Viernes, 10 de noviembre, 2017
La FIFA ha avanzado algo con respecto a su postura de 2013 y 2014, cuando su dirección sugirió que los derechos humanos no eran de su competencia. Es positivo que haya articulado ya claramente que respetará todos los derechos humanos reconocidos y que los países que aspiren acoger la Copa Mundial tendrán que demostrar que también lo hacen. Sin embargo, la organización no puede dormirse en los laureles: será por el cumplimiento de estas políticas por lo que se juzgue a la FIFA.
La FIFA debe aplicar de inmediato una serie de recomendaciones decisivas que se han formulado hoy en el primer informe publicado por su Consejo Consultivo de Derechos Humanos, ha manifestado Amnistía Internacional.
En el informe, que evalúa los avances de la FIFA en el tratamiento de los riesgos de sus operaciones para los derechos humanos, se expresa satisfacción por medidas como la adopción por parte de la organización de una nueva política de derechos humanos, pero se se expresa claramente la preocupación del Consejo Consultivo por los riesgos perfectamente documentados para los trabajadores en Rusia y Qatar.
En el caso de Qatar, el Consejo Consultivo pide a la FIFA que haga pública su postura y utilice su influencia con el gobierno qatarí en relación con el infame sistema de patrocinio conocido como “kafala”, con lo que se hace eco de los llamamientos que vienen haciendo Amnistía Internacional y otros grupos desde hace varios años.
“Este informe debería ser una llamada de alarma para la FIFA, que se ha abstenido de utilizar su considerable influencia en el caso del abusivo sistema de patrocinio de Qatar”, ha señalado James Lynch, subdirector del Programa de Asuntos Globales de Amnistía Internacional.
“Es el propio Consejo Consultivo de la FIFA, que es un órgano independiente, el que le dice que tome una postura clara sobre la legislación de Qatar y actúe en consecuencia. Debe empezar a hacerlo con urgencia; cualquier demora es inexcusable.”
En el informe se señala que las responsabilidades de la FIFA no han de limitarse a la construcción de estadios, sino que han de abarcar también la infraestructura en general necesaria para la celebración de la Copa Mundial 2022. El Consejo solicita también información más detallada sobre las muertes “no relacionadas con el trabajo” ocurridas en el contexto del campeonato.
El mes pasado, Qatar anunció unos planes para llevar a cabo una serie de reformas laborales, apoyadas por la Organización Internacional del Trabajo de la ONU, que en principio son positivos. Sin embargo, no se sabe exactamente cómo ni cuándo va a reformar el sistema de patrocinio conocido como “kafala”.
“La presión y el escrutinio de la FIFA serán esenciales para garantizar que se cumplen plenamente las promesas del gobierno qatarí a la Organización Internacional del Trabajo”, ha añadido James Lynch.
El informe no trata lo suficiente aspectos clave
El informe omite algunas cuestiones clave relacionadas con la Copa Mundial de Qatar 2022. No pide a la FIFA que presione a Qatar para que investigue las muertes de trabajadores migrantes y abola el abusivo sistema de permisos de salida, algo que Amnistía Internacional y Human Rights Watch han pedido reiteradamente.
“Nos gustaría ver pronunciamientos más claros en torno a cuestiones clave como el permiso de salida y las muertes de trabajadores migrantes. El próximo informe del Consejo Consultivo tiene que ser más explícito en lo que respecta a las obligaciones de la FIFA en estas cuestiones”, ha afirmado James Lynch.
La FIFA ha adoptado este año una serie de medidas institucionales en torno a los derechos humanos, entre ellas la publicación de una política de derechos humanos y la elaboración de nuevas directrices de licitación y acogida para las futuras celebraciones de la Copa Mundial.
“La FIFA ha avanzado algo con respecto a su postura de 2013 y 2014, cuando su dirección sugirió que los derechos humanos no eran de su competencia. Es positivo que haya articulado ya claramente que respetará todos los derechos humanos reconocidos y que los países que aspiren acoger la Copa Mundial tendrán que demostrar que también lo hacen”, ha añadido James Lynch.
“Sin embargo, la organización no puede dormirse en los laureles: será por el cumplimiento de estas políticas por lo que se juzgue a la FIFA.”
Israel y los Territorios Palestinos Ocupados
En el informe del Consejo Consultivo de Derechos Humanos, que se presentó a la FIFA en septiembre, se pide a ésta que garantice que en sus decisiones sobre la cuestión de los clubes israelíes radicados en el territorio ocupado de Cisjordania se tienen plenamente en cuenta las disposiciones del derecho internacional de los derechos humanos y humanitario.
Lamentablemente, en octubre el Consejo de la FIFA cerró este expediente sin examinar estas cuestiones, a pesar de que las propias normas de la organización impiden a todo miembro jugar en el territorio de otros miembro sin su autorización y de que existe consenso internacional sobre la ilegalidad de los asentamientos según el derecho internacional.
Información general
El Consejo Consultivo de Derechos Humanos de la FIFA se compone de representantes de organizaciones internacionales, grupos de derechos humanos y sindicatos.
Su primer informe contiene diversas recomendaciones importantes, entre ellas que, en el futuro, la FIFA debe: reducir el uso de subcontratas en los programas de construcción de la Copa Mundial, asegurarse de que los trabajadores migrantes no pagan comisiones de contratación y pedir justicia a indemnización para los trabajadores que han sufrido daños en relación con los programas de construcción de la Copa Mundial de Rusia y Qatar.
En 2016, Amnistía Internacional publicó una investigación sobre los abusos contra los trabajadores migrantes en un estadio de la Copa Mundial de Qatar Este año, Human Rights Watch ha publicado un importante informe donde se detallan las condiciones de los trabajadores que construyen los estadios de la Copa Mundial de Rusia
Foto: Shutterstock.com / Ugis Riba