Viernes, 28 de julio, 2017
“La prohibición de protestas en Venezuela no hará más que empeorar una situación increíblemente volátil”, dijo Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
El plan de seguridad anunciado antes de las elecciones para la Asamblea Constituyente en Venezuela este domingo está sentando las bases para una nueva ola de violaciones masivas a los derechos humanos, dijo Amnistía Internacional.
“La prohibición de protestas en Venezuela no hará más que empeorar una situación increíblemente volátil”, dijo Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“En vez de intentar silenciar el creciente descontento popular, las autoridades deben encontrar soluciones factibles a las razonables demandas de la gente. El continuar castigando a las voces disidentes no hará más que sumergir al país en una crisis aún más profunda.”
El plan de seguridad del gobierno de Venezuela incluye estrategias– tales como el despliegue de personal militar y expertos para lidiar con crímenes electorales y militares – que pueden facilitar una nueva ola de violaciones a los derechos humanos.
Desde que las protestas comenzaron el 4 de abril, más de 100 personas han sido asesinadas y más de 1,400 fueron heridas, de acuerdo a cifras oficiales.
Las autoridades venezolanas llamaron a elecciones para la Asamblea General Constituyente, que tendrá lugar el 30 de julio. La Asamblea tendrá el poder de reescribir la constitución del país.
Algunas personas en Venezuela han reportado amenazas e intimidación para participar en las elecciones.
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Venezuela: Violencia letal, una política de estado para asfixiar a la disidencia (Noticias, 10 julio 2017)
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