Miércoles, 23 de agosto, 2023
Platón, Sebastián

La comunidad LGBTIQ+ históricamente ha sufrido discriminación y violencia en distintos contextos. En situaciones de crisis humanitaria, son aún más vulnerables al rechazo, el maltrato y la negación de ayuda. Las personas que trabajan en derechos humanos y acción humanitaria tienen la responsabilidad ética de garantizar que toda persona reciba el apoyo necesario sin importar su orientación sexual o identidad de género


La organización Unión Afirmativa y el Cluster de Protección de Venezuela publicaron la “Guía sobre protección de personas LGBTIQ+ en la acción humanitaria en Venezuela”, un conjunto de medidas, términos y estrategias para orientar a actores humanitarios, a servidores públicos, agencias y fondos de Naciones Unidas, organizaciones internacionales y locales para proteger y velar por los derechos de esta comunidad.

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Esta guía escrita por la defensora, Quiteria Franco, Coordinadora General de Unión Afirmativa comienza por la descripción de un extenso glosario que da significado a las distintas palabras y frases existentes en relación a la comunidad, con la finalidad de utilizar estos términos de forma correcta para evitar discriminar a las personas LGBTIQ+ e implementar un vocabulario más inclusivo.

Además, busca implementar en las distintas organizaciones y clusters que prestan ayuda humanitaria estrategias para abordar la correcta protección de los derechos de los miembros de la comunidad LGBTIQ+, dando un conjunto de recomendaciones y medidas para contrarrestar situaciones negativas que viven estas personas.

En este documento se menciona al Principio de Igualdad y No Discriminación, el cual se basa en la búsqueda de la misma existencia de oportunidades y la desaparición de la discriminación. Su finalidad es principalmente llamar a la eliminación de cualquier tipo de exclusión que existe en relación a la identidad y expresión de género tanto en el ámbito social, laboral y personal.

Según el Comentario General 18 del Comité de Derechos Humanos (ONU): “El término “discriminación” (…) debe entenderse como toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que se basen en determinados motivos como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social, la posición económica, el nacimiento o cualquier otra condición social, y que tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas”.

Este principio lleva a la aplicación de acciones humanitarias igualitarias, estrategias enfocadas en que se respete los derechos y se aborden las crisis de poblaciones vulnerables: “La acción humanitaria es un conjunto de acciones que tiene como fin proteger a las personas del sufrimiento causado a partir de desastres y crisis provocados por las personas como los conflictos armados y las emergencias humanitarias complejas”, indica la guía

Además, insta al Estado a la creación de leyes en las cuales se tenga presente los derechos y las dificultades que enfrentan estas personas. Venezuela, un país que presenta una situación humanitaria compleja, posee un conjunto de problemas en el área de la salud, educación, protección legal entre otros y esto afecta en gran medida a los miembros de la comunidad.

En el capítulo X de la guía denominado “Situación y riesgos de protección de las personas LGBTIQ+ en Venezuela” se muestran las realidades que padecen estas personas, mostrando la condiciones que existen en Venezuela para las personas trans, gais, no binarias e intersexuales. El planteamiento de todas estas problemáticas lleva finalmente a recomendar un conjunto de soluciones para el territorio venezolano, en las cuales se velen por la seguridad y el correcto desenvolvimiento de las personalidades, ideologías y pensamientos de ese colectivo.

Algunas de las recomendaciones planteadas por este informe son:

Sociales y culturales: Abordar la cultura machista, emprender cambios estructurales, culturales y sociales que contribuyan al quiebre de los estereotipos de género que perpetúan la discriminación y la exclusión de todas y todos quienes se alejan de la norma social impuesta por dichos patrones socio culturales patriarcales.

Formación, capacitación y sensibilización: Realizar procesos permanentes de sensibilización, formación y capacitación en las instituciones públicas y su personal que permitan disminuir y erradicar el trato discriminatorio hacia personas LGBTIQ+.

Localización: Los clústeres deben garantizar que los miembros de las organizaciones LGBTIQ+ están involucrados en todas las etapas del ciclo de programación humanitario, según su interés y sus capacidades. Establecer alianzas con las diversas organizaciones LGBTIQ+ durante la etapa de preparación, respuesta y recuperación de la emergencia.

Manejo de información: Llevar a cabo un proceso de recolección de información y datos desagregados por identidad de género y orientación sexual y desarrollar un análisis de género que permita conocer la situación de las personas LGBTIQ+ en relación con su estatus civil, número de hijos, condición social de estudio, empleo, vivienda, situación de salud, personas LGBTIQ+ con discapacidad, personas LGBTIQ+ mayores, niñez y adolescencia LGBTIQ+, personas LGBTIQ+ indígenas y privados de la libertad, que permita conocer sus necesidades específicas y brindar respuesta diferenciada.

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Para apoyar la protección de estos derechos, la guía presenta un marco legal a nivel internacional y nacional. En el ámbito internacional existen 9 tratados que protegen los derechos humanos de las personas sin importar sus condiciones e ideologías, y a partir del año 2017 se reforzó la protección contra las personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ con un conjunto de obligaciones sobre las legislaciones estatales, conocido como los Principios de Yogyakarta+10.

En estos principios se abordan las acciones que deben evitar a toda costa los Estados en su jurisdicción para impedir la violación de los derechos de las personas de la comunidad bajo cualquier índole, como lo puede ser la discriminación de género, la transfobia, la homofobia o en algunos casos extremos la penalización de la homosexualidad por ley.

Además, la guía presenta el marco legal existente en Venezuela en relación a la protección de los miembros de la comunidad. Pero, demuestra el precario estado en que se encuentran la protección jurídica de los miembros del colectivo LGTBIQ+ en la cual, por ejemplo, no existe el proceso legal para la reasignación de género de las personas trans o la figura del matrimonio igualitario causante de problemas legales al momento de una adopción o fallecimiento de una de los miembros de la relación.

La comunidad LGBTQI+ históricamente ha sufrido discriminación y violencia en distintos contextos. En situaciones de crisis humanitaria, son aún más vulnerables al rechazo, el maltrato y la negación de ayuda. Las personas que trabajan en derechos humanos y acción humanitaria tienen la responsabilidad ética de garantizar que toda persona reciba el apoyo necesario sin importar su orientación sexual o identidad de género.

Para lograrlo, las organizaciones que prestan ayuda humanitaria deben adoptar un enfoque inclusivo, esto significa visibilizar las necesidades específicas de la población LGBTIQ+ , capacitar al personal sobre no discriminación e implementar medidas que garanticen espacios seguros para la atención.

Prestar ayuda humanitaria de manera inclusiva y con perspectiva de derechos humanos es la única forma de no perpetuar la discriminación ni vulnerar ni revictimizar más a las personas LGBTIQ+.

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