Martes, 09 de enero, 2018

Amnistía Internacional lanza hoy una campaña para conmemorar el tercer aniversario de la flagelación en público del bloguero saudí Raif Badawi. El 9 de enero de 2015 recibió los primeros 50 de 1.000 latigazos que se le habían impuesto por crear un sitio web dedicado al debate político y social.


Su flagelación desató la indignación internacional, y simpatizantes de Amnistía Internacional en todo el mundo alzaron su voz, pidiendo la condena global de las autoridades y exigiendo la libertad incondicional de Raif Badawi y de todos los demás presos y presas de conciencia. No ha recibido más azotes, pero continúa encerrado cumpliendo 10 años de prisión.

“Si las autoridades saudíes tienen la sincera intención de introducir reformas y cambios positivos, deberían liberar de inmediato a Raif Badawi y a todos los presos y presas de conciencia, recluidos sólo por expresar libre y públicamente sus opiniones”, ha afirmado Samah Hadid, directora de Campañas para Oriente Medio de Amnistía Internacional.

“Nos negamos a permitir que el atroz historial de derechos humanos de Arabia Saudí pase inadvertido. La represión de la sociedad civil y de la libertad de expresión continúa imparable mientras las autoridades siguen deteniendo y llevando a juicio a defensores y defensoras por cargos relacionados con su activismo pacífico.”

La semana pasada, varios expertos de la ONU pidieron la liberación de todas las personas detenidas por ejercer sus derechos de manera pacífica en Arabia Saudí, incluidos miembros de la Asociación Saudí de Derechos Civiles y Políticos, en lo que calificaron de  “preocupante cuadro de detención y reclusión arbitrarias practicadas de manera sistemática y generalizada”.

Como parte de la campaña, simpatizantes de Amnistía Internacional van a reunirse ante las embajadas de Arabia Saudí en múltiples ciudades del mundo. Utilizarán también las redes sociales para presionar a las autoridades saudíes, así como a los gobiernos de sus países, para que actúen y garanticen la liberación inmediata e incondicional de Raif Badawi y de todos los presos y presas de conciencia de Arabia Saudí.