Jueves, 23 de enero, 2020
Sánchez Pérez, María Angélica
Desde 68 años se ha celebrado este día en recuerdo al golpe de Estado realizado en 1958, cuando se alzó Venezuela y se desplazó a un gran dictador. Permitiéndonos ser conscientes de nuestras múltiples luchas por la democracia, aunque actualmente esta se vea trabada por la situación actual del país con las constantes violaciones hacia nuestros derechos, que impiden poder ejercer libremente y como es debido el sistema democrático.
“La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público”, así reza el art. 21.3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, exhortando la importancia de cada uno de nosotros como participantes del sistema democrático.
Hoy 23 de enero, conmemoramos una de las grandes victorias en nombre de la democracia por medio de esta voluntad. Corriendo el año 1958 en un día como hoy, Marcos Pérez Jiménez fue derrocado por medio de un movimiento cívico-militar impulsado por el descontento nacional en cuanto a su sistema de gobierno, siendo forzado a renunciar y retirarse a República Dominicana embarcado en el avión presidencial, mejor conocido como “La Vaca Sagrada”.
Instaurándose una Junta de Gobierno Provisional presidida por Wolfang Larrazábal durante la restauración de la democracia en Venezuela. Liberando a los presos políticos, extendiendo la Junta Patriótica, ratificando a Fabricio Ojeda en la presidencia, y convocando votaciones para finales de ese año.
Demostrando el deber y derecho que ha residido en nosotros como población al momento de actuar en contra de este tipo de injusticia. Tanto los DDHH como nuestra Constitución nos ofrecen variedad de derechos, los cuales debemos exigir pues, hoy por hoy, gran cantidad de ellos se ven reprimidos. Amenazando la democracia por la cual tanto hemos luchado.
Según la ONU, uno de los elementos fundamentales de la democracia es el respeto de los derechos humanos, que hoy en día se ven constantemente violados. Pidiendo al Estado un paro inmediato a esta política de represión, como fue mencionado por Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Evidenciando cómo el venezolano se encuentra en una situación en donde sus derechos se ven amenazados, reparando conscientemente en ellos y comprendiendo que está en sus manos el exigir justicia y asegurar que la democracia forme parte de su futuro.