Todos los 1° de mayo celebramos en cada rincón del mundo el Día Internacional del Trabajador, con la finalidad de rendir un homenaje a las personas que con su labor diaria contribuyen con el desarrollo del aparato productivo de los países

En esta fecha se recuerda a los trabajadores de Chicago, Estados Unidos, que en 1886 iniciaron una gigantesca huelga para conseguir una jornada laboral de ocho horas. Los pioneros en reaccionar fueron los obreros ferroviarios involucrando en la protesta a 17 estados. Al poco tiempo, se fueron sumando varias organizaciones, creándose en 1881 la Federación Americana del Trabajo (American Federation Labor, AFL), heredera de la anterior Federación de Gremios y Sindicatos. Esta nueva Federación reiteró la petición de las ocho horas en sus congresos de 1882 y 1883, exigiéndole incluso al Presidente de los Estados Unidos que promulgara una ley nacional al respecto.

Los trabajadores de la fábrica McCormick tenían más de dos meses enfrentados a sus patronos, y finalmente chocaron de forma violenta. Estaban en pleno mitin en una plaza, cuando fueron dispersados. Una bomba estalló cerca de las fuerzas policiales dejando 38 víctimas fatales y 115 heridos.

Con muchas dificultades, el movimiento sindicalista en los últimos años del siglo XIX y primeros del siglo XX, venció la batalla por los derechos de los trabajadores, siendo este un logro que enaltece a sus precursores. 

Venezuela también construyó su historia

En Venezuela la lucha comenzó en la ciudad de Maracaibo, cuando en 1936 específicamente durante el mandato del presidente Eleazar López Contreras, nació el movimiento obrero. Una campaña realizada por las organizaciones políticas y del propio Presidente logró la sindicalización masiva de los trabajadores de la época. Todo esto se originó a causa de las dos huelgas obreras y una estudiantil, que sacudieron al país ese año.

En 1945 se estableció por decreto el Día del Trabajador. Cuatro años después de que se creara la Confederación Venezolana de Trabajadores, (CTV), quienes se unieron a la Federación Obrera junto a la Unión Petrolera. 

Al asumir la presidencia Rómulo Betancourt, en octubre de 1945, dictó un decreto el 24 de Abril de 1946, donde establece el 1º de Mayo como Día del Trabajador y se declara día feriado y de remuneración obligatoria para los trabajadores en general, incluyendo los que realizan sus labores en la agricultura y cría. Durante esta fecha, no podrán efectuarse trabajos en las empresas o establecimientos sometidos a la Ley del Trabajo y al Reglamento del Trabajo en la agricultura y cría.

El trabajo como derecho

En la actualidad, los trabajadores deben estar conscientes de sus derechos y obligaciones; deben saber que gozan de beneficios y prestaciones, y también deben tener presente que el resultado de sus gestiones es importante para las empresas.

El artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, considerada el fundamento de las normas internacionales sobre derechos humanos, en relación con el Derecho al Trabajo, indica:

Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo, y a la protección contra el desempleo.

Es decir que:

1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por igual trabajo.

3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana, y que será complementada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.

4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Entonces, si tenemos presente que los derechos deben ser respetados, también es importante estar consciente de cumplir con las responsabilidades asumidas desde el primer momento que se establece la relación con la empresa.

Los sindicatos implican algo positivo, ya que tienen como objetivo defender a sus agremiados, aportar ideas, y muchas veces soluciones ante algún conflicto. Si  todas las empresas tuvieran un departamento o dependencia que sensibilice, oriente y asesore a sus trabajadores, no se darían inconvenientes como la  violación de derechos a los trabajadores. Los patrones deben velar por el bienestar de su personal, generar el equilibrio, equidad y valoración que merece cada integrante que ocupe cualquier lugar en una organización.