Viernes, 14 de julio, 2017
Red de jóvenes, Red de jóvenes
Uno de los mayores inconvenientes que afrontan diariamente las personas trans está ligado con las múltiples consecuencias de la falta de reconocimiento ante la ley. En primera instancia, es una negativa al derecho de poder elegir de forma libre e individual cuál es el género que nos representa según nuestra imagen, a esto se le suman múltiples dificultades ya que el hecho de que tu documento de identidad no coincida con lo que realmente eres física y mentalmente desemboca en problemas para acceder a organismos de la salud pública, medicamentos, alimentos, tramitar distintos documentos, entre otras consecuencias; que deterioran la calidad de vida y el acceso a recursos básicos para la subsistencia de esta comunidad. Si profundizamos un poco en todo lo que acarrea esta discriminación jurídica por parte del Estado hacia las personas trans podríamos entender que todas estas limitaciones no dejan muchas opciones para el correcto desarrollo de las capacidades individuales de muchísimos seres humanos alrededor del mundo. En consecuencia se está empujando a estas personas a vivir de forma clandestina y por ende, muchas de ellas no tienen formas alternativas para vivir más allá del trabajo sexual, por ejemplo.
A nivel internacional existen dos días que hacen referencia a la comunidad transgénero. El primero es el 31 (o 15) de marzo (ambas fechas son válidas, de acuerdo al país), en este día se busca visibilizar a la comunidad transexual y todo lo que hace falta mejorar a nivel mundial para reivindicar los derechos de las personas de dicha comunidad; el segundo día internacional se celebra el 20 de noviembre y se busca conmemorar a las personas trans que han fallecido debido a discriminación, enfermedades, entre otras causas que han provocado la muerte a personas de esta comunidad.
En principio la existencia de estas fechas conmemorativas nos asoman dos grandes temas, el primero es el reconocimiento a la existencia de una comunidad transexual a nivel internacional y el segundo es que dicha comunidad requiere medidas que velen por cuestiones tan esenciales como el derecho a la vida y a la seguridad de su persona.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA¹ (Organización de Estados Americanos) reportó en 2016 que el 80% de las mujeres transexuales latinoamericanas mueren a los 35 años o menos, esta es una esperanza de vida menor a la de Sierra Leona (África) que tiene la esperanza de vida más baja de todo el mundo según la OMS² (Organización Mundial de la Salud) 50,8 años para las mujeres y 49,3 años para los hombres. Esto quiere decir que si las personas transexuales en el continente americano estuvieran agrupadas en un solo territorio este sería el país con las peores condiciones de vida para sus habitantes a nivel mundial. Estas cifras son bastantes desalentadoras y nos reflejan de forma directa la necesidad imperante de generar mecanismos nacionales que combatan la discriminación, el maltrato y de realizar una ley -o en su defecto, modificarla- para que cada país reconozca a estas personas y garantice sus derechos.
Uno de los mayores inconvenientes que afrontan diariamente las personas trans está ligado con las múltiples consecuencias de la falta de reconocimiento ante la ley. En primera instancia, es una negativa al derecho de poder elegir de forma libre e individual cuál es el género que nos representa según nuestra imagen, a esto se le suman múltiples dificultades ya que el hecho de que tu documento de identidad no coincida con lo que realmente eres física y mentalmente desemboca en problemas para acceder a organismos de la salud pública, medicamentos, alimentos, tramitar distintos documentos, entre otras consecuencias; que deterioran la calidad de vida y el acceso a recursos básicos para la subsistencia de esta comunidad. Si profundizamos un poco en todo lo que acarrea esta discriminación jurídica por parte del Estado hacia las personas trans podríamos entender que todas estas limitaciones no dejan muchas opciones para el correcto desarrollo de las capacidades individuales de muchísimos seres humanos alrededor del mundo. En consecuencia se está empujando a estas personas a vivir de forma clandestina y por ende, muchas de ellas no tienen formas alternativas para vivir más allá del trabajo sexual, por ejemplo.
Podríamos ahondar en lo que genera la discriminación y la falta de reconocimiento tanto a nivel social como a nivel jurídico en el día a día de las personas trans, pero es importante establecer que uno de los mayores retos es, precisamente, poder empatizar a las personas con respecto a la situación que vive la comunidad trans a nivel mundial, ya que la base del reconocimiento legal reside precisamente en que sea la población la que entienda, defienda, promueva y exija sociedades más justas e inclusivas a sus respectivos Estados.
Fuentes:
¹ http://www.oas.org/es/cidh/multimedia/2015/violencia-lgbti/registro-violencia-lgbt.html
² http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2016/health-inequalities-persist/es/