Miércoles, 25 de abril, 2018
“Pedir asilo no es un delito ni en Estados Unidos ni en ningún país. Los esfuerzos de las autoridades estadounidenses por empañar la imagen de las personas solicitantes de asilo calificándolas de delincuentes son cínicas mentiras que suenan huecas”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional
“Las autoridades estadounidenses y mexicanas deben dejar de demonizar a las personas que integran la caravana centroamericana y respetar su derecho fundamental a pedir asilo”, ha declarado hoy Amnistía Internacional, ante la llegada de la caravana a la frontera entre ambos países prevista esta semana.
“Pedir asilo no es un delito ni en Estados Unidos ni en ningún país. Los esfuerzos de las autoridades estadounidenses por empañar la imagen de las personas solicitantes de asilo calificándolas de delincuentes son cínicas mentiras que suenan huecas”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“Amenazar con detener indefinidamente, enjuiciar y deportar a quienes solicitan asilo es un esfuerzo cruel por estigmatizar, aterrorizar y expulsar a unas personas traumatizadas, muchas de las cuales ya han renunciado a todo para huir de unas circunstancias desesperadas en sus países de origen”.
Amnistía Internacional ha recibido información de que, en los últimos días, funcionarios de inmigración de México han detenido y tratado de deportar a familias centroamericanas de la caravana que planeaban pedir asilo en Estados Unidos.
El 23 de abril, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense emitió a su vez una vengativa declaración en la que calificaba a las personas solicitantes de asilo de la caravana de delincuentes y amenazaba con detenerlas indefinidamente hasta que pudieran devolverlas a sus países de origen.
Los varios cientos de solicitantes de asilo de la caravana que, según informes, planeaban buscar refugio en Estados Unidos representan una mínima fracción del número total de solicitantes de asilo presentes en el país. Sin embargo, el presidente Trump ha citado la caravana como motivo para desplegar a la Guardia Nacional en la frontera con México.
“Cuando el mundo lidia con el mayor número de personas refugiadas desde la II Guerra Mundial, la respuesta adecuada es darles la bienvenida, no insultarlas y devolverlas al peligro. Devolver a las personas que piden asilo a situaciones peligrosas sería una violación de las obligaciones legales nacionales e internacionales contraídas tanto por el gobierno de Estados Unidos como por el de México”.
Más información:
México no es solamente un país de deportados, sino un país que deporta ilegalmente (Artículo de opinión, 16 de marzo 2018)
Devoluciones en México: personas ignoradas y sin protección (Blog, 23 de enero de 2018)
Enfrentando muros: Violaciones de los derechos de solicitantes de asilo en Estados Unidos y México (Informe, 15 de junio de 2017)