lacrimógeno y vehículos blindados se ha utilizado reiteradamente para reprimir la disidencia. Amnistía Internacional también ha documentado varios incidentes en los que han participado aviones F-16 de fabricación estadounidense y que arrojan dudas sobre la capacidad de la fuerza aérea egipcia de operar dentro de los límites del derecho internacional de los derechos humanos y, cuando procede, del derecho internacional humanitario. Entre estos incidentes figuran los ataques en Libia y el uso de bombas de racimo en 2018 en Sinaí.