Sábado, 16 de febrero, 2019
Damiano, Daniela
La campaña mundial “Llamamiento por la amnistía, 1961”, que inició Benenson, junto a un grupo de abogados, escritores y editores de Londres, buscó presionar a los gobiernos con el fin de que liberarán a los presos de conciencia
Amnistía Internacional reconoce a algunas personas como presos de conciencia cuando esté físicamente limitada (encarcelada o por otro motivo) a expresar (verbalmente o por otras formas de expresión) cualquier opinión que ella misma honestamente mantenga y a través de la cual no defienda o justifique violencia personal.
La definición fue acuñada por primera vez el 28 de mayo de 1961, con el artículo “Los presos olvidados” publicado en la prensa inglesa por el abogado y fundador de Amnistía Internacional, Peter Benenson, que invitaba a los lectores a participar en una campaña en pro de la amnistía de personas encarceladas por sus opiniones, a las que él llamaba "presos de conciencia".
La definición está inspirada en lo que establecen los artículos 18 y 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
Artículo 18.- Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho comporta la libertad de cambiar de religión o de convicción y la de manifestarlas individualmente o en común, en público y en privado, mediante la enseñanza, la predicación, el culto y el cumplimiento de ritos.
Artículo 19.- Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; esto comporta el derecho a no ser molestado por causa de sus opiniones y el de buscar, recibir y difundir las informaciones y las ideas por cualquier medio de expresión y sin consideración de fronteras.
Además, estas ideas constituyeron las bases de la campaña mundial, “Llamamiento por la amnistía, 1961”, que inició Benenson, junto a un grupo de abogados, escritores y editores de Londres, para presionar a los gobiernos con el fin de que liberen a estas personas, o al menos, les hagan un juicio justo.
Amnistía Internacional ha hecho campaña en todo el mundo a favor de miles de presos y presas de conciencia, personas que, aunque no han propugnado la violencia ni recurrido a ella, han sido encarceladas por ser quienes son (por su orientación sexual, origen étnico, nacional o social, lengua, nacimiento, color, sexo o situación económica) o por aquello en lo que creen (por sus creencias, ideas políticas u otras convicciones profundas).
Una persona puede convertirse en preso de conciencia por diferentes motivos, algunos de ellos son:
- Por su participación en actividades políticas no violentas como tomar parte en las labores de desarrollo de una comunidad.
- Por pertenecer a un grupo minoritario que lucha por su autonomía.
- Por insistir en observar prácticas religiosas que no aprueba el Estado.
- Por llevar a cabo actividades sindicales como participar en huelgas o manifestaciones.
- Con el pretexto que han cometido un delito aunque en realidad sólo han criticado a las autoridades.
- Porque han escrito artículos alarmando sobre violaciones que se estaban cometiendo en sus países.
- Por negarse a hacer el servicio militar por motivos de conciencia.
- Por resistirse a utilizar la lengua oficial de un país.
- Porque un familiar suyo es un opositor destacado del gobierno o por el hecho de vivir en un pueblo determinado.
En todo caso, la organización internacional pide a los gobiernos:
- Que los presos y presas de conciencia de todo el mundo sean puestos en libertad de manera inmediata e incondicional.
- Que todas las leyes que criminalizan a las personas que se expresan o protestan pacíficamente desaparezcan de los libros jurídicos.
- Que las leyes contra la incitación al odio u otras formas de violencia no se utilicen para reprimir la disidencia legítima.
- Que las personas tengan acceso a la información.