Jueves, 14 de junio, 2018
“Todas las partes del conflicto deben tomar todas las precauciones posibles para garantizar la protección de la población civil de Hudaida y sus alrededores, donde se calcula que viven unas 600.000 personas", declaró Lynn Maalouf, directora de Investigación de Amnistía Internacional para Oriente Medio
En respuesta a la noticia de que fuerzas yemeníes respaldadas por una coalición dirigida por Arabia Saudí han lanzado una ofensiva contra la ciudad portuaria de Hudaida, Lynn Maalouf, directora de Investigación de Amnistía Internacional para Oriente Medio, declaró:
“El ataque contra Hudaida podría tener un impacto devastador para centenares de miles de civiles, no sólo de esta ciudad sino de todo Yemen.”
“Todas las partes del conflicto deben tomar todas las precauciones posibles para garantizar la protección de la población civil de Hudaida y sus alrededores, donde se calcula que viven unas 600.000 personas.”
“Es igualmente esencial que la coalición liderada por Arabia Saudí y las fuerzas huzíes garanticen que no se obstruirá la circulación de la ayuda humanitaria y de productos esenciales en un momento en que miles personas corren peligro de sufrir hambruna en todo el país.”
“El puerto de Hudaida es esencial para un país que depende en un 80% de las importaciones para satisfacer las necesidades básicas. Cortar esta vía esencial de suministro agravaría aún más esta crisis humanitaria, que ya es la peor del mundo.”
“Durante los tres últimos años de combates en Yemen, todas las partes del conflicto han incumplido las obligaciones que les impone el derecho internacional humanitario, llevando a cabo de forma sistemática ataques ilegítimos que han matado o herido a civiles. La repetición de estas violaciones de derechos humanos en Hudaida pondría en peligro miles de vidas y debe evitarse a toda costa.”
Información complementaria
En una investigación de próxima publicación llevada a cabo por Amnistía Internacional con anterioridad a la operación militar de hoy, la organización muestra que la coalición dirigida por Arabia Saudí ha venido restringiendo o provocando graves demoras a las importaciones comerciales en los puertos del mar Rojo, pese a anunciar en noviembre de 2017 que había levantado el bloqueo.
La organización también ha documentado la obstrucción de la circulación de la ayuda humanitaria dentro del país por las autoridades huzíes de facto a través de su sistema de permisos, un enfoque fragmentado y, en algunos casos, la extorsión. Estas restricciones y obstáculos han exacerbado una situación humanitaria ya grave y vulneran el derecho internacional.
Amnistía Internacional ha pedido a todas las partes que cumplan el derecho internacional humanitario, lo que incluye tomar todas las precauciones posibles para reducir al mínimo las víctimas civiles y la destrucción de viviendas e infraestructuras civiles.