Viernes, 23 de marzo, 2018
Ramos, Jorgen

En la actualidad, demasiados jóvenes reciben información confusa y contradictoria sobre las relaciones y el sexo a medida que hacen la transición de la niñez a la edad adulta.


En muchos centros educativos la educación sexual es abordada superficialmente o se le imprimen roles de género preconcebidos a los niños y las niñas, pretendiendo con esto, convertir a las escuelas en fábricas de personas sin derecho a decidir sobre su sexualidad, aunado a ello, el acoso que viven muchos infantes y adolescentes por parte de la sociedad para que su identidad sexual vaya de la mano con su identidad biológica. Ante ello, es necesario que cada Estado impulse políticas públicas en materia educativa para tendentes a lograr una mayor compresión en torno a que una buena educación integral sexual que genere beneficios de diversa índole.

En la actualidad, demasiados jóvenes reciben información confusa y contradictoria sobre las relaciones y el sexo a medida que hacen la transición de la niñez a la edad adulta. Ello ha conducido a un aumento de la demanda por parte de las y los jóvenes de información confiable que los prepare para llevar una vida segura, productiva y satisfactoria, pero ¿qué es la educación integral en sexualidad?

Educación integral en sexualidad

La educación integral en sexualidad es un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en planes de estudios que versa sobre los aspectos cognitivos, psicológicos, físicos y sociales de la sexualidad. Su propósito es dotar a los niños y jóvenes de conocimientos basados en datos empíricos, habilidades, actitudes y valores que los empoderarán para disfrutar de salud, bienestar y dignidad; entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto; analizar cómo sus decisiones afectan su propio bienestar y el de otras personas; y comprender cómo proteger sus derechos a lo largo de su vida y velar por ellos.

Cada año, unos 246 millones de niñas y niños son víctimas de alguna forma de violencia por razones de género, fundamentalmente de maltrato, acoso, violencia psicológica y acoso sexual en la escuela o de camino de esta. El 25% de los niños han padecido alguna forma de violencia física y el 36% de maltrato psicológico.

La educación de los y las jóvenes es la única solución sostenible y verdadera contra la violencia por razones de género. No obstante, una educación integral en sexualidad de calidad, basada en datos empíricos y adaptados a las diferentes edades resulta necesaria.

Contrariamente al argumento que exponen a menudo quienes se oponen a la educación en sexualidad, la educación integral en sexualidad va más allá de las cuestiones relativas al sexo. Una educación impartida de manera adecuada promueve la salud y el bienestar, el respeto de los derechos humanos y la igualdad de género, y permite que los niños, niñas y adolescentes lleven una vida segura y productiva. La educación en la sexualidad muestra, en particular, que todas las formas de violencia por razones de género son nefastas y constituyen una violación de los derechos humanos.

Es por ello que, la UNESCO, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU) y ONU Mujeres presentaron la edición revisada de las “Orientaciones Técnicas Internacionales sobre Educación en Sexualidad” en un evento organizado el pasado 13 de marzo con ocasión del sexagésimo período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas. El evento da seguimiento al Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, y hace un llamamiento firme invitando a todos a la reflexión, a actuar y adoptar una estrategia inclusiva en las cuestiones relativas al género

Orientaciones técnicas internacionales

Las orientaciones técnicas van aún más lejos. Proporcionan un conjunto de conceptos clave, temas y objetivos de aprendizaje que figuran en la publicación para guiar la elaboración de planes de estudio adaptados a los contextos locales y dirigidos a los educandos de 5 a 18 años y de más edad.

Estas orientaciones incluyen conceptos tales como la violencia y las maneras para protegerse, divididas en lecciones sobre el consentimiento, la vida privada y la integridad física. A los educandos de 5 a 8 años de edad esto los ayuda a describir las situaciones a un padre, madre, tutor, tutora o adulto de confianza, en el caso en que sean víctimas de alguna forma de violencia. A los educandos de más de 15 años los dota de nociones más complejas relativas al consentimiento.

Las escuelas pueden desempeñar un papel esencial para erradicar la violencia por razones de género. Como lo explican las orientaciones técnicas, las escuelas deben aplicar políticas de tolerancia cero en materia de acoso sexual y de intimidación, fundamentalmente en cuestiones de estigmatización y discriminación basadas en la orientación sexual y la identidad de género. Cada Estado debe garantizar a sus ciudadanos el acceso libre y de calidad a una educación integral en sexualidad, además de impulsar políticas públicas en materia educativa para que esta sea obligatoria en todos los centros educativos.

 Imagen de ShutterStock/Marcos Mesa Sam Wordley

Fuentes consultadas:

  • https://es.unesco.org/news/educacion-integral-sexualidad-prevenir-violencia-razones-genero
  • https://es.unesco.org/news/que-es-importante-educacion-integral-sexualidad