Lunes, 28 de septiembre, 2020
Pereira, Julio
Estamos en terapia intensiva por decir algo. Venezuela no cuenta con centros asistenciales con estructuras en buen estado, hay crisis en cuanto a los insumos médico-quirúrgicos en los centros hospitalarios
El sistema de salud público en el estado Aragua no garantiza el derecho a la salud de la población en general y tampoco a las familias con necesidades especiales, quienes se ven obligados a recurrir a los servicios privados ya pagar por su propia cuenta medicamentos e insumos.
Nidia Guevara, oficinista de 36 años, apresuró el paso a su hijo Samuel, de 8 años, para llegar pronto al Hospital José Antonio Vargas, ubicado en el sector La Ovallera de Palo Negro en el estado Aragua. El niño sufrió un fuerte golpe en el brazo derecho al caer y ella presumía una fractura. Acababan de bajar de una camioneta que los acercó al centro asistencial pero caía la tarde y el servicio de transporte público es inexistente en ese sector aragüeño después de cierta hora. Transcurrían los primeros días del mes de enero y era el segundo centro de salud que visitó. Tras el accidente acudió primero al hospital Dr. José María Carabaño Tosta, ubicado en la Av. Principal de San José, cerca del terminal de pasajeros de Maracay, pero el servicio de traumatología no estaba en condiciones para atender al niño así que la refirieron al segundo lugar.
Este primer centro de salud está geográficamente bien ubicado al quedar cerca del terminal de Maracay, la segunda opción que Guevara se vio obligada a visitar queda a más de 17 kilómetros de distancia. Para llegar hasta allá tuvo que caminar desde el Carabaño Tosta hasta el terminal y tomar una camioneta que llevó en aproximadamente 30 minutos hasta las inmediaciones de otro centro de asistencia en el sector La Ovallera. La anécdota es un ejemplo de las penosas circunstancias que muchas personas que residen en el estado Aragua deben sortear para ser atendidas en el servicio de salud público.
Estos hechos suelen verso acrecentados por el resto de fallas de los servicios públicos como energía eléctrica, agua o transporte público o el esfuerzo que representa encontrar medicamentos o insumos médicos inexistentes en los centros de salud. Los venezolanos se ven obligados a desarrollar herramientas de sobrevivencia para ser atendidos en el sistema de salud; en donde se deben comprar en muchas ocasiones desde insumos e instrumentos para su propio diagnóstico y atención, hacer exámenes de laboratorio o conseguir los medicamentos que son recetados.
En los años 90 el sistema de salud del estado Aragua vivió un florecimiento con los procesos que descentralización que vivió Venezuela en esa época. Se creó la Corporación Regional de Salud que era el ente administrativo que se creó con ese accionar político. Pero en los 21 años que lleva en el poder el gobierno actual se revirtió en la práctica ese proceso y la centralización de las decisiones y políticas públicas se volvieron a implementar en el país, haciendo las instituciones más ineficientes y dependientes del poder central.
Las políticas en materia de salud aplicadas, aunque algunas de ellas en algún momento mostró cierta eficacia, posteriormente han hecho más difícil cumplir con la protección de la maternidad y la infancia como un derecho humano de la población venezolana, tal como lo establece los principios establecidos por la Organización de Naciones Unidas. De igual manera, tal como lo establece la Organización Mundial de la Salud, “es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social”. La salud es un derecho humano fundamental.
Venezuela en emergencia humanitaria
La abogada Johana Peñalver considera que Venezuela actualmente se encuentra en una situación de emergencia humanitaria compleja, en especial cuando se habla del sistema de salud público y su incapacidad de atender a la población con eficacia.
“Significa que estamos en terapia intensiva por decir algo. Venezuela no cuenta con centros asistenciales con estructuras en buen estado, hay crisis en cuanto a los insumos médico-quirúrgicos en los centros hospitalarios. Crisis en cuanto al personal; bien sea enfermeras, médicos, trabajadores en general de salud. Producto de la migración, se han ido del país muchísimos especialistas. Las emergencias de los hospitales están destruidas, no hay camillas, la gente muere en el piso ”, recalcó.
