Amnistía Internacional ha denunciado en reiteradas ocasiones estas preocupantes medidas, que impactan de forma negativa la vida de las personas refugiadas y migrantes que intentan llegar a Estados Unidos, en muchas ocasiones para salvar sus propias vidas

Desde que Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos, los discursos xenofóbicos y las políticas discriminatorias contra las personas migrantes han arreciado a tal punto que se impide a discreción el acceso a la nación norteamericana, como ocurre con las personas en Venezuela.

Amnistía Internacional ha denunciado en reiteradas ocasiones estas preocupantes medidas, que impactan de forma negativa la vida de las personas refugiadas y migrantes que intentan llegar a Estados Unidos, en muchas ocasiones para salvar sus propias vidas. Ve el capítulo 2017/18 sobre Estados Unidos.

A pesar de que el gobierno de EE.UU. ha expresado abiertamente estar en contra de las políticas implementadas por el gobierno venezolano, que han llevado a la nación sudamericana a padecer una de las más cruentas crisis humanitarias de su historia, la Embajada americana niega sin explicación el acceso al país, según reiteradas denuncias hechas por venezolanos que han solicitado la visa recientemente o le han denegado en el aeropuerto la posibilidad de volar hasta ese país.

Tal es el caso de Moreno Pacheco, un venezolano agricultor y ganadero dueño de una finca en Barquisimeto, estado Lara (al norte de Venezuela), que pensaba hacer un viaje de placer junto a su esposa a los Estados Unidos, pero la verdad fue que esa idea lo llevó a pasar uno de los episodios más humillantes de su vida. “En plena sala de espera para tomar el vuelo hacia Miami, el personal de Seguridad de Laser Airlines me informó que no podía embarcar, ya que Seguridad de Laser Miami le notificó a Laser Caracas que yo no podía entrar a los Estados Unidos de América; algo que me causó gran asombro porque nunca he viajado a EE. UU.”.

Pocos minutos después, el Departamento de Estado de los Estados Unidos le notificó vía correo electrónico que tenían la intención de revocar su visa en los próximos días. El mensaje decía textualmente:

“Usted tiene 5 días hábiles para discutir su caso con uno de nuestros oficiales consulares de la Embajada de los Estados Unidos de América en Caracas”.

Confiado en que era solo un error en los sistemas migratorios norteamericanos, el venezolano confirmó su visita a la Embajada lo más pronto posible. Cuando por fin logró hablar con un oficial consular y, después de muchas preguntas sobre su actividad laboral, situación económica y propiedades en Venezuela, le revocaron la visa y también la de su esposa.

¿Casos aislados?

Un trabajador de la Aerolínea Laser, que prefirió mantener su identidad en el anonimato, explicó que se ha vuelto común que se les notifique a las personas su prohibición de entrada a Estados Unidos minutos antes de tomar vuelo. “La gente sale consternada, sin entender por qué no los dejan entrar al país, después de haber pasado por todos los filtros que supone la aprobación de la visa. Sin importar edad o si han visitado anteriormente o no los Estados Unidos, ha aumentado el número de personas a las que se les denegó la entrada al país, teniendo el pasaje y la visa en sus manos”.

Lo contradictorio es que esto está sucediendo con más frecuencia después de que la Embajada norteamericana notificara, tras varios meses sin servicio, que volverían a activar la solicitud de visas en enero de este año.  

Estas medidas no solo son injustas, sino discriminatorias, porque endurece la crisis que está padeciendo el venezolano en la actualidad. “Ahora parece que también nos han quitado nuestro derecho al libre tránsito, a visitar a familiares y amigos que tenemos en Estados Unidos”, lamentó el trabajador de Laser.

En este sentido, la animadversión que expresa el gobierno estadounidense, a través de la promulgación y ejecución de medidas discriminatorias contra las personas que deciden o necesitan entrar a ese país, representa una transgresión a lo que estipula el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos[1]:

1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

No hay visas para venezolanos

En Venezuela, muchas personas solicitan día tras día la visa estadounidense ante la Embajada, pero les son negadas sin explicación alguna. "Apenas supe que se abriría el proceso de solicitud nuevamente, fui a la Embajada de EE.UU y pagué los 160 dólares que te exigen. Usé la tarjeta de crédito de moneda extranjera de mi novio porque yo no tengo cuenta en dólares. Asistí a la cita, llevé una carpeta llena de documentos de identidad, bancarios, laborales y al final no sirvió el esfuerzo. Me la negaron a mí y todas las personas que estaban a mi alrededor", afirmó Laura*.

“Fue un trato cordial, pero al final me sentí discriminada, porque el funcionario no tardó ni un minuto en chequear mi solicitud y en negarme la visa sin darme alguna razón”.

La solicitud de visa para los venezolanos no es un proceso sencillo, puesto que además de recopilar una serie de documentos personales para demostrar, como lo indica la Embajada, “fuertes lazos con Venezuela y expresar claramente la intención de volver a casa después de la visita temporal a los EE.UU.”, los solicitantes deben buscar la manera de cancelar a través de una tarjeta de crédito de un banco estadounidense 160 dólares que corresponde al pago del arancel consular de solicitud. Para un venezolano que gane salario mínimo, este proceso representa más de 80 veces el total de su sueldo a tasa libre, además de ser un pago que no garantiza de ninguna manera la aprobación del requisito indispensable para viajar a ese país.

Discriminación recurrente 

Fuentes cercanas a la Embajada estadounidense confirmaron que desde agosto de 2017 se han negado más de 80% del trámite migratorio, fecha que coincide con la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente[2].

“Al principio, dentro de la Embajada se pensaba que se les negaría la visa a todas las personas que tuvieran que ver con el gobierno venezolano o que tuvieran alguna relación financiera directa y comprobable. Pero este año, a pesar de no haber una resolución explícita que nos ordene negar la visa a los solicitantes venezolanos, sabemos que se estudia muy bien el perfil de cada aspirante resultando su aprobación una cruel lotería. Se estima que cada mes se aprueban al menos 5 solicitudes de las centenares que recibimos”, aseveró el funcionario que prefirió no revelar su nombre.

El 18 de octubre de 2017 entró en vigencia un veto migratorio firmado por Trump, especialmente dirigido en contra de Corea del Norte, Chad y Venezuela. Esta nueva lista prohíbe a ciudadanos de estas naciones ingresar a territorio norteamericano por representar una amenaza a la seguridad del país. Para el caso venezolano, la medida solo restringe la entrada al país a funcionarios venezolanos y sus familiares.

La declaración publicada por la Casa Blanca indica textualmente: “Venezuela ha adoptado varios de los estándares del Departamento de Seguridad Nacional, pero el gobierno no coopera en verificar si sus ciudadanos representan amenazas de seguridad nacional o de seguridad pública; no comparte adecuadamente información relacionada con la seguridad pública y el terrorismo”.[3]

“Todos los días vemos como ciudadanos venezolanos que no tienen ningún indicio de relación política ni económica con el gobierno venezolano también son rechazados. Universitarios, adultos mayores, mujeres embarazadas, personas con alguna discapacidad salen de la embajada estadounidense con su solicitud de visa negada, sin ninguna explicación por parte del oficial consular, solo les dan un listón de papel que los invita muy cordialmente a solicitar el trámite nuevamente”, dijo el funcionario de la embajada.

Por Daniela Damiano y Gabriela Buada

Laura*: Nombre ficticio de venezolana solicitante de visa americana.