Miércoles, 16 de mayo, 2018
Romero, Victoria

Pierre Claver Mbonimpa, afectuosamente llamado Mutama (un término de respeto para el mayor) por muchos, es uno de los activistas más conocidos de Burundi. Fundó la Asociación para la Protección de los Derechos Humanos y las Personas detenidas (APRODH) para hacer justicia con los casos de los presos. Actualmente el mandato de APRODH ha ampliado su campo de acción de los prisioneros de Burundi, a la defensa de los derechos humanos de todos los burundianos.


El trabajo que Pierre Claver ha hecho lo ha convertido a veces en blanco del Gobierno de Burundi y sus partidarios. Desde mayo a septiembre de 2014 fue preso de conciencia  tras haber sido acusado de amenazar la seguridad del Estado y utilizar documentación falsa. Aunque quedó en libertad por motivos médicos, los cargos en su contra aún no se han retirado. Posteriormente, en agosto de 2015, Pierre sobrevivió por poco a un intento de asesinato en Bujumbura cuando se dirigía a su casa del trabajo.

“Este descarado ataque contra Pierre-Claver Mbonimpa, un hombre que trabaja incansablemente para proteger los derechos de otras personas, resulta sumamente inquietante".

Manifestó Sarah Jackson, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos.

Pierre-Claver Mbonimpa, resultó herido por los disparos de unos hombres armados en Bujumbura el 3 de agosto del año 2015; ese mismo día Willy Nyamitwe, Asesor de Comunicación del Presidente, dijo a Radio France International que la policía estaba investigando el intento de asesinato y estaba proporcionando protección a la familia de Pierre Claver.

El informe publicado por Amnistía Internacional en julio de 2015 Braving Bullets: Excessive force in policing demonstrations in Burundi, mostró el uso de fuerza letal y excesiva por parte de la policía burundesa para silenciar a quienes se oponían a la decisión del presidente Pierre Nkurunziza de presentarse a un tercer mandato.

Muchos defensores y defensoras de los derechos humanos, y también muchos periodistas, se vieron obligados a huir de Burundi en 2015 a causa de la represión emprendida por el gobierno contra sus detractores tras la decisión del presidente Pierre Nkurunziza de presentarse a un tercer mandato.

 “Las autoridades burundesas deben actuar sin demora para revertir el creciente clima de temor y violencia, haciendo un llamamiento público a la calma y llevando a los atacantes ante la justicia".

Manifestó Sarah Jackson, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos.

 

Actúa ahora para exigir justicia para Pierre Claver Mbonimpa.

 

 

Victoria Romero

Equipo de Enlace y Activismo