Miércoles, 25 de julio, 2018
“Miles de personas han muerto en Filipinas como consecuencia directa de las sanguinarias políticas del presidente Duterte, dirigidas en gran medida contra la población más desfavorecida del país. Que Duterte se declare defensor de la vida humana es un insulto para las familias de estas víctimas, sobre todo cuando se ha comprometido públicamente a continuar con los homicidios", declaró Rachel Chhoa Howard, investigadora de Amnistía Internacional sobre Filipinas
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha atacado hoy a quienes critican su mortífera “guerra a las drogas”, diciendo a los activistas de derechos humanos: “a ustedes les preocupan los derechos humanos, a mí las vidas humanas”, y prometiendo la continuidad de una campaña “imparable y aterradora”. Rachel Chhoa Howard, investigadora de Amnistía Internacional sobre Filipinas, ha respondido:
“Miles de personas han muerto en Filipinas como consecuencia directa de las sanguinarias políticas del presidente Duterte, dirigidas en gran medida contra la población más desfavorecida del país. Que Duterte se declare defensor de la vida humana es un insulto para las familias de estas víctimas, sobre todo cuando se ha comprometido públicamente a continuar con los homicidios.”
“El derecho a la vida es un derecho humano; la distinción que pretende hacer el presidente Duterte es completamente falsa. Mientras que los grupos de derechos humanos han denunciado miles de ejecuciones extrajudiciales disfrazadas de campaña antidroga, el presidente Duterte ha alardeado de la masacre y ha instigado más violencia.”
“Difamar a los grupos de derechos humanos es una táctica de distracción clásica de los autores de abusos contra los derechos humanos en todo el mundo. La bravuconería, el derramamiento de sangre y las amenazas a quienes lo critican han caracterizado hasta ahora la presidencia de Rodrigo Duterte. Por desgracia, cuando comienza su tercer año en el poder, parece que la población filipina se enfrenta a más de lo mismo”.