Miércoles, 05 de febrero, 2020
Romero, Victoria

Magai Matiop Ngong era un joven de solo 15 años cuando fue condenado a muerte en Sudán del Sur. Exigimos a su gobierno que revierta esta condena y elimine la pena de muerte contra menores de edad.


Magai, estaba en secundaria y siempre afirmaba ayudar a la gente cuando creciera, además le encantaba correr y cantar gospel. Lamentablemente hoy vive en la cárcel y pasa todos los días con miedo a ser ejecutado por la pena impuesta cuando tenía 15 años.

En el testimonio que presentó Magai ante el tribunal, comenta que disparó el arma de su padre hacia el suelo advirtiendo a su primo, para intentar impedir que este se peleara con otro joven en su barriada. Desafortunadamente, la bala rebotó y alcanzó a su primo, quien murió horas más tarde en el hospital. Por este terrible accidente fue juzgado por asesinato, sin contar con un abogado.  Se le declaró culpable y condenado a muerte.

Las investigaciones realizadas muestran que la pena de muerte se usa de forma desproporcionada contra las personas pobres y desfavorecidas. Además, condenar a muerte a un niño es considerado por el derecho internacional, y las leyes de Sudán del Sur como un hecho ilegal.

En 2018 se permitió por fin el acceso de Magai a un abogado, que lo ayudó a presentar un recurso. Gracias a este derecho, el joven tiene la oportunidad de cambiar la situación.

“Espero salir en libertad y continuar los estudios”manifestó, Magai
 Presiona aquí y exige que:
  • Se conmute la condena a muerte de Magai Matiop Ngong, teniendo en cuenta el hecho de que es un niño
  • El gobierno se comprometa a dejar de usar la pena de muerte contra personas que tenían menos de 18 años cuando se cometió el delito, de acuerdo con la legislación de Sudán del Sur y con el derecho internacional de los derechos humanos.