Jueves, 04 de mayo, 2017
Red de jóvenes, Red de jóvenes

Muchas de nuestros ordenamientos jurídicos son lo más cercano a la perfección de lo que conocemos: la Declaración Universal de los DDHH es un claro ejemplo de ello pero, siendo aún casi perfecta, reconociendo aquello es propio de cada persona  por el simple hecho de nacer humano, hay demasiadas vidas a las que no podemos garantizar que esa pertenencia les sea respetada. Nada más desde 1991 hasta 2017 el OHCHR ha emitido más de 600 opiniones sobre casos de detenciones arbitrarias alrededor del mundo.

    El 26 de abril de este año (2017) Amnistía internacional lanzó su campaña #SilencedByForce o #SilencioALaFuerza; con una petición para actuar por la liberación de presos políticos y prisioneros de conciencia en Venezuela (y sus respectivas investigaciones de casos), así como un informe sobre detenciones arbitrarias en el país.


“Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.”

-Art. 9 de la Declaración Universal de los DDHH (*)

 

      Soy joven y quiero vivir en un mundo tranquilo, donde no haya más limitaciones que el respeto a las otras personas para hacer lo que queramos; las personas jóvenes queremos tener la oportunidad de estudiar, de divertirnos y de apoyar con nuestros conocimientos al desarrollo de un mundo más justo y agradable para cualquier ser humano. Sabemos que hay muchísimos problemas sin resolver y por ello nos expresamos, nos manifestamos sea a través del arte, la academia o la protesta pacífica... Si, puede que las soluciones no sean fáciles de concretar (y es lo más probable)  pero las ideas son el primer paso y, si no las expresamos ¿cómo vamos a solucionar nuestros asuntos pendientes con el legado de la raza humana? Siempre habrán errores que señalar para poder mejorar, no es que sea algo personal contra las personas que cometen esos errores, es que en la búsqueda de una sociedad más justa y agradable para todxs, ningún detalle debe quedar al azar y, y las respuestas a esas  señalaciones realizadas a Estados, a veces se traducen en violaciones a derechos humanos, tales como detenciones arbitrarias, tortura, uso excesivo de la fuerza, desapariciones forzadas y muchas más.

       No hay una definición corta y global para el término de <<detención arbitraria>>, sin embargo hay una serie de ítems que nos ayudan a identificar si estamos o no frente a una detención arbitraria, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos humanos, y que son señalados en cada informe presentado por el Grupo de Trabajo para la detención arbitraria; entre estos “requisitos” podemos señalar relación con la legalidad y legitimidad de la detención, tiempos de reclusión, si las leyes se consideran justas o n o, razones de la reclusión, condiciones de reclusión, entre otras.

 

No toleramos que nos digan que algo no tiene solución.

    Las personas jóvenes somos particularmente propensas a ser víctimas de una detención arbitraria; según el Informe Mundial 2016 de UNICEF, nada más en EEUU, 95.000 jóvenes se encontraban en centros de detención. La organización se encuentra trabajando en un estudio para obtener cifras y otros datos sobre detenciones  de menores.

    Muchas de nuestros ordenamientos jurídicos son lo más cercano a la perfección de lo que conocemos: la Declaración Universal de los DDHH es un claro ejemplo de ello pero, siendo aún casi perfecta, reconociendo aquello es propio de cada persona  por el simple hecho de nacer humano, hay demasiadas vidas a las que no podemos garantizar que esa pertenencia les sea respetada. Nada más desde 1991 hasta 2017 el OHCHR ha emitido más de 600 opiniones sobre casos de detenciones arbitrarias alrededor del mundo.

    El 26 de abril de este año (2017) Amnistía internacional lanzó su campaña #SilencedByForce o #SilencioALaFuerza; con una petición para actuar por la liberación de presos políticos y prisioneros de conciencia en Venezuela (y sus respectivas investigaciones de casos), así como un informe sobre detenciones arbitrarias en el país.

Es nuestro deber, como jóvenes, tomar conciencia de lo que pasa alrededor del mundo, formarnos, promover el conocimiento y defensa de los DDHH, para que quienes se desempeñen como autoridades el día de mañana, no cometan los mismos errores que sus antecesores en pleno siglo XXI, haciendo de los abusos de la historia un ciclo repetitivo.

 

Si quieres actuar en defensa de los DDHH y de las personas detenidas arbitrariamente, apóyanos con tu firma aquí.

 

Conoce más de nuestra labor y ayúdanos apoyando otras campañas y casos entrando aquí.

¡Actívate!

(*) Investigando para esta redacción y analizando (bastantes veces) la Declaración universal de los derechos humanos, me he topado con tantos artículos (derechos) que tienen que ver con el tema de este boletín que, si me pusiera a citarlos todos, se me iría todo el espacio destinado a este texto; así que te invito a leer la declaración teniendo esto en mente.