Jueves, 29 de septiembre, 2016

“Esta sentencia es otro golpe cruel y demoledor para los derechos humanos en Irán, y demuestra el absoluto desprecio de las autoridades por la justicia. Narges Mohammadi es una destacada defensora de los derechos humanos y presa de conciencia. Debería ser alabada por su valentía, no encerrada en la celda de una prisión durante 16 años.


Ante la noticia de que se ha confirmado en apelación la condena a 16 años de prisión impuesta a la destacada defensora de los derechos humanos Narges Mohammadi, que está gravemente enferma, Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia para Oriente Medio y Norte de África de Amnistía Internacional, ha afirmado:

“Esta sentencia es otro golpe cruel y demoledor para los derechos humanos en Irán, y demuestra el absoluto desprecio de las autoridades por la justicia. Narges Mohammadi es una destacada defensora de los derechos humanos y presa de conciencia. Debería ser alabada por su valentía, no encerrada en la celda de una prisión durante 16 años.

“Al insistir en que esta dura condena se impone por su labor pacífica de defensa de los derechos humanos, las autoridades han puesto en evidencia su propósito de silenciar a toda costa a quienes defienden los derechos humanos.

“Resulta especialmente llamativo el hecho de que esta condena se dicte cuando las autoridades de Irán se disponen a reanudar el diálogo bilateral con la Unión Europea (UE), dado que Narges Mohammadi fue condenada por su trabajo de campaña contra la pena de muerte y por reunirse con la entonces alta representante de la UE para Asuntos Exteriores. Esto arroja serias dudas sobre el compromiso de Irán de mantener un diálogo constructivo con la UE en relación con los derechos humanos.

“La sentencia condenatoria y la pena impuesta a Narges Mohammadi deben anularse y las autoridades deben ordenar su puesta en libertad inmediata y sin condiciones. Instamos a la Unión Europea a que haga también estos llamamientos, y a que la represión de quienes defienden los derechos humanos en Irán ocupe un lugar central en su diálogo.”

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