(Poner foto de equipo dañado)
También destacó la búsqueda de medicinas e insumos como uno de los grandes problemas que sobrelleva cualquier persona que sea atendida en un servicio de salud público venezolano.
“Además de que no se cuenta de aparatos para exámenes y para imágenes, todo los que son radiografías, resonancias magnéticas, tomografías. Igual que reactivos para exámenes de sangre, orina o cualquier otro tipo de examen de laboratorio. No se cuenta con banco de sangre, a los pacientes o familiares les cobran en muchas partes las intervenciones quirúrgicas en dólares. Por esta razón, estamos en una emergencia humanitaria compleja. El derecho a la vida, el derecho a la salud, a la atención, al bienestar son derechos humanos muy importantes que están siendo violados por esta causa ”, enfatizó.
Políticas erradas conllevan a malos resultados
Doris Quintana es delegada nacional del Colegio de Enfermería del estado Aragua y considera que los problemas del sistema de salud tienen su base en una política errada que insiste en aplicar tanto el gobierno nacional como el regional.
“Es un estado fallido y una política de salud errada, equivocada. La infraestructura de salud está muy deteriorada ”. Hizo referencias sobre el deterioro del servicio que presta El Hospital Central de Maracay (HCM), el principal centro de salud estatal, que atiende a la población de todo el estado Aragua y sus adyacencias, incluso del estado Carabobo.
“La corporación de salud del estado Aragua hace una inversión en el HCM. Pero están colocando un vidrio y una puerta, pura fachada. Pudimos observar que durante todo el año 2019 el techo del quirófano de Urología se cayó por la humedad. A la fecha, están suspendidas las intervenciones en el área de urología ”, refirió.
Muchas de estas fallas que registran el principal hospital público de Maracay comenta directamente a la población infantil ya sus familiares.
“Nuestros neonatos seropositivos no cuentan en el HCM con medicamentos retrovirales para los recién nacidos. En estos momentos había cuatro madres seropositivas, que no se pudieron atender. Les dijeron que tienen que aguantarse. Estos problemas son prevenibles si tenemos los retrovirales ”.
(Poner una foto referencial de un recién nacido en un hospital)
Explicó que el servicio de neonatología para el primer mes del año no contaba con aire acondicionado funcionado, “lo cual representa un riesgo para la salud. El calor que está adentro es un cultivo para cualquier bacteria. Son 20 bebes que están hospitalizados en un mismo ambiente ”.
Igualmente, el área de maternidad solo cuenta con cuatro servocunas que deberían ser usadas por cuatro recién nacidos. “Muchas vesces hay hasta 12 bebés en esas servocunas, lo cual representa un riesgo de contaminación nosocomial porque si nace un bebe con una bacteria puede contaminar a otro”.
También hizo hincapié en las deficiencias en los insumos para atender a los pacientes, las cuales deben ser solventadas por sus familiares.
“Algo tan sencillo como cambiar una sonda de Foley no se les puede hacer, son más de 50 pacientes que dejan de atender mensualmente y están mandando a diferentes ambulatorios del estado Aragua. Paciente que vaya a la consulta debe llevar a cabo un par de guantes para que puedan examinar. Paciente que requiera cambiar la sonda, debe llevar a cabo la sonda, el par de guantes y el lubricante si no quiere que haga el procedimiento en seco ”.
Explicó que el área de consultas de este centro asistencial no tiene un baño público, como una de los principales problemas de infraestructura que registra este centro de salud. “En medicina interna o neumología los pacientes deben caminar hasta Asodian, un servicio anexo de imagenología, para poder hacer uso de un baño. HCM piso 8 no posee baño para el personal de salud que labora en este piso. En especial de enfermería que deben bajar al piso 7 o usar cualquier baño que esté en condiciones. El 80% de los sanitarios no funciona. La mayoría de los familiares deben cargar tobos de agua para poder limpiar y para las necesidades de los pacientes ”.
Los familiares de los pacientes que son atendidos en el HCM deben costear con su propio dinero los medicamentos, insumos y exámenes que requiera la persona enferma.
“No hay quimio para los pacientes hematológicos. Se quedan a la mitad del tratamiento. Hasta no hace mucho no había reactivos. No hay prevención, aplican políticas de salud equivocadas y las prioridades parece que no las ven. Pareciera que le mundo no está comprendiendo lo que está sucediendo. A los familiares se les pide de todo ”.
Explica que el déficit de personal es patente, en el servicio de neonatología debería haber 30 enfermeras, pero al momento sólo 14 cubren el servicio y el cuidado de los pacientes. Por piso hay dos o tres enfermeras para atender 30 personas. Comenta que para la fecha de renunciado 12 personas en admisión por el bajo salario.
Explica que muchos trabajadores tienen serios problemas por la falta, ineficiencia y costo del servicio del transporte público en este estado. La mayoría vive en zonas extraurbanas de la ciudad por lo que deben pagar el doble para trasladarse a su lugar de trabajo.
“El personal que labora en el centro de salud está en desnutrición, la mayoría de ellos han perdido hasta 10 kilos de peso. Muchos se van y regresan a pié a sus casas, a eso se suma otras fallas de servicios públicos como la energía eléctrica, que se va con frecuencia hasta varias veces al día según la zona del estado en donde se viva. El HCM no ha podido comenzar a dar las consultas del año 2020 porque no hay impresoras y el personal se niega a hacerlo de forma manual ”, agregó.
Hacia un destino incierto
Bogar Pérez, secretario de organización del sindicato único de trabajadores de la salud, tiene una visión tajante sobre las deficiencias del sistema de salud en el estado Aragua. “Hay una violación del derecho a la salud porque no hay las condiciones mínimas para atender a la población”, afirma.
Explicó que este gremio de trabajadores ha insistido al gobierno regional y al nacional sobre la necesidad de buscar soluciones a la situación. “Hemos enviado comunicaciones, se han hecho planteamientos. No hay voluntad para ponerle coto a esta situación, para garantizar el derecho a la salud a la población. Pareciera que no hay gobernabilidad, si todo el mundo hace lo que le da la gana ”.
Comenta que los pocos insumos médicos llegan a las instalaciones de salud en periodos que van entre 45 a 60 días, cuando el abastecimiento normal debería ser mensual. “Pero no existe esa regularidad en la dotación. La gente va a buscar medicamentos y no hay, no hay Rayos X, no hay cómo hacer un eco. Los médicos mandan las indicaciones pero quién no tiene para comprar los insumos o medicamentos no se podrá atender y menos curar ”.
Entre las debilidades que enfrenta el actual sistema de salud está la continua pérdida de personal formado para atender a la población. El dirigente gremial estima que actualmente existen en el estado Aragua entre 18 a 19 mil trabajadores pero, dicha cifra, continuamente disminuyendo por la diáspora de personas que salen del país debido a los problemas económicos y sociales.
“Ese hospital que era un ícono, ahora no tiene personal completo. Ahora están contratando personal jubilado porque se ha ido personal joven del país, algunos ni siquiera renuncian se van ”, afirma.
Igual situación presenta el hospital Carabaño Tosta que no cuenta con las condiciones mínimas de atención a la población. “Han fallecido cinco niños en lo que va de este mes de enero por la falta de implementos necesarios para garantizar el derecho a la vida”.
Este hospital, dependiente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), no cuenta con un laboratorio activo por lo que los familiares de los pacientes allí recluidos deben acudir a una serie de laboratorios privados ubicados frente del centro asistencial. Allí piden el tubo de ensayo que requiere para que las enfermeras puedan tomar la muestra de sangre necesaria para hacer el examen requerido al paciente.
Foto: Pixabay