Jueves, 19 de julio, 2018
Las autoridades turcas han prometido poner fin al actual “estado de emergencia”, un régimen que les ha dado licencia para gobernar con un poder peligroso y sin control. Esta es la oportunidad de que el nuevo gobierno libere al pueblo de Turquía de la cruel represión a la que lleva enfrentándose desde 2016. Juntos, juntas, podemos asegurarnos de hacerlo realidad
El gobierno turco ha abusado de las medidas del “estado de emergencia” y ha encarcelado a defensores y defensoras de derechos humanos, periodistas, profesionales del derecho y personalidades del mundo académico, sin olvidar los cientos de ONG clausuradas. Debido a que los tribunales ya no son independientes, la gente no puede confiar en ellos para lograr justicia.
A pesar de esta represión, buena parte del pueblo turco se ha negado a ser silenciada. Los estudiantes celebran el Orgullo bajo la amenaza de prohibiciones y violencia policial. Los y las periodistas siguen escribiendo la verdad, a pesar de que cientos han acabado en la cárcel. Los defensores y defensoras de los derechos humanos arriesgan sus vidas al alzar la voz, y a veces terminan en las cárceles de alta seguridad de Turquía, como Taner Kılıç, presidente honorario de Amnistía Internacional en Turquía, que lleva más de un año en prisión.
Estamos ahora a punto de que se produzca un cambio.
Ahora que el gobierno de Turquía está tomando posesión tras las recientes elecciones, demostrémosle que el mundo está observando. Firma la petición y exige que tome inmediatamente estas cinco medidas para asegurar que se respeten los derechos humanos en Turquía:
- Derogar las medidas de emergencia, de las que se ha abusado para suprimir la libertad de las personas en nombre de la “seguridad nacional”.
- Poner inmediatamente en libertad a Taner Kılıç, y a otros defensores y defensoras de los derechos humanos encarcelados, a periodistas y a toda otra persona que haya sido privada de libertad por cargos infundados.
- Asegurar que la gente pueda reunirse y protestar legalmente y sin temor, y en particular, que se levanten las numerosas prohibiciones de eventos LGBTI en todo el país.
- Garantizar que todos los trabajadores y trabajadoras del sector público que fueron despedidos arbitrariamente de sus puestos de trabajo durante el estado de emergencia podrán recurrir de manera efectiva esas decisiones, que se les permitirá volver a trabajar y que quienes sean declarados inocentes de la comisión de los delitos que pudieran habérseles imputado podrán reincorporarse inmediatamente a sus puestos de trabajo.
- Permitir que las organizaciones de derechos humanos y los medios de comunicación que fueron clausurados arbitrariamente reanuden su actividad, y que se les devuelvan todos sus bienes confiscados.