Viernes, 26 de enero, 2018
“Exigimos que sea puesto en libertad de inmediato y sin condiciones. Es preso de conciencia y está en manos de autoridades que recluyen a las personas en prisiones secretas y las torturan y que atormentan a sus familias", declaró la directora general de Investigación de Amnistía Internacional, Anna Neistat
En respuesta a la noticia de que las autoridades rusas se niegan a dejar en libertad con fianza a Oyub Titiev, director de la oficina de Grozni del grupo de derechos humanos Memorial, tras una vista celebrada en el Tribunal Supremo de Chechenia hoy, Anna Neistat, directora general de Investigación de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“Estamos totalmente consternados por la negativa del tribunal a dejar en libertad a nuestro amigo y colega Oyub Titiev. Las acusaciones contra él son completamente absurdas y están basadas en pruebas que creemos que son falsas."
“Exigimos que sea puesto en libertad de inmediato y sin condiciones. Es preso de conciencia y está en manos de autoridades que recluyen a las personas en prisiones secretas y las torturan y que atormentan a sus familias", agregó.
Además, señaló que “las autoridades rusas deben poner fin al ataque coordinado que llevan a cabo contra Memorial y otras organizaciones de derechos humanos en todo el país, y las circunstancias de esta saga de injusticia deben investigarse.”
Información complementaria
La policía detuvo a Oyub Titiev, director de la oficina de Grozni, Chechenia, de Memorial, el 9 de enero. Afirmó que había encontrado drogas en su automóvil, pero efectuó el registro con tantas irregularidades de procedimiento que tuvo que volver a hacerlo horas después en presencia de “testigos”.
El 17 de enero, dos enmascarados, grabados por una cámara de videovigilancia, prendieron fuego durante la noche a la oficina de Memorial en Nazran, en la vecina Ingusetia.
El 23 de enero por la noche quemaron el automóvil de unos miembros de Memorial en Majachkalá, Daguestán, otra región vecina a Chechenia. Ese mismo día por la mañana, el personal de la oficina de Memorial en Majachkalá había recibido amenazas anónimas en mensajes de texto enviados a su móvil. Les decían: “Os la estáis jugando. ¡Cerrad! La próxima vez os quemaremos la oficina con vosotros dentro.” El automóvil [es] un aviso”. Luego alguien les llamó por teléfono y les dijo al parecido antes de colgar